¿A qué le temes?

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Un joven, que vivía en casa de sus tíos, se encontraba cenando en un restaurante con unos amigos, que de hecho, también eran compañeros de un equipo de football de la escuela. Siguieron comiendo y hablando, hasta que decidieron irse, ya muy agotados por el día.

En la mañana siguiente se pusieron a jugar, cerca de la casa del joven, mientras unos primos suyos, que vivían con él no los quisieron acompañar y mejor se quedaron a jugar video-juegos dentro de la casa. Curiosamente mientras jugaban notaron que, en algunas escenas del juego, aparecía un personaje extraño, lo cual no había pasado antes. Sin embargo no le dieron importancia y siguieron jugando. Mientras tanto, los otros muchachos seguían jugando football, cuando de repente, se percataron de que había un bebé llorando muy cerca de allí, el joven fue a ver, a la orilla de la calle y lo vio. Era un bebe que iba gateando y llorando, el lo levantó, lo abrazó, le limpió las lágrimas, le dio unos cuantos besos en las mejillas y notó que estaba enfermo, así que fue con sus tíos, quienes se quedaron con él, para después buscar ayuda para encontrar a su familia.

Su hermana, que también vivía con ellos se encariñó con el bebé y partió cerca del medio día, a una clase en el colegio, donde se encontraría con pretendiente suyo, el cual le molestaba un poco. Esa tarde logró sacarle una sonrisa, pues le dejó un ramo de flores junto a su asiento. Quizá le dé una oportunidad a ese chico.

En casa el joven se puso a hablar con una amiga, le confesó que siempre le han gustado los bebés, cuando ve uno, le dan muchas ganas de abrazarlo, besarlo y jugar con él. Así también, le dijo que le causaba mucha tristeza ver a ese bebé sólo, sin alguien que le de amor y lo cuide.

Ya más tarde, los niños seguían jugando el mismo juego y veían al mismo personaje, al cual ya se habían acostumbrado. El bebé pasaría la noche allí, pues no habían averiguado algo sobre su familia.

Así pues, llegó la noche. La hermana del joven se apresuraba para llegar a casa, a ver al bebé y descansar. El pequeño encontró, en unos cachorritos que tenían en la casa, a unos buenos compañeros para jugar. En la casa también tenían a un perro de raza Bichón Bloloñés el cual pasaba la mayor parte del tiempo con el adolescente. El chico dormía con su perro en la planta baja.

Cuando ya todos estaban dormidos, aproximadamente a las cinco de la madrugada, no se podía ver nada sin las luces, pues no había luz de la luna, los niños seguían jugando video juegos, cuando de repente volvieron a ver a ese extraño personaje, en una escena que se volvía violenta. Entonces parpadearon las luces por un segundo y cuando volvieron a encenderse, el personaje extraño estaba sentado entre el televisor y ellos... Ellos gritaron, pero nadie fue con ellos... Entonces el ser extraño se levantó y gritaba, mientras los niños seguían gritando de horror y observaban su rostro, que parecía de un cadáver en descomposición. Después apareció un ser más pequeño con cabeza de forma ovalada, ojos grandes y boca pequeña. Entonces cuando el otro ser acercó su rostro al de un niño, el rostro del niño se deformó, como si fuese de gelatina, derramaba sangre y partes de cerebro, mientras seguía intentando gritar, pidiendo ayuda. El otro niño se quedó inmóvil, pero sin dejar de gritar. A los pocos segundos después, fueron por él. Quedaron los dos cadáveres con los rostros deformados y los huesos de las costillas dislocados. Nadie en la casa escuchó nada...

Cuando se dieron las cinco y media de la madrugada, el extraño ser se dirigía hacia arriba, a donde se encontraba el bebé durmiendo con los cachorros. Rápidamente entraron, se acercaron a ellos y el bebé empezó a llorar junto con los cachorros. Nadie más los podía escuchar, el ente se acercó aun más al bebé, quien lloraba con más fuerza, sin que alguien lo pudiera escuchar. Abajo el adolescente despertó y le vino a la mente un viejo recuerdo de una pesadilla que tuvo hace muchos años, entonces sintió una presencia maligna en su casa, su perro despertó también, también recuerda que los perros pueden ahuyentar a esa maligna presencia, así que corrió por las escaleras, lo más rápido que pudo, acompañado de su perro. Sin embargo, al parecer no llegarían a tiempo.

Cuando, el ser de menor estatura, estaba a punto de acercarse al bebé y los cachorros, la obscuridad absoluta del cuarto desapareció y comenzó a aclararse poco a poco, lo cual los hizo retroceder, entonces el joven abrió la puerta y entró con el perro, para abrazar al bebé y a los cachorros. Él se quedó allí y abrazaba al bebé, mientras miraba un par de muñecos extraños, que yacían tirados en el sueño...

Lejos de allí, en un lugar donde aún es de madrugada, despertó un niño. Siente una presencia extraña en su habitación... Mira hacia una rendija que quedó entre las cortinas de su ventana, ya que ha tenido esa sensación intensa, que todos tenemos, cuando sabemos que alguien nos está mirando...

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⏰ Última actualización: Feb 20, 2016 ⏰

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