Narra Len...
Caminaba por el denso bosque en busca de algo para poder saciar un poco mi sed de sangre, hace días que no había comido, y estaba tan desesperado que incluso en estos momentos devoraría a uno de aquellos hombres ebrios que se quedaban cerca del bosque.. Aquellos los cuales simplemente llegaba y los devoraba sin pensar en nada.. Sonaba muy cruel, ya lo creo, algo digno de una criatura la cual simplemente mataba para saciar su hambre.. Además, no creo que valga la pena perder tanto tiempo en una presa tan desagradable como ellos. Seguí caminando, siguiendo la luz de la luna entre aquellos delgados y altos árboles del bosque, amaba aquel brillo.. Era de un tono azul solo en este bosque y no importa en qué situación estuviera, siempre al sentir aquella luz me sentía más tranquilo.. Como si la luna fuera mi compañera de la noche y esta me protegiera ante todo..
Al parecer la luna ha escuchado mis suplicás, mire hacia aquella colina en la cual se podía observar la silueta de una chica.. Lo pude notar gracias a las fracciones que su cuerpo me mostraba.. Al parecer llevaba un vestido, ya que podía ver cómo las finas telas de este se movían con la suave pero fría brisa del viento.. Está es mi oportunidad para poder obtener algo está noche..
Me acerqué a la figura de aquella chica, caminando lento hasta ella para no asustarla.. Una presa así sí que valía la pena, de verdad tenía ganas de disfrutar todo de ella antes de terminar con su vida.. Al acercarme más pude percatarme de la belleza de esta joven.. Fracciones delgadas en su rostro.. Ojos rojizos y brillantes protegidos por unas largas y voluminosas pestañas.., su cabello largo, brillante y rojo.. Era hermoso.. No podía olvidar que en sus manos llevaba una rosa teñida de negro... Esto le daba un toque más encantador a aquella joven de la noche.. No se había percatado de mi presencia, por lo que pude acercarme más para contemplar su rostro y figura , sin embargo, al acercarme más pude percatarme que por tus mejillas resbalaban algunas lágrimas.. Pequeñas gotas que nacían en tu alma.. Y eran una forma más para desechar aquellos sentimientos y cargas que llevabas en tu corazón y alma..
Me acerqué y con delicadeza y lentitud tome tu mano.. Era tan cálida y suave.. - Disculpe mi atrevimiento, dulce señorita, puedo ayudarla en algo?.. - mencione intentado que el tono de mi voz sonara más delicado y dulce en un intento por no asustarte..
Narra Miki...
"Jamás volveré aquí, padre".. Esas fueron mis últimas palabras antes de escapar de casa, cumpliría con esas palabras.. Jamás pensaría volver ahí, he estado soportando todo este tiempo.. Y yo no quiero ser así, no quiero seguir las estupidas ideas de mis padres y aceptar un matrimonio con una persona a la cual nunca en mi vida le he dirigido mi palabra, todo está mal.. En el colegio no puedo dejar de escuchar aquellas voces que resuenan en mi cabeza y en mi alrededor.. "Eres desagradable", "no deberías de estar aquí", " muchacha despreciable", "persona tonta", "lamentable"... Todas esas voces resuenan cada momento en mi mente, es doloroso saber que la mayoría son palabras de mis familiares y "amigos"... No tengo a donde ir en esta fría noche, y con aquella discusión ni siquiera tuve el tiempo para tomar un abrigo... -hace frío..- susurre para mí misma y continúe caminando hasta llegar ha una pequeña colina, la noche era fría, obscura y misteriosa.. Esto la hacía ver aún más hermosa que en otras estaciones.. Pude notar que había algunos arbustos de Rosales con pequeñas flores color negro.. Un negro profundo y obscuro... Me incliné un poco para mirar aquellas Flores, eran hermosas, hacían ver más hermosa a esta noche, tal y como la luna y las estrellas lo hacían.., mire a el otro lado de la colina y pude observar una de estas rosas en el suelo, había sido cortada.. Supongo.. Aquel corte en el tallo de la planta no se veía muy natural.. Levante la rosa en mis manos y inhale aquella fragancia.. -es muy dulce, peor a la vez ligeramente ácida..- sonreí y continúe caminando mientras bajaba la colina.., mire a lo lejos y pude observar una silueta al bajar la colina.. Parecía que se encontrara ahí esperándome, baje un poco más para observar quién era..
Al bajar quede a escasos metros de aquella silueta obscura.. Fue como si el mundo se hubiera detenido por segundos.. Me quede en la misma posición por algunos minutos.. No te como la silueta se me acercaba, sin embargo, no podía moverme.. Y las lágrimas corrían por mis mejillas más lentamente.. Áquella figura tomo mi mano.. Su piel era suave.. Y a la vez muy fría.. Tome su mano de la misma forma.. Fue ahí cuando decidí levantar la vista para mirarte.. Ojos grandes y azules cual zafiro.. Parecía que tenían brillo propio e iluminaban este bosque.. , tu piel pálida.. Casi blanca como la luz de la luna.., cabello rubio, finamente amarrado en una coleta... Y lo que más me cautivo.. Se asomaban entre tus labios dos objetos puntiagudos asemejando colmillos, tal vez tus dientes tenían alguna especie de malformación, fue lo primero que pensé.. Q-quien era el..? Que hacia aquí?.. Me formule aquellas cosas mentalmente.., sin embargo tú voz detuvo mis pensamientos con aquella pregunta..
- Disculpe mi atrevimiento, dulce señorita, puedo ayudarla en algo?-
Al mirar tus labios pude observar que efectivamente aquellos objetos puntiagudos eran parte de tus dientes.. Tome valor y respondo casi hipnotizada por tus ojos..
-Q-quien eres?... -
