Por fin, hora de ir a casa... Llevaba todo el día sentada con él, bueno con Tomi, que por fin ya tiene nombre. Era algo raro, me miraba a veces y cuando no entendía algo de lo que estaba explicando la profesora me preguntaba y tenía una voz....dios que voz, seguro que Mario Casas le envidiaria; el caso es, que en el recreo me ofrecí a enseñarle el instituto, todo iba bien hasta que note como me empujaba el hombro poco a poco con la intención de jugar conmigo y que dejase de estar seria, pero no podía, hasta que Cogió y me empezó a hacer cosquillas y la patosa de mi se retuerce un tobillo y se cae...
Genial, el dolor invade mi pierna y no puedo evitar quejarme y cuando me di cuenta Tomi me había cogido en cuello y me llevaba preocupado a la enfermería. Confirmado, era un esguince y de los gordos así que me fui a casa en cuanto mi hermanastro llegó a buscarme en el coche que mi padre le regaló.
-¿Que te paso enana? (pregunta mi hermano preocupado)
+Nada Dano, porfa, llévame al hospital a que me duele el tobillo.... Solo es un esguince pero me duele (le digo con mueca de dolor)
- Te he dicho mil veces que no me llames Dano enana (dice todo picado)
+Te llamo así desde que era pequeña y no te voy a llamar distinto ahora (le digo con burla).
Por fin salí del hospital y mi hermanastro me ha dejado en casa con chocolate y zumo de naranja que el mismo me hizo, es un buen hermanastro la verdad.... No me di cuenta, ya habrá salido Stels y quizás me pueda decir los deberes
*ding-dong*
Maldita puerta, seguro que es el cartero o estos chicos que vienen a vender sus religiones como quien venden gominolas...iré ha abrir lentamente la puerta porque no puedo ir más rápido.
-Hola Sindy, siento lo que pasó hoy... Fue todo mi culpa.
Antes de que pudiera decir nada, un ramo de rosas se me acercó a la cara... No podía ser...era Tomi, siento como que la ansiedad ha llamado a mi puerta y se ha colado en mi pecho... ¿y que pasará ahora? ¿Que debería hacer?
