La historia continúa {INAZUMA ELEVEN GO!}(sin corregir)

TIEMPO PRIMIGENIO

Hace dos días Seth me llamó desde la pulsera que me dio y me dijo que fuera a las afueras del barrio de tiendas, que allí encontraría el campo de entrenamiento para los que llevan las mismas pulseras que nosotros.

Cuando llegué exatamente donde me dijo que estaría el campo de entrenamiento, solo veía descampado y ni un alma a mi alrededor. Pero algo me decía que no todo era tan...digamos ¿normal?

Ya había pasado diez minutos de la hora dicha. Sí, así es como tratan a los nuevos componentes.... No quiero saber como trataran a sus enemigos.

Rebeca: ¿Donde estará ese campo de entrenamiento? Aquí no hay nada-.

De repente se oye un movimiento de engranajes y el suelo empieza ha temblar. Cuando menos me lo esperaba, el suelo comenzó ha abrirse y apareció un subsuelo. Antes de que el suelo se abriera por completo salté y caí en ese subsuelo. Cuando me levente miré arriba y vi como se cerraba la "puerta". Todo se quedó en silencio y oscuridad.

Rebeca: No veo nada....-.

Se encendieron unas luces en el suelo y tambien en el techo mostrando un pasillo. Como sólo veía eso, decidí seguir ese camino. Mientras andaba no me encontré con nadie, sólo veía cables sobre mi cabeza y el suelo por el que iba caminando. Llegué hasta el final, al menos eso creía. Me topé con una puerta bastante grande, con una especie de símbolo en el centro, parecía un reloj de arena. Éste empezó ha girar después de que una luz roja que estaba en una esquina se tornó verde y abrió el mecanismo.

Crucé la puerta y allí estaba, el dicho campo de entrenamiento. Me acerqué al terreno de juego y observé mi alrededor. En un lateral del campo había unas gradas y en lo más alto parecía encontrarse una sala, al menos eso creo, porque desde el terreno de juego se ven ventanas dirigidas hacia aquí. También se podía apreciar varios tubos con balones de fútbol en su interior, a otro lado del campo, unos muñecos, son maniquíes, pero se parecen a los que utilizan para entrenarse los karatecas o algo así. El caso es que parecían articulables y que en algún momento se moverían. "Dan mal royo" pensé para mis adentros.

Me puse en el centro del campo y se escuchó como algo se ponía en marcha, uno de los tubos me lanzó un balón bastante fuerte, pero lo paré sin ningún problema. Después se oyó la voz mecanizada de un hombre.

"Entrenamiento de ataque grado 1"

Rebeca: ¿Entrenamiento de qué?-.

Uno de eso muñecos se encendió y se dirigió hacia mi, parecía una persona corriendo. Sólo se me ocurrió coger el balón y chutar hacia aquel maniquí. Le di de lleno, le di tan fuerte que lo rompí, se podían ver los cables y las chispas que salían de él.

Rebeca: Muñecos a mí, las muñecas que me regalaron los abuelos Di Rigo se han vuelto o calvas o góticas-.

Seth P.: Sabía que no dudarías en chutar contra el muñeco de entrenamientos-.

Alan K.: Parece ser que tenías razón sobre esta chica, es muy fuerte-.

Rebeca: Es un simple maniquí, podría vencerle con los ojos cerrados. ¿Y tú quien eres?-.

Alan K.:  Me llamo Alan Kyrk. Y soy el capitán del Vía Láctea. Es todo un placer conocerte, Rebeca Blade-.