PARA MI AMADA ESPOSA

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Querida esposa:

Te amo.

Supe que eras el amor de mi vida desde el primer momento que posé mis ojos en ti, ahí sentada bajo la sombra de aquel árbol en la entrada de mi facultad pero ¿y cómo no quedar impregnado de tu encanto si te veías tan hermosa entre esas sombras? Con la concentración bailando en tus ojos.

Fuiste como un imán para mí, me atrajiste hacia ti y lo siguiente que supe fue que estaba sentado a tu lado, invadiendo tu espacio personal, notando como te tensabas ante mi presencia, pero a decir verdad no me importó, es más, me encantó haber perdido el examen que tenía ese día, porque la hora que pasé a tu lado, tratando de entablar conversación contigo, no la cambiaría por nada.

Y supe que había tomado la mejor decisión cuando aceptaste salir conmigo y, de repente, estábamos en ese café, tú, toda hermosa frente a mí, con tu cabello anaranjado enmarcándote el rostro y tus maravillosos ojos café mirándome tímidamente a través de los cristales de tus lentes y yo, tan torpe y sudoroso que hasta café derramé sobre ti.

Debí haberte gustado un poco o haberte causado bastante lástima para que aceptaras seguir saliendo conmigo, y ahí estábamos nosotros: compartiendo todo el tiempo libre que teníamos juntos., saliendo, conociéndonos, encariñándonos... y finalmente enamorándonos.

Fuiste el mejor primer beso que haya podido tener y, es que el sabor de tus dulces labios borraron cualquier recuerdo de mujeres antes de ti.

Fuiste mi fuerza y mi alimento a través de los años, mi complemento y mi alegría.

Y después me hiciste aún más feliz con la llegada de nuestros hijos.

Sencillamente fui el hombre más afortunado al encontrar a la mejor mujer en el mundo.

Y te amo, te amo como un loco ama su demencia.

Pero te destruí, te hice sufrir y sé que, cuando todo termine, lo seguiré haciendo y por ello me gustaría pedirte perdón, pero sé que el perdón no se pide, se gana.

Lo siento, profundamente, lamento todo esto porque sé que te fallé, te prometí que tu corazón y tu felicidad estarían a salvo conmigo pero no fue así, desafortunadamente rompí mi promesa de darte "un felices para siempre".

Noté como tu espíritu se resquebrajaba con el tiempo, como tu actitud siempre alegre, se magullaba hasta solo ser una sombra de lo que era, también noté que ya no sonreías como antes, cuando tus ojos se alumbraban ante mi presencia, ahora solo consigo una simple mueca de tu dulce boca y prefiero no hablar de tus alegres carcajadas, porque ellas ahora solamente habitan en mis recuerdos.

Créeme, yo entendía tu actitud de querer mostrarte tranquila ante el resto del mundo, aun cuando sabíamos que las cosas distaban mucho de ser tranquilas.

Todo fue mi culpa, yo fui el débil cuando se suponía que tenía que ser el fuerte de los dos.

Que equivocado estuve siempre al creer que tú eras la débil.

Jamás podré perdonarme el haber traído tanta desdicha a tu vida, pero es que poco pude hacer para arreglar mi situación.

En fin, no sé de donde he sacado la fuerza para escribirte esta carta, solo sé que la conseguí y te quería decir que han sido los mejores 20 años de mi vida y eso, porque los pasé a tu lado.

Te quiero, te adoro, te idolatro, te amo profundamente y siempre será así.

Hasta el final de los tiempos.

Te pedí que fueras a casa a buscar mi chaqueta favorita, pero solo fue una simple excusa para tener este momento y poder escribirte lo que sentía en la soledad de esta habitación de hospital.

Sé que para cuando leas estas palabras, ya me habré ido y la leucemia habrá hecho de las suyas una vez más, aunque traté con todas mis fuerzas para que eso no ocurriera.

Me despido de ti con lágrimas en los ojos, tal vez pienses que fui egoísta y cobarde al no querer hacerlo frente a ti pero entiende que no quise llevarme como último recuerdo tu tristeza.

De ti me llevo conmigo tus risas, tus besos, tu olor y el recuerdo de la primera vez que te hice el amor.

No quiero tus tristezas, tus lágrimas y tu dolor, como tampoco las quiero para ti.

Quiero que logres ser feliz amada esposa, no te encierres en el dolor, no quiero que te consumas como mi enfermedad lo hizo conmigo, sino lo haces por ti, entonces hazlo por mi recuerdo.

Quisiera poder pasar al menos otros 20 años a tu lado, pero ya ves, la vida tiene una manera muy peculiar de hacer de las suyas, pero no podemos cuestionar las decisiones que Dios ha tomado para nosotros.

Recuerda que te amé desde el primer momento y me voy sintiendo el mismo poderoso amor que nos unió desde un principio.

Se despide de ti:

Tu amado esposo.

Canción:

One and Only - Adele.

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