Recuerdo 6

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Los días se vuelven tan inestables. En un momento el sol se encontraba brillando irresponsablemente y al otro la sombra hacía que tiritara los dientes. Estoy absoluta y completamente segura que el clima es mujer. Es tan cambiante.

El teléfono sonando me saca de mis pensamientos y me dirijo a contestar.

-¿Bueno?

-Hija.

-¿Mamá? ¡Qué sorpresa!- hace tiempo no veía a mis padres a causa de los estudios, así que me ponía feliz escuchar su voz-. ¿Pasó algo?

-No, sólo hablaba para ver si podías venir hoy a la casa, tu padre compró dos sandías y no sabemos qué hacer con tanta fruta.

-Jajaja, ay mi padre... estoy libre y es sábado así que estaré ahí en dos horas, espero no tardar demasiado. Los quiero, voy para allá.

-Nosotros también te queremos, te esperamos.

Colgué el teléfono y fui a mi recámara para arreglarme.

Desde que entré a preparatoria tuve que dejar la casa de mis padres, pues quedaba bastante lejos. Ahora vivía en un pequeño departamento y bueno, ahora tenía 17 años.

Me puse un vestido azul celeste sin mangas que me llegaba a las rodillas y tomé mis cosas para irme.

El trayecto fue largo pero afortunadamente me ahorré media hora.

Ciertamente tenía bastante tiempo que no venía a la casa de mis padres, regularmente ellos eran los que me visitaban.

La estación del metro quedaba justo al lado de la primaria donde Thara y yo habíamos asistido. Sonreí con nostalgia al ver el albergue de tantos recuerdos y momentos.

Eran las 5:00 de la tarde y el sol se estaba ocultando así que mi sombra se reflejaba en el suelo teñido de naranja.

Recorrí el camino que hacíamos Thara y yo hasta llegar a nuestra casa. Iba dando saltos recordando nuestros juegos y cerraba mi mano en un puño recordando la calidez de nuestras manos unidas.

Y recordé la primera vez que Thara visitó mi casa.

También fue un fin de semana y también había sandía.

Recuerdo la emoción de mi corazón al ver la puerta esperando a que en cualquier momento llegara Thara.

El timbres sonó y sin preguntar quién era abrí la puerta, afortunadamente era Thara y la abracé llena de alegría.

-Ika- ella también me abrazó y beso mi frente.

Ese día Thara llevaba un hermoso vestido crema y una flor adornaba su cabello.

-Vamos- tomé su mano y la llevé al interior de mi casa-. Mamá, papá, ya llegó Thara.

Mis padres estaban en la cocina preparando la comida y llevé a Thara hasta ahí.

-Hola Thara, pasa, pasa- mi padre la recibió con una sonrisa.

-Hola- dijo ella un poco nerviosa. Mis padres no sabían nuestro secreto.

-Pero que hermosa niña- mi madre se acercó a Thara y le dio un beso en la frente.

Era la primera vez que Thara y mi mamá se veían pues mi madre trabajaba siempre en casa y casi nunca salía.

-M-mucho gusto señora- Thara sonrió y estrechó la mano con mi mamá.

-Muy bien, Ika, lleva a Thara a jugar mientras está lista la comida.

-¡Claro mamá!- tomé a Thara de la mano y la llevé al jardín trasero donde teníamos unos columpios.

Ella miraba sorprendida todo y besó mi mejilla.

-Tienes una casa bonita y una familia muy agrable. Ya veo por qué eres así de linda.

Sonreí sintiendo el rubor en mis mejillas.

-No es cierto Thara-chan, tú eres la bonita. Vamos a columpiarnos.

Y así pasamos la tarde, jugando y riendo. La hora de la comida fue muy agradable y también hubo muchas risas. Y así hasta que llegó el momento de la despedida.

-¿Te acompaño hasta tu casa Thara?- estábamos frente la puerta de mi casa y sinceramente no quería que ella se fuera.

-Tranquila, estoy bien. Me la pasé muy bien hoy. Desearía tener una familia como la tuya- sus ojos se tornaron tristes.

Me acerqué a ella y parandome en las puntas de mis pies di un suave beso en sus labios.

-Cuando seamos grandes tendremos una familia así de bonita, te lo prometo- tomé su mano y la sostuve con fuerza.

-Gracias, Ika-chan- también besó mis labios y después de despedirnos se fue hacia su casa.

Yo me quedé en la puerta hasta que la figura de Thara se perdió en la tarde de aquel día.

De golpe me encontraba de nuevo en la puerta de mi casa. Pero no estaba Thara y ya no tenía 12 años, tenía 17. Y las lágrimas me asaltaron al recordar esa hermosa promesa de algún día tener una familia con Thara.

Esa hermosa y fallida promesa de estar a su lado por un poco más de tiempo.

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QvQ holu (? ¿Les está gustando? ¿o no? :'c

Bueno, me hace feliz el hecho de no tener abandonadas mis historias QwwwQ ¿vieron que actualicé todas(si es que las leen :'B)? Me siento responsable :'{ (?????)

Our Story [Yuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora