Prólogo

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Maura no sabia que por una simple casualidad volvería a encontrarse con el amor de su vida, por mucho que eso suene cliché es la verdad porque -amor- es la única palabra que encuentra ella para describir a Derek.

A ver si retomamos al pasado específicamente cuando ambos estaban en el jardín de niños...

Derek fue al primer niño que vio Maura, ella estaba sentada en su silla llorando a moco tendido cuando el pequeño ruludo de ojos color miel se le acercó.

—Nina no llores —dijo el pequeño colocando una mano sobre la suya para quitarla de su rostro

En un acto tan sencillo y tan noble para ella, el ruludo le tendió un pañito para que limpiará sus lágrimas lo que no se espero él era que ella se sacudiria los mocos con el mismo, luego seco sus lágrimas e intentó devolverle el palito

—No, quedatelo por si llorar luego —dijo apresurado el niño—  Soy Derek, ¿tu nombre?

—Bebe Maura

Sus mejillas estaban sonrojada quedando un ligero rastro de sus pequeñas lágrimas, sus ojos azules fue lo que llamó la atención del niño

—¿Amigos?

—Amigos —dijo la niña mostrando sus dientes y contagiando a Derek con su sonrisa

Mi Pequeño AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora