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-Bryan, ya es hora. Tienes que ir al colé.  
Se escucho una tierna voz que recorrió la habitación y abrió las cortinas de la habitación.
-Mientras el pequeño se retorcía entre las cobijas cubriendo su cara con la almohada, susurrando el típico 5 minutos más-
-Nada de flojeras, se te hace tarde. Anda levántate- Dijo su madre mientras le quitaba las cobijas de encima y lo tomaba por el brazo para enderezarlo. Hasta que por fin el niño  se levantó poniéndose sus pantuflas y bajo las escaleras con un enorme bostezo y tallándose los ojos con los puños.
-¿No vas a desayunar conmigo? Preguntó el niño mientras observaba a su madre
-No puedo, tengo que llegar más temprano a la oficina, hoy no podré llevarte a la escuela, Ashley te llevará.

Mientras su hermana se alistaba para ir a la escuela Bryan terminaba su desayuno, deseando en su mente que está ves todo fuera diferente, que los demás niños no lo molestaran ni lo agredieran. Terminó su desayuno y subió corriendo por las escaleras, entró en su habitación y tomó el uniforme que su madre había colocado a la orilla de la cama, se vistió y preparo nervioso sus útiles correspondientes, se lavo los dientes y bajo a esperar a que su hermana saliera de su habitación.

Ashley salió y bajo por las escaleras tomo un trozo de pan de la mesa y tomo a su hermano saliendo de la casa, la escuela estaba a unas cuadras, no estaba lejos. Así que se iban caminando, Bryan entre su mente iba deseando que esta vez sus compañeros no lo agredieran como de costumbre, iba muy nervioso, a tal grado de que se le cortaba la respiración, pero no quería dar problema no preocupar a su hermana y mucho menos a su madre, intentó tranquilizarse e inhalo una gran cantidad de aire y se dijo así mismo "todo estará bien" al mismo paso que se despedía de su hermana y entraba al salón de clases.
En cuanto entro al salón vio un grupito de niños, que estos a su ves corrieron hacia Bryan empujándolo y uno de ellos le golpeó en la cabeza, Bryan asustado corrió hasta su pupitre y agacho la cabeza intentando que los otros niños se alejaran de el... -En eso sonó la chicharra y entró la maestra, una mujer joven de ojos claros 1.60 cabello castaño y voz aguda.

-Era hora de receso, Bryan no tenía amigos por lo cual no le gustaba salir al receso, prefería quedarse dentro el salón dibujando o leyendo. Antes de que sonara el timbre para entrar del receso entraron los mismos niños que agredían a Bryan el en instante cubrió su cara con sus manos, mientras decía "no me hagan nada" pero estos no le hicieron caso y comenzaron a jalarle el cabello y tomarlo por los brazos hasta tirarlo de la banca. Para suerte de Bryan el timbre sonó y la maestra entro, cuando se percató de que Bryan estaba tirado en el piso casi llorando se acercó a él levantándolo y preguntándole si estaba bien, tenía miedo, volteo a ver a sus compañeros y estos le tiraban aquella mirada aterradora lo cual hizo que Bryan se asustara más. La maestra le volvió a preguntar si estaba bien y asintió con la cabeza y se fue a su pupitre.

Bryan con el tiempo se fue haciendo aún más callado y tranquilo, casi no hablaba, ni siquiera en su casa. Ya no era el mismo niño juguetón y travieso, había cambiado. Su madre no le tomaba mucha importancia, pero con el tiempo esto empeoró. Cuando Bryan estro a la primaria seguía sufriendo de Bullyng, ya no quería salir de su casa ni ir a la escuela, su madre decidió contratar alguien de confianza para que le diera clases particulares en su casa, sin que Bryan tuviera que poner un pie fuera de su casa, ni seguir con el acoso al cual había sido sometido.

El chico del supermercado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora