Cap 4

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Mi madre empezó a buscar fotos en internet

sobre los rotos que le hacen al corset y eran

pequeñitos.

Me alegre ya que no tendría tanto calor con

el corset.

Unos días después fuimos a NAZARENO y

me hicieron un gran roto en el área de la

costilla.

Me asuste porque era muy diferente a las

fotos que habían en el internet, me llamaron

para colocármelo.

Al pararme fui decidida a ponerme eso, pero

cuando me lo colocaron sentí un gran dolor

junto a una gran molestia.

No me sentía muy bien, mejor dicho me

sentía horrible y lo peor fue el dolor en las

costillas.

Disimule estar bien y tranquila vi a mi madre

a la cara tratando de ocultar mi sufrimiento

pero lo que vi en sus ojos fue que no me

creía, sabía que estaba sufriendo y tratando

de ocultar mi dolor.

Siempre e estado ocultando mi dolor y

sufrimiento bajo una máscara de alegría y

locura, cuando en realidad siempre me

encuentro pensando en cada minuto, cada

segundo en mi columna y en mi corset.

Me preguntaron si estaba bien y diciendo

una gran mentira, asenti con la cabeza.

Nunca me a gustado mentir pero no me

gusta que se preocupen por mi.

Odio ser el centro de antencion.

Después de unas cuantas cosas finalmente

nos fuimos, ya en el auto se me dificulto

sentarme como siempre pero ahora era

mucho más peor.

Llore en silencio, yo pensando que era

especial pero como dicen algunos "No Todo

Es Lo Que Parece".

Desde ese momento comenze a ver lo que

realmente era la escoliosis.

Pero como siempre trato de ver el lado

bueno de las cosas.

Pensé cosas lindas y motivadoras, por

ejemplo que si usaba el corset pronto tendria

mi columna derecha y no volver a usar el

corset.

Al llegar a casa no tenía hambre como

siempre u no quise comer.

Por la noche al dormir bueno, tratar de

dormir pase toda la noche llorando.

Nada es fácil en la vida pero se una cosa

vale la pena intentar algo que puedes

mejorar.

Siempre me repetía eso en la cabeza

también diciéndome a mi misma que

después de la tormenta viene la calma.

Al pensar en esas cosas me llenaba de fe

y alegría.

Seis meses después fui a sacarme las

radiografías al doctor feliz y un poco

nerviosa de los resultados, pero me

alegraba al pensar que había mejorado y

no tendría que usar el corset nunca más.

Me saqué las radiografías, todavía no las

habíamos visto, llegamos con el doctor lo

saludamos alegremente y sacó las

radiografías pero al verlas inmediatamente

se le borró la sonrisa y cambio a una de

seriedad...

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