Era una madrugada de verano. Una de esas lluviosas a las que pocos les gusta, pero en la cual un chico de cabello largo y castaño estaba en el asiento trasero del carro de su madre a punto de llegar a aquel lugar que marcaría un gran cambio en su vida y en la historia de toda la Tierra. Él no sabía realmente cuán importante era ese día; no por lo que estaba pasando, sino por lo que sucedería. Elwin Renzo Ramírez –aunque no le gustaba su primer nombre y jamás había entendido por qué se lo pusieron– era un amante de esas lluvias veraniegas que vivía cada que abría por unos segundos la ventana de su derecha y miraba hacia arriba para luego cerrarla debido al frío. Lo único que no le gustaba del clima de su ciudad era el constante cambio: en las mañanas el día estaba nublado, luego soleado, después mucho más sol y finalmente frío. Pero, a pesar de todo, nada le impedía disfrutar de la lluvia, aunque las imperfectas pistas habían hecho imposible que Renzo durmiera en el trayecto a su destino y su única alternativa en ese momento era mirar las calles grises y borrosas por las que pasaba. "Ya dormiré cuando llegue", se decía. Por momentos dudaba de su vista, ya que realmente todo parecía estar en escala de grises, pero luego miraba al radio del auto de su madre y podía observar la lucecita morada parpadear y escuchaba decenas de esas canciones tranquilas y románticas que a ella tanto le gustaban. Por ratos miraba al reloj en su brazo izquierdo y pensaba "Faltan dos horas", "una hora y media", "una hora y veinte", "una hora y cuarto". Cada vez miraba más seguido al último regalo que su padre le había dado antes de despedirse de él hace ocho años. Al menos, pensaba, volvería a verlo pronto. No es que no le agradara su mamá, sino que él creía que era como si no estuviera. También pensaba que eso era irónico, ya que, supuestamente, son las madres quienes tienen más cariño y cercanía con sus hijos. Sin embargo, debo añadir, eso es lo que pensaba Renzo en un inicio; ya que luego cambió de parecer. Por otro lado, el padre de Renzo, aunque ausente y no muy responsable que digamos, siempre le demostró su afecto, pero el nuevo trabajo que había conseguido se lo llevó lejos, y es después de ocho años, un mes, dos semanas y tres días que esta historia inicia, con este joven delgado y de ojos profundamente negros llegando al aeropuerto de su ciudad natal. Bajó del auto de su madre y, junto con ella, sacó sus maletas. Nadie más los había acompañado, ya que la decisión de viajar fue tan repentina que hasta el mismo Renzo no podía creer que realmente estuviera haciendo eso. Ya lo había conversado con su madre semanas antes, pero no habían quedado una fecha exacta y, una noche, dos días antes de partir, la madre de Renzo soltó el vaso que llevaba en la mano cuando su hijo le dio la noticia.
–Renzo, ¿estás completamente seguro? Bueno, el dinero lo tenemos, pero sabes que ese viaje implica muchas cosas, hijo.
–Lo sé, mamá, pero el treinta y uno de enero es el cumpleaños de mi papá y no pienso pasar otro año más sin verlo. Haría lo mismo por ti y lo sabes. Además, no sería por mucho tiempo, ¿o sí?
–Tres meses.
–Y luego volveré contigo, mamá. No tienes de qué preocuparte, solo pasaré noventa días con mi papá.
–Noventa y uno. Febrero es bisiesto el año que viene –respondió su madre–. Además, ¿qué va a pasar con el examen de admisión?
–Vamos, mamá; no exageres. Eso todavía es en la primera semana de abril y ya básicamente estoy dentro. En serio; te complicas demasiado. Solo pasaré las vacaciones con él.
Su madre se quedó en silencio unos segundos, pensando cómo responder.
–¿Y él sabe que quieres ir para allá?
–Hablé con él hoy por la mañana.
–Siempre contándole a él las cosas antes que a mí. En fin, ¿le aviso a la abuela para que nos acompañe?
–No, por favor; no quiero lágrimas por esto. No es que me fuera de por vida o que nunca más los vuelva a ver; tan solo es un viaje. Algo así como ir de campamento.
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Punto y coma. El viaje de Renzo
AdventureRenzo Ramírez es un chico de dieciocho años y de padres divorciados al que no le importa nada en la vida; sin embargo, las cosas comienzan a cambiar cuando un día decide ir a visitar a su padre después de no verlo por ocho años. Confrontado por vari...