Otra mañana mas, otro día de escuela mas, otro desayuno mas, ¡Dios!, que es esto, teóricamente es un caso crónico de un dejavú, en el cual solo cambian mis ropas y las clases, ¡nada mas!, suerte al menos tengo de no vivir tan lejos de la escuela. Estoy cursando mi año de "junior" en el bachiller y es reconfortante la idea de que en solo falta un año mas de escuela y se acabo. Pienso que sera todo mejor, aquí en Maine las cosas no cambian mucho ("al menos eso creo yo").
-Suena un móvil.
-Hola, Sussane. -Digo en un tono amigable.
-Buenos días, Dan, que acaso no fue educado? Sea caballeroso, habla con una dama-. Bromea Sussane. -Te llamo para confirmar si hiciste el reporte, recuerda que es nuestro cuarenta por ciento de la nota.
Y no lo hice, por lo cual respondo.
-Pues si, si, claro, por supuesto, 25 paginas no?
Ella responde.
-¡Wao!, Dan Rogan, wao-. Sorprendida dijo. -Te has esforzado, con 15 bastaban, me has sorprendido.
En ese momento me sentí muy idiota, a pesar de que no había hecho nada, ahora tenia que trabajar arduamente y todo en dos horas; suerte tenia de que me levanto temprano; me gusta ver el amanecer, es uno de mis pasatiempos favoritos.
-Perfecto-. Dije. -Te veo en la escuela.
Susan dijo.
-Recuerda que hoy entramos dos horas mas tarde, procura cuidar el reporte, te quiero, besos. -Y colgó.
Conozco a Sussane desde mi infancia, vengo cursando con ella desde jardín de niños, junto también con Cid y Ángel, al cual le decimos "ojos" por sus saltones ojos marrones. El detalle era hacer 25 paginas de reporte en cuatro horas, sobre "La violencia en el ámbito espiritual", la violencia en si, es un tema amplio, pero, a nivel espiritual? Donde están los tornillos faltantes, donde estan...pues me enfoque en empezar algo que me iba a aburrir lo suficiente, a las 5:34 de la madrugada. Tenia cuatro horas para hacerlo, de las seis a las diez, pero necesitaba terminar antes, porque debía alistarme y comer algo mas ante de irme. Pues aproveche el amanecer, para tener mas concentración en la violencia a nivel espiritual ("¡menudo tema!") y sacar ideas o al menos intentarlo.
A las 9:27 de la mañana acabe la tortura la cual había olvidado hacer a tiempo, solo hice 19 paginas; mas tarde diría a Susan que descarte seis paginas porque eran irrelevantes y me preocupa nuestro cuarenta por ciento ("yo no diría eso") y entregaría el reporte.
Me aliste y comí algo, ya para las 9:54 iba de camino, al menos no me quejaba, tengo auto propio, un Mazda 3 negro, del año 2007. Me lo regalo mi padre en mi último cumpleaños, cumplí 17 y ese fue mi estupendo regalo. De camino a la escuela, me encontré a Ángel, al cual recogí y le pregunte.
-Por qué vienes a pie? Que le paso a tu Sánchez?
Ángel tenia un Sánchez, un poderoso Sánchez, era como su vida.
-Ayer casi tuve un accidente, los frenos se rompieron, preferí no arriesgarme hoy y vine a pie. -Se le veía decaído.
-¿Como es eso?, ¿como es eso de que casi tienes un accidente ayer? -Pregunte.
-Estaba bajando por la Dreid street y en su intersección con Olm Valley, alguien paso el semáforo en rojo, accione los frenos, pero al parecer no funcionaban, iba a 67 km/h y tuve que empezar a frenar de a pisotones y virar el timón hacia otro lado, casi me estrello con el carro.
Atendiendo a la carretera, pero también a lo acontecido con Ángel, exclame:
-¡Dios mio!, por un pelo, chico.
-Si que lo fue. -Dijo este. -Fue como que si alguien los hubiese cortado, cuando revise, estaban cortados.
-¿Saben en tu casa que paso? -Pregunte
-Si se enteran de eso me quitarían a Félix y no quiero eso. -Le decía Félix Sánchez, en referencia al atleta Dominicano Félix Sánchez, corredor olímpico.
-Ya veo. -Exclame en un tono tranquilo.
-Si, pues tendre que arreglar a Félix sin que nadie se entere, sera difícil, pero con calma lo lograré.
Después de decir eso, Ángel subio la radio y comenzó a cantar Fix you de Coldplay, canción que le sentaba bien al momento el cual estaba pasando y yo me enfoque en seguir manejando, ya solo faltaban menos de 400 metros para llegar a la escuela, vivía a solo 1 kilometro, por lo cual solo usaba el carro por solo si después de clases queria dar una vuelta.
Llegamos a la escuela a las 10:03, tres minutos tarde, nada grave, Ángel fue a su clase y yo a la mía, para reunirme con Susan. Entre al aula y el profesor U. Clockestter no había llegado, me senté al lado de Susy, le entregue el reporte y le dí la noticia de las 6 paginas descartadas ("que linda excusa, Dan, ahí si te exforzaste").
