No sé de que forma deba de exprezar de que se trata esto. Yo solamente quiero tener un lugar donde guardar las memorias de mis últimos días. Un lugar donde encerrar mis memorias junto a él...
Hola, mi nombre es Kim Jongin y estoy por dejar de exist...
Despierta al sentir el calor del sol sobre su rosto y abre los ojos de forma lenta. Parpadea varias veces tratando de acostumbrarse a la luz brillante y tratando de recordar donde se encuentra. Mira a su alrededor topándose con la imagen del chico dormido tranquilamente a su lado sobre el césped.
—Buenos días... —habla en voz baja aun adormilada para no asustarlo.
—Buenos días —responde en un susurro apretando sus ojos y volvía a abrazarlo con fuerza frotando pecho por un momento. aquello era extraño y completamente para él, pero no le incomodaba. Kyungsoo levanta el rostro y le mira fijamente en un adorable intento por terminar de despertar.
Acerca su mano despacio y con cuidado le peina el cabello hacia atrás.
—¿Como dormiste?
—Bien —responde en un susurro mientras se frota los ojos con las manos y se recuesta para mirar el cielo. —¿Tienes hambre?
Hasta ese momento no se había percatado de las largas horas que llevaba sin comer. su estomago ruge ante la idea de tener comida y con una pequeña sonrisa responde.
—Si, si tengo hambre.
—¿Que quieres de desayuno? Te cocinare —se sienta sobre el césped cruzando sus piernas aun frotando sus ojos y un abosteso escapa de sus labios.
—Cocinaré yo, no te preocupes —se pone de pie acomodando sus ropas y luego le ofrece una mano para ayudarlo a ponerse en pie. Este acepta la ayuda con una sonrisa y se pone en pie también sacudiendo su ropa. Aun tomándolo de la mano lo guía hasta la casa. Tiene un diseño muy extraño, ya que no tiene habitaciones cerradas y muchas paredes de cristal que dejan expuesto el exterior.
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—Es bonita tu casa... —se sienta en uno de los muebles blancos de la sala buscando en su mochila, de ella saca un inhalador color azul el cual coloca en sus labios para respirar el liquido que suelta al apretarlo. Mira todo aquello de forma curiosa y algo preocupado. —Estaré bien, tranquilo. Es un simple asma. —dice con una sonrisa relajadora en sus labios.
—Simple y asma no pueden ir bien en una sola oración —habla aun preocupado— Es como las palabras claustrofobia y elevador...
—He estado bien —se levanta del sofá y camina a donde se encuentra parado y lo hala en dirección a la cocina.
—¿Me puedes prometer algo? —pregunta con voz calmada mientras no pone resistencia a ser halado. Este se detiene y se para frente a Jongin mirándole fijamente a los ojos— No me ocultes nada, no quiero que algo malo te pase.
El menor en respuesta lo abraza con fuerza y ríe un poco.
—Nunca lo haría, soy muy chillón como para ocultar algo —levanta la vista y sonríe— Tranquilo.
Sin entender por que lo abrasa con fuerza pegándolo a su cuerpo y siente como le acarician el cabello con delicadeza.
—Ve a tomar una ducha, yo haré el desayuno ¿de acuerdo? —dijo mientras lo separaba un poco para mirarle el rostro y sonreír. Algo en su mente esta funcionando de forma diferente, se encuentra en una inmensa calma absoluta que no entendía. Su mente esta en total silencio y eso no sucede nunca.
