La familia Kim y Jeon han llevado un lazo de amistad bastante fuerte hace más de dos generaciones. Un desencuentro de sus hijos hace que se cuestione si el lazo seguirá siendo igual de fuerte. Para la sorpresa de ambas familias la situación se calmó debido a...unos limomes.
Hace 3 meses.
Mingyu corría emocionado. Hace unos días su grupo favorito había sacado un nuevo álbum y ansiaba tenerlo en sus manos.
A pesar de haber estado media hora esperando ser atendido, cuando finalmente obtuvo el álbum, supo que había valido la pena.
Iba totalmente concentrado en el pedazo de plástico que tenía en sus manos, y no se dio cuenta que había tropezado con un chico.
Jeon Wonwoo.
El chico el cual sus padres deseaban que su hijo entablase una relación amistosa. Era inteligente, y parcialmente callado.
El polo opuesto de Kim Mingyu.
Quien era totalmente extrovertido y muy escandaloso.
No creyó haberlo empujado muy fuerte, pero ahí se encontraba el pelinegro. Tirado en el suelo. Si comparamos a Mingyu con Wonwoo habría una gran diferencia de masa corporal, a pesar de que el pelinegro fuera mayor.
Se río de sus pensamientos.
—¡¿De que te ríes, idiota?! ¡Me tiraste! -Gruñó enojado el pelinegro.
—No es mi culpa que seas un fideo, tsk. -Contra atacó Mingyu.
—¿Ah sí? ¡Pues..eres una montaña! -El pelinegro estaba totalmente enojado, y empezó a decir un montón de incoherencias.
—Mis amigos me dicen mounteen, así que no me molesta, fideo. -Se burló el más alto.
—¡Yah! -El pelinegro estaba hirviendo, en algún momento explotaría.
—¿Te levantarás o tomarás una siesta? -Continuó el castaño. El pelinegro no pudo responder, en la autopista pasó un camión de verduras tan veloz provocando que un par de limones cayesen al suelo. Dada la casualidad, al lado del pelinegro.
El más bajo actuó por puro impulso, agarró los limones y se los lanzó al más alto.
—¡Oye! ¡¿Qué te pasa?! -Ahora Mingyu se había enojado. Se imagino a él en esa situación y haría exactamente lo mismo.- ¡Yah! ¡Lo siento!
Terminó con los disparos de cítricos y miró al mayor agitado. Mingyu le ofreció la mano.
—¿Te hiciste daño? -Wonwoo lo miró extrañado por su repentino cambio, pero finalmente negó.- Bien, uh, eh...lo siento. Soy un idiota a veces y digo puras tonterías. -Se rascó la nuca avergonzado.
—¿Sólo a veces? -El pelinegro enarcó una ceja.
—Me estoy disculpando, siéntete importante. -Mingyu bromeó-
—Esta bien, de todas formas yo debería pedirte perdón. Te lancé limones. -Ambos soltaron carcajadas.
—Bien...¿quieres ir a tomar algo? -Invitó el castaño.
—¿Qué tal una limonada? -Wonwoo sonrió.
