Falling In Love {FIL#1}

Capitulo 2

-¿Crees que así estoy bien?

-Claro, te vestí yo. -Dijo Jenna tirándose flores. -Alomejor ligas y todo.

-No lo creo. -Murmuré apenada.

-No sé porqué dices eso, con lo guapa que eres...

-No quiero hablar del tema, Jenn. -Asintió y volvió a pintarse los labios para sonreír.

-Vamos. Ya casi son las y media y Zach estará a punto de llegar.

Asentí y ambas salimos de mi habitación. ¡Ah! Había olvidado algo... Zach y Jenna eran primos.

-¡Wow! Están guapísimas. -Dijo mi hermano mirándonos de arriba abajo. Casi que se le caía la baba viendo a Jenna.

-Tienes razón, hijo. Las dos están muy guapas. -Dijo ahora mi mamá sonriendo. Un claxon se oyó a lo lejos y supimos que seria Zach.

-Tenemos que irnos.

-Tengan cuidado con lo que hacen.

-Si, adiós. -Nos despedimos y salimos para subir al coche de Zach. -Hello.

-Hola, hermosura.

-Yo también te quiero, Zach. -El chico rió para poner rumbo a la fiesta.

•••

-¿Te diviertes?

-Bueno... -Me encogí de hombros sin saber muy bien que decirle.

-¡Pues yo si! -Gritó Jenna eufórica.

La situación era bastante graciosa en verdad. Los tres estábamos lo bastante cerca como para oirnos perfectamente, pero en este caso teníamos que gritarnos para oirnos por encima de la música.

-¡Vamos, Ann! ¡Vamos a bailar! -Jenna me agarró de la mano para arrastrarme a la pista de baile improvisada donde habían muchos adolescentes bailando y bebiendo.

-Sabes que yo no bailo cuando...

-¡Menea las caderas, Anni! -Reí cuando ella empezó a moverse atrevidamente.

Yo para el baile era pésima. No sabia si era que no me gustaba bailar o qué no se me daba.

Comencé a moverme a pesar de que mis movimientos eran un poco patosos, pero algo era algo.

-¡Oye, Anni! ¡Aquel chico de allá no te quita el ojo de encima!

-¿Qué chico? -Pregunté dándome la vuelta descaradamente.

-¡Aquel de allí! -Señaló a un chico que para nada me estaba mirando. -Bueno, ahora no lo hace ¡Pero lo hacía!

-Si, claro... -Agaché la cabeza algo apenada. -Voy a... Voy al baño.

-Oye, Anissa...

-Solo voy al baño, Jenna. -Asintió no muy convencida y yo me dí la vuelta para salir de allí en medio.

Realmente tenia pensado ir al baño, pero sin querer acabé en el jardín trasero de la casa. Me fue inevitable no fijarme en la gran piscina que había allí. Muchos jóvenes estaban dentro con ropa y otros sin ella...

Yo caminé hasta la zona en la que no habían muchas personas para sentarme en el suelo. Por un momento creí que de verdad aquel chico me miraba... Ahora ya sé que solo fueron cosas de Jenna...

-Hola... -Levanté la cabeza para ver a un lindo chico sentarse a mi lado. -¿Puedo preguntar por qué estás sola?

-Yo... -¿Me hablaba a mi? 《No, a las plantas que están a tú lado. ¡Claro que es a ti!》

-Tú... -Me animó a seguir.

-Estaba buscando el baño, pero me perdí...

-Suele pasar en las casas grandes. -Rió y pude fijarme en sus blancos dientes. -¿Quieres?

Movió su mano hacia mi mostrandome un cigarrillo. No me había fijado que estaba fumando.

-No... Gracias. -Asintió para llevárselo a la boca.

-¿Conoces a Will?

-¿A quién?

-Will es el dueño de la casa.

-Ah, pues no... Sinceramente, fui invitada por mi amiga.

-Y tú amiga es...

-Jenna.

-Ni idea. -Respondió para volver a llevarse el cigarrillo a la boca. -La verdad es que en este tipo de fiestas conoces a gente de todos lados.

-Me supongo... -Dije incomoda. ¿Por qué no se iba? Ni siquiera me ha dicho su nombre. 《Tú tampoco le has dicho el tuyo.》

-Vamos al baño.

-¿Eh?

-¿No querías ir al baño? -Preguntó divertido.

-S-Si...

-Pues vamos. -Se levantó para tirar el cigarrillo y extenderme su mano. Yo la agarré para ayudarme a levantar y juro que sentí una leve electricidad recorrer mi espalda.

-Gra-gracias...

-No tienes que darlas. -Sonrió y entramos a la casa para subir unas escaleras y meternos en uno de los pasillos. -En verdad hay un baño abajo, pero seguro que habría que hacer cola y en este no.

-Gracias. -Negó divertido y yo entré al baño para cerrar la puerta con seguro.

Me miré en el espejo y sonreí. Aún no me creía que ese chico estuviera hablandome. A mi.

Aún con la sonrisa en la boca, desabroché mi pantalón y me senté en el retrete para hacer pis. Luego volví a subirme el pantalón para bajar la cisterna y lavarme las manos.

Le quité el seguro a la puerta y dejé mi mano sobre el manillar. ¿Y si abro la puerta y sigue ahí? No, eso es imposible. Él solo me acompañó y se fue.

Abrí la puerta y efectivamente el chico ya no estaba. 《Era de esperar.》

Bueno, después de todo no puedo decir que me lo pasé tan mal en esta fiesta...