A la mañana siguiente la brisa era cálida, los pétalos de sakura caían por las calles y el rubio se encontraba en su habitación durmiendo angelicalmente, dormia sin camisa y unos pantalones azules de pijama y despertó con una alarma que había puesto y se frotó los ojos mirando hacia la ventana y abriendo sus dos bellas orbes azules comenzó a mirar hacia afuera, su cabello rubio estaba despeinado y sus párpados entreabiertos ya que la luz le llegaba en el rostro, se levantó con pereza y fue hacia el baño y se miro al espejo adormilado y se arreglo un poco el cabello. Después se fue a dar una fría ducha, el agua caía por su cuerpo haciendo que el se relajara, levantaba su cabeza en una forma lo provocativa y sexi haciendo que el agua se desplasara por su rostro y terminara por su cuello, cuando acabó de ducharse se colocó una toalla alrededor de su cintura y se fue en dirección en donde se encontraba su espejo y tomó un peina y comenzó a peinarse su cabellera rubia, después se agregó un perfume suave y seductor el cual olía bastante bien. Cuando acabó de asearse se fue a vestir con la ropa que había elegido anteriormente y quedó espectacular un chico alto, GUAPO, cabello rubio, orbes azules y de buen aroma.
En cambio el azabache se encontraba en su habitación durmiendo rendido y cuando sonó la alarma de su despertador se levantó de golpe y se dirigió hacia el baño y se dio una ducha extremadamente rápida sin llegar a disfrutarla, después de miro al espejo y se desordenó su cabello como se costumbre y se vistió con una polera negra y una camisa de manga larga azul, unos pantalones rojos y sus zapatillas blancas con negro y se dirigió a la Cocina a desayunar.
Ambos chicos se encontraban desayunando pensando uno en el otro, sus sentimientos eran mutuos los cuales se conectaban todo el tiempo, el azabache nunca llegó a entender lo que significaba enamorarse de una persona ya que nunca lo había hecho, pero si en un tiempo comenzó a atraerle a su mejor amigo kimizuki, el le atraía su forma de ser le agradaba todo de el, su cabello rosa, unos ojos canela y su sonrisa alegre pero esa sonrisa que le daba kimizuki no se comparaba con la bella sonrisa que Mika siempre le dio. Sus sentimientos hacia el rubio eran confusos no sabía que sentía realmente, hasta que un día se entero que el chico de pelirosa empezó a salir con una chico de cabellos castaños y ojos verdes llamado yoichi, desde hay su corazón fue destruido totalmente y juró nunca más volverse a enamorar de alguien mas, ese fue su mayor secreto que nunca se lo había contado a nadie ni siquiera a Mika, el sabía perfectamente que si le decía algo al rubio podía llegar a crear una enorme catástrofe por lo que se guardó todo en su corazón y aquel sufrimiento que le torturo por mucho tiempo.
Cuando el azabache acabó de comer llamó al rubio desde su celular pero no recibió alguna respuesta por lo que se disputó a salir de casa y dirigirse al lugar de encuentro que tenían ellos dos.
El rubio llegó a la estación y estuvo un pequeño rato esperando, miraba el cielo con una sonrisa mientras varias chicas se le quedaban mirando o algunas pasaban cerca de el y llegaban a olfatear el dulce aroma que mika emitía atrás vez de su perfume y de la nada apareció el azabache y le dio un buen susto por la espalda.
-Yuu: Bu~!.- exclamó el azabache
-Mika: ah!. H-Hola Yuu-chan.- tartamudeo nervioso el rubio con un leve sonrojo en sus pálidas mejillas.
-Yuu: jejeje como estas Mika?.- preguntó el azabache.
-Mika: eh?, muy bien Yuu-chan.- sonrió- hace un buen tiempo que no te veía, ya te extrañaba.- dijo en un puchero el rubio
-Yuu: etto.... Si!! Perdón por no visitarte.- se disculpo con tristeza en sus orbes esmeralda
-Mika: N-No te preocupes!!.- negó el rubio con sus manos haciendo un gesto de negación
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Mi Pequeña Obsesión
RandomSoy Mikaela Hyakuya tengo 17 años y en este tiempo que he vivido en el orfanato Hyakuya he estado creando una pequeña obsesión con mi hermano adoptivo Yuuichirou Hyakuya. Mi obsesión como se lo digo a todos es sana el tener algunas fotos y almohadas...