¿Cómo lo encuentro ahora?

608 12 18
                                    

A la mañana siguiente, bajaron a desayunar, y actuaron normalmente, como si nada hubiera sucedido durante la noche.

- Buenos días, chicas- saludó el señor Carter, levantando su mirada del periódico.

- Buenos días, papá-dijo Hanna, dándole un beso en la mejilla.

- ¿Cómo durmieron anoche?- preguntó su madre, colocando el desayuno en la mesa.

Las amigas se miraron de reojo, estaban conteniendo la risa.

- Bien, no nos quedamos hasta tarde, teníamos mucho sueño- le respondió, intentando que sonara convincente y no como una farsa.

Su madre les sonrió.

- Menos mal.

El desayuno estuvo normal, no hablaron mucho. Por suerte, el plan había funcionado y los señores Carter no lass habían descubierto.

- ¿Qué harás con tu chico?- preguntó Kim, sentandoce en la cama con las piernas cruzadas. Su amiga la miró perpleja- tu sabes, el desconocido enmascarado.

- No lo se- dijo, pensativa.

- Podríamos preguntarle a Lila, quizás ella recuerde...

- No creo, había mucha gente anoche- se pasió por su cuarto con las manos en la cadera. De alguna forma tenía que encontrarlo.

- Mmmm...¿crees que sea alguien que ya conozcas?

- No. Me hubiera dicho su nombre...

- Quizás él te conoce pero tu no a él- dedujo Kim..

- ¿Qué me conozca pero yo a él no?

- Sí, sí, por ejemplo que alguna vez te haya visto en la escuela y tu no.

Hanna rió con ganas, sí que tenía mucha imaginación.

- Me hubiera dado cuenta si alguien me estubiera mirando- le dijo- suponiendo que esa hubiera sido la situación- agreguó.

- No, porque si él...

- Que embrollo- dijo, mientras se sentaba a su lado. Ella la abrazó fuertemente.

- Tu tranquila. Lo encontraremos...de alguna forma.

- Tardaremos siglos- repliquó, apoyando sucabeza en sus manos.

- No es el fin del mundo, ¡vamos!, hay miles de chicos. Como tu vecino- agregó, mientras espiaba a través de la cortina.

- Kim, es muy grande para ti- bromió.

En eso se escuchó una bocina.

- ¡Ho, es mi madre!- exclamó. Tomó sus cosas y la acompañé hasta la puerta, donde nuestras madres hablaban.

- Hola, preciosa- dijo la señora Brooke- Hola, Hanna. ¿Qué hicieron anoche?

- Mira, para mi que se escaparon- bromió la madre de Hanna- porque no se escuchaba ni una mosca en la casa.

Se miramos de reojo, y sonríeron falsamente.

- Seguro, mamá, como si fueramos a escaparnos durante la noche...- Kim abrió grande los ojos, haciendole callar.

- Sí, mejor que no les demos ideas- dijo su madre, riendo- bueno, nos vamos. Hasta pronto.

- Adiós, Kim.

Subió a su cuarto, se echó en la cama, y se puso a pensar en el chico enmascarado.

¿Estaría buscándome, igual que yo a él?, pensó. Cerró sus ojos y suspiró. No perdía nada en preguntarle a Lila, después de todo, él me había dicho que eran muy amigos. Pero no, mejor no, no lo recordaría.

Al fin y al cabo, era sólo un muchacho, como había dicho Kim, había muchos. Sólo era un pez en el océano. Y, adeás, no había sucedido nada entres nosotros...no, sólo casi nos besamos. ¡Grrrr! y justo Kim nos había interrumpido. Pero lo hecho está hecho, y no se puede retroceder.

Debía hacer algo para distraerse, así que decidió salir a tomar un paseo y relajarse. Tomó su mp4, sus auriculares y salió.

El día era soleado, así que decidió aprovechar y dirigirce a la plaza cerca de su casa.

Se acostó en el pasto y cerró sus ojos, mientras percivía los rayos del Sol en su rostro. Allí estaba en paz, aunque sus preguntas aún estaban en su mente, pero hizo un esfuerzo por ignorarlas.

De repente, escuchó que alguien se acercaba, corriendo. No le dió mucha importancia, pero de repente algo chocó con sus pies. Abrió los ojos, y observó a mi alrededor, confundida. Su mirada calló en un muchacho, que estaba a un metro de ella. Se contemplamos por unos pocos segundos, y él comenzó a reír.

- Disculpa, no te ví ahí- dijo, luego de parar. Se incorporó y le tendió su mano- soy Dylan, ¿y tu?

- Me llamo Hanna.

- Bonito nombre- comentó sonriéndome- sus ojos... me parecen conocidos, pensó- ¿sucede algo?

- No, nada- dije rápidamente.

- Bueno... ya debo irme- dijo, recogiendo su campera del suelo y sin dejar de mirarla a los ojos- Adiós- se despidió, dedicandole una sonrisa.

Hanna observó cómo se alejaba y decidió que lo mejor era volver a su casa.

Que extraño, juro que he visto ya esos ojos, pensó.

ÓoooooooooooooooooooooooooooooooooooooÓ

Quiero avisarles, que no seguiré muy seguido con esta historia. Porque no se me ocurren muchas ideas, tengo una principal, pero no tengo inspiración para escribirlas. Mil disculpas, y quizás en noviebre pueda seguirla (: quiero que sepan que les agradezco a todos lo que hab leído (L)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 25, 2011 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CHICO ENMASCARADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora