<< Aveces la ultima persona en el mundo con la que quieres estar es la unica persona sin la que puedes estar >>
La nieve lo cubría todo y seguía cayendo en copos que el viento hacia remolinear suavemente. Era la primera vez que veía tanta aqui en Cambridge que pronto me embargo una sensación de maravilla. Me quede ahi sentada, en un silencio lleno de paz, observando la hipnótica caída de los copos. Cerre lentamente los ojos y solte un delicado suspiro, caí en un profundo sueño perdiendo la noción del tiempo.
Senti pequeños golpecitos en mi hombro izquierdo, abrí los ojos y mire a mi alrededor, estaba en mi habitación.
"Señorita Pearson..."
Mire a aquella persona parada al lado de mi cama, vestia de un traje negro muy elegante con su cabello totalmente negro peinado hacia atras, le dedique una pequeña sonrisa.
"Me alegro de que por fin despertó, solamente queria informarle que la cena esta lista, Pasta en salsa de Podomoro"
"Richard, solamente basta con decir Pasta en salsa de tomate" - Dije mientras cepillaba mi cabello frente al espejo
"Pues... su padre prefiere que lo diga asi pues dice que es algo mas apropiado, por cierto, su padre me informo que el cenara con usted"
"¿A si? y ¿a que se debe tan inesperada noticia?"
"Vendra alguien a cenar, no se exactamente quien pero ha de ser alguien muy importante para su padre pues me ha mandado a avisarle que use ropa apropiada"
Me observe de pies a cabeza, mi atuendo no era el apropiado para una cena. Deje el cepillo sobre la mesa de madera y me levante del pequeño asiento, camine a mi armario y tome un lindo vestido negro de encaje que me regalo mi padre unos meses atras.
"Richard ¿Crees que este es un vestido apropiado para la ocasion?"
El lo miro de arriba hacia abajo con una pequeña sonrisa
"Realmento creo que es el indicado, la ultima vez que lo uso en la cena de su padre en Oxford usted parecia un angel entre toda la multitud"
"Muchas gracias Richard por tan hermosas palabras, creo que definitivamente usare este"
"Con permiso señorita, me retiro"
Asenti con la cabeza y cerre la puerta con llave. Tome el vestido con ambas manos y me adentre al biombo que se encontraba en mi habitacion, me cambie por el vestido y tome unos tacones de plataforma negros un poco altos, me sente frente al espejo y acomode un poco mi cabello dejando pequeñas ondas en las puntas las cuales llegaban hasta mi cintura, aplique un poco de maquillaje en mis ojos y brillo en mis labios.
Me levante del asiento y camine hacia la puerta de mi habitacion, gire lentamente el picaporte hasta que de este provino un "¡Click!", abri completamente la puerta y antes de empezar a caminar respire profundamente pues estaba muy nerviosa, no era muy sociable y siempre que habia una cena a la cual debia de asistir, mis piernas flaqueaban y mis manos empezaban a sudar.