Note como su frágil y templada mano se aferraba con decisión y gracia a la mía, nuestros dedos se entrelazaban de tal forma que no se apreciaba donde terminaba una mano y comenzaba la otra. Nuestras manos ahora siendo una sola se elevaban por encima de nuestras cuerpos que se encontraban tendidos sobre un prado, su mejilla apoyada en mi pecho, sentia su calor por encima de una capa de ropa, solo eramos dos en un solitario e inmenso universo, solo dos... solo eso bastaba, pero todo sueño acaba aunque parezca eterno.
Al despertar solo atisbe una oscura y solitaria habitación, sentia una gélida corriente de aire proveniente de una ventana abierta que hacia danzar a las cortinas; mis manos temblaban y mis dientes castañiaban, pero aun sentía el agradable pero incómodo recuerdo de su mejilla reposada en mi pecho; el recuerdo murió con el peso de su ausencia.
El momento en el que hay mas oscuridad es un momento antes del alba; hoy siento que esta espesa oscuridad no tiene hora de término, y vuelvo a caer profundamente dormido, esta vez sin su presencia en mis sueños.
A las pocas horas despues me encontraba sentado en mi débil mesa plegable, solo una taza de café y un cigarrillo que se consumía mientras miraba lo que al parecer eran unas muy interesantes cortinas blancas, porque no les despegue la mirada hasta que escuche la melodia de "Crazy" tocada por mi móvil, y al darme cuenta, entre mis dedos solo se podía ver el filtró de la ya vaga existencia de un cigarrillo, que desapareció hundiéndose en la taza de café; contesté la llamada con bastante pereza y pensando quien llamaría un dia Domingo tan "temprano" ya que el numero era desconocido hasta que de el salio la voz chillona de una mujer de edad
-Hijo... ?-