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Posó su mano sobre la manija de la puerta mientras volteaba a ver su antigua oficina.

Suspiro, lo iban a matar por esto.

Dio media vuelta sobre sus talones. Se acercó a lo que antes era su escritorio y posó la caja que tenia en sus brazos hay.

Se colocó en medio de la habitación mientras miraba todo meticulosamente.

Una larga pizarra café llamó su atención. Se dirigió hacia ella a paso tranquilo.

Colocó su mano sobre ella, repasaba cada un de las líneas que se habían marcado con plumón.

Sonrió al encontrarse en la orilla superior derecha una pequeña imagen, el primer boceto que hizo de un triángulo.

Bill Cipher

Una sonrisa escapó de sus labios al recordar a ese personaje, pero tan rápido como llegó se fue su sonrisa.

Gravity falls ya había acabado por su propia decisión.

Retiro cuidadosamente su mano, se acercó a su escritorio y tomó su caja donde se encontraban sus cosas.

Camino a paso ligero hacia la puerta, su mano le tembló ligeramente cuando la dirigió a la manija.

Salió de la oficina pasando por diversas salas. Llegó a una en particular, la sala del doblaje.

Por un momento sonrió, se acercó a la tabla de control de audio y la prendió.

Busco entre los archivos una pista en particular, y la puso.

Se metió a la cabina, donde múltiples veces había estado, tanto dando instrucciones como doblando a diversos personajes.

- Tío Stan, Cuándo llegan clientes parece que vez billeteras, ¿No es así?

-No se de que me estas hablando niño.

La sonrisa regreso a su rostro, aquel momento en la grabación tuvieron muchos problemas con la tabla de sonido.

Apago la melodía que el había puesto, ya no era tiempo para bromas.

Reanudó su camino por el corredor. Por un momento casi choca con una escalera.

- Lo lamento mucho Señor Hirch.

- No te preocupes, yo andaba algo pensativo y no me fije por donde iba.

- Se le va extrañar mucho.

El solo sonrió y siguió su camino hacia la salida, aquella persona siempre le animaba el ánimo cuando llego a trabajar en los estudios Disney.

Soos.

Millones de sentimientos se le acumularon en el pecho al llegar a la puerta de la salida.

Una extraña mezcla entre alegría y  tristeza fueron los principales.

Alegría al saber que su serie fue un éxito total.

Tristeza al saber que su verano ya había acabado.

Tomó todo el aire que pudo mientras empujaba la puerta.

Good Bye, Alex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora