Te Esperaria Mil Años Y Mas

capítulo 5: mi enfermera y una gran compañía

Después del regañó que se llevó Patan la rubia fue a ver como estaba Hipo al llegar al baño le dijo a Elsa y a Jack que ella lo cuidaría, después que la pareja de albinos se fueran ella entró cautelosamente al baño pero se quedó helada al ver el estado de Hipo.
El castaño se había sacado la polera para así no mojarse ya que se tallaba los ojos sin parar y al intentar abrirlos no podía evitar dejar escapar pequeños quejidos en un segundo Astrid estaba detrás de el, con las puntas de sus dedos acarició el pelo del joven haciéndote que este se tranquilizara al oler pudo sentir un leve rastro de aroma de manzana verde con miel y nueces sin duda el mejor olor del mundo intento adivinar de quien era aquel aroma pero no lo logró hasta que
-¿estas bien?- preguntó la chica e Hipo supo de quién era ésa voz tan maravillosa y dulce
-e estado peor creeme- respondió con una pequeña risita
-jajaja bueno te creeré pero por ahora dejame ayudarte- más que una pregunta le ordenó
- e-esta b-bien- respondió nervioso al sentir una de sus manos en su nuca y la otra le ayudaba a "limpiar" sus ojos, lo que no sabía el castaño era que la rubia estaba igual o peor que el, sentía que sus piernas se hacían gelatina con tan sólo verlo nunca antes había sentido esto por alguien pero que era lo que el tenía que hacia que sintiera todas esas emociones
-listo, deberías de estar mejor- dijo Astrid con una sonrisa tierna y levemente sonrojada
-si ya me siento mucho mejor, todo gracias a mi bella enfermera- le dijo Hipo correspondiendo su sonrisa, después de platicar un rato más se fueron a dar un paseo por la playa un poco alejados del grupo de amigos bromeaban entre ellos y no paraban de reír en una platica amena muchos hombres se quedaban viendo a Astrid como tontos enamorados hasta que la veían con Hipo y lo mismo pasaba con el las chicas no dejaban de verlo pero veían a la rubia y la fulminaban con la mirada pero estos dos no le prestaban atención sólo importaba su compañía mutua