In The Same House »l.s« [editando]

11: drunk

(Este capítulo contiene escenas de sexo gay, así que, ya saben, discreción y si no te gusta este tipo de cosas, favor de no leer)

—En serio, no sé qué haré contigo Louis —. Gruño Harry tratando de calmar a Eithan.

—Lo siento, yo solo, trate de detenerlo —. Se disculpó el castaño. Harry suspiró asintiendo, tratando de relajarse, poco a poco el llanto del menor cesó y este comenzó a dormirse en el regazo de su padre.

—Se durmió —. Susurro Louis, Harry asintió levantándose lentamente para dejar a Eithan en su cama, así puede estar a solas con Louis.

Una vez que dejo a el infante durmiendo plácidamente, regreso a la habitación de Louis con el nerviosismo corriendo por todo su ser.

—Umh, ¿Louis? —. Susurro Harry adentrándose en su habitación. —Yo, tengo que decirte algo —. Dijo sin más sentándose en la cama del castaño.

—Espera, antes de que digas algo, yo empezaré —. Harry asintió un poco dudoso. —Con lo que sucedió hace rato, yo, estaba borracho si, digamos que estaba caliente y solo quería calmar mis hormonas, lo siento si te incomode —. Louis suspiró, Harry solo asintió abrió la boca tratando de hablar pero nuevamente el castaño lo interrumpió. —No vayas a pensar que me gustas o algo así, no soy gay —. Dijo riendo nerviosamente mientras rascaba su cabeza.

En ese momento Harry sintió como una daga perforaba su pecho, Dios, eso dolió más de lo esperado. Sonrió tratando de ocultar las ganas de llorar.

—Eso fue un error así que, olvídalo quieres, no volverá a suceder —. Louis termino de hablar y tomó asiento al lado de Harry. —Un ves aclarado todo esto, ¿qué querías decirme? —. Pregunto mirando al rizado.

Harry sonrió con ironía, era un idiota.

—Recoge todos tus mocos, dejaste pañuelos en toda la habitación —. Louis frunció el ceño, Harry había sonado tan frío y seco, algo nada común en él.

—Umh, está bien —. Harry no contesto solo se levanto de la cama y salió de la habitación. Dejándolo allí solo.

...

—Buenos días...—. Hablo Louis bajando las escaleras, miro a los lados, no había nadie, eso era extraño.

Todas las mañanas estaba el chico ruloso sonriente, con su desayuno servido, al lado de él pequeño Eithan.

Camino a la cocina, nadie.
A la sala, nadie.
Incluso revisó los baños, nadie.

—¿Donde estas ricitos? —. Susurro agachando la mirada, camino hasta el refrigerador sacando una cerveza, solo quedaba una, Harry se había olvidado de irle a comprar más, de tan solo pensarlo se entristeció.

No se había dado cuenta de cuanto necesitaba de su compañía, quizás desapareció, quizás solo estaba paranoico, pero es que, el rizado nunca lo dejaría solo, el chico no es esa clase de persona.

Subió rápidamente a su habitación tomando su pantalón chandal poniéndoselo sin siquiera ropa interior.
Tomó su celular buscando el contacto "Ricitos <3".

Un pitido, dos, tres, cuatro y nada.
Decidió llamar de nuevo, nada.
Ahora sí comenzó a asustarse, trato de volver a llamar pero nada, ahora ni siquiera sonaba.
Comenzó a comerse las uñas involuntariamente, siempre lo hacía cuando estaba nervioso o preocupado y ahora estaba muy preocupado.