Capitulo 1
He vivido toda mi vida mudándome, anualmente, no duramos mucho en una ciudad, así es la costumbre.
Edificios, miradas discretas, luces, Cincinnati.
Miraba la ventana, no miraba a través de ella solo miraba la ventana de la camioneta, aunque Ohio, es un estado que no llama mucho la atención, saben que está ahí, pero eso es todo, además de tener un puente muy bonito y un desarrollo estable, ahí se acaba la magia o la belleza. Si talvez sea una ciudad organizada limpia y moderna, pero no entiendo la "belleza de eso" solo son edificios, estructuras creadas, artificiales. Cruzamos el Puente John A. Roebling.
Llevo cuatro años, adaptándome a todo, desde cambios de casa, hasta ropa estrecha. Así que lo normal es pasar desapercibida ante todo tipo de riesgo, y me refiero a todo, no tengo padres sobreprotectores, solo un hermano lo suficientemente preocupado por mí, y una hermana materna (mayor) lo bastante hermosa para yo quedar tapada detrás de su silueta y remplazar a su curvilínea sombra por una un poco más pequeña y aún más callada. Así que, si eso nunca cambia, todos los problemas y riesgos se irán lo más lejos de mí al igual que lo hace la realidad.
-Estamos por llegar- dijo el conductor mientras nos miraba por el retrovisor
-Ya lo creo, sabes papá, llevamos siete horas viajando sin rumbo, en medio del tráfico creo que el –estamos por llegar- es más un vamos por la mitad, o, lo peor ya paso; a menos que con eso te refieras a ya estamos en casa que no lo creo.
-Vamos Zack esto no esta tan mal- dijo mamá volteándolo a ver, animándolo con una cálida sonrisa
-Te refieres al paisaje o al hecho de que llevamos en esta camioneta como media vida-
-Me refiero a que puede ser peor- y volvió a fijar su vista al frente.
Mi hermano nunca fue una persona cínica, solo que las personas cambian, conforme va cambiando su vida, y el cambio siempre está presente en nosotros. Zack era el hijo de mi padre, Ninna, murió después de dar a luz a Zack; y Quora es la hija de mi madre y de Wayne Roberts, que por lo que se era un hombre que perdió a mamá por jugar póker y hacer apuesta incluyendo el dinero de ella. Yo era la hija de ambos, Zasha Simmons, la unión de Mark Simmons y Janis Pesch.
El conductor, se abrió paso a través de los autos y los claxons y bosinas indiscretas, y dejo atrás los edificios, para pasar a estructuras mas pequeñas y menos extravagantes.
-Zasha, me ayudaras a mí a bajar las cajas cuando el camión de mudanza este ya en casa- dijo papá mirándome por el retrovisor
-Quora y Zack, ustedes dos le ayudaran a su madre a desempacar cuando lleguemos - mi hermana puso sus ojos en blanco mientras se volvía a colocar uno de sus audífonos en su oído
-Lo dices para cuando ya estemos en casa, o para irlo pensando durante 7 horas más de camino, sin contar el aburrimiento- dijo Zack
-Lo digo, porque ya llegamos- contraataco el conductor, Mark Simmon, era una persona con temple si se le podía llamar así, su voz gruesa retumba en toda la camioneta cuando hablaba, movio su brazo hacia la izquierda para poner la guía del auto.
El carro viro a la derecha para quedar frente a una carretera adoquinada, que se extendía más allá de otras viviendas acogedoras comparadas con los brillantes edificios que dejamos atras; para dar paso a una casa de aspecto pintoresco con pintura amarilla de tres pisos, y con una chimenea de piedra. A pocos metros de la vivienda nos detuvimos. Papá apago el carro y saco las llaves para luego ponerlas en su bolsillo, pero no abrió la puerta, se recostó en el asiento, y respiro hondo, quiza estaba cansado al igual que todos.

ESTÁS LEYENDO
Traeme mi Horizonte_Y llévame contigo
Teen Fiction-Hay diferentes horizontes -Es el mismo sol el que se oculta detrás del mar o de las montañas. -Es el mismo deseo que tengo desde que te conocí. -No puedo darte lo que tu me pides ... Un par de ojos celestes ¿podrían hacer daño a alguien?