Prólogo

14 1 0
                                    

Desperté en una habitación fría, nada cómoda. Siempre despierto con los rayos del sol o por mi amiga Ana Cristina, mi mejor compañía, esta vez he despertado por el frío piso que se encontraba bajo mi cuerpo.

Estaba realmente mal, mi cuerpo estaba muy adolorido desde mi cuello a pies significaba que había bebido mucho la noche anterior
En las vegas, ¿Que puedes esperar?

Al terminar de recordar, noté algo extraño en mi brazos y piernas.
Con una larga cuerda tenía mis piernas y mis manos atadas. Volteé como pude para ver a Ana, descubrí que ella también estaba así
Un pánico horrible empezó a recorrerme. Mi pecho empezó a inflarse y a hundirse de una manera un poco brusca lo cual hacía que me faltará el aire. Tener asma no es de mucha ayuda.
El cuarto donde estaba era como para los encarcelados, gris y muchas manchas rojas en total era como un infierno.

Alice: A-a-ana! Chille provocando un horrible dolor de cabeza y al mismo tiempo de mi pecho pero eso no importa ahora.
Ana despertó un poco aturdida y al ver como estaba atada y con varios golpes en su pequeño cuerpo soltó unas lágrimas y su cara fue de horror.

Ana: ¿D-donde estamos? Tratándose de sentar y con su voz poco audible.
No contuve mi miedo y empecé a gritar y a llorar, estaba demasiado asustada.
Alice: No ¿Como paramos aquí? -Sollozé.

(...)

Save MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora