Quinto día (4-A)

51 3 0
                                    

Acabo de levantarme, unos gritos desgarradores me ensordecen, no se que pueda llegar a estar pasando, son las 6:10 de la mañana, voy a fijarme que está pasando. 
La ventanilla de 003-A esta rasguñada, apenas se podía ver dentro. Los gritos eran provenientes de este prisionero, golpeé la puerta, para que notara mis intenciones, el se calla, pero 005-A empieza a gritar como 003-A, esto cada vez es mas raro, es como si estuvieran comunicando por una especie ''código morse'' que yo no podía entender. Alzo la voz y les digo claramente que si no paran de comportarse de esa forma, dispararía sin dudarlo, a lo que 003-A me responde, ''los humanos y su aire'', la verdad, esto me está dando un  poco de miedo...

Son las 6 de la tarde, llegó Haganeno, apodo que le un dio superior, por su alma y su resistencia, que traducido del japonés sería ''acero''. Ahora estamos los dos solos en la misma cabina. 
Luego de una larga charla sobre como es que lo mandaron y por que lo mandaron el me dijo que había venido para hacer compañía, ya que no cualquiera resiste el estar en un sótano, con personas gritando y solo, así ahora somos dos, con alimento limitado y balas limitadas. 
Llegaron unos hombres con armaduras y armas, en su cabeza tenían puesta una gorra roja, esto indica que son del rango más alto de la armada. No tenía idea de por que estarían en este lugar, a lo que les pregunto, que que hacen, y si tienen autorización para entrar a las habitaciones de los presos. Uno de ellos muestra una placa, que decía que tenían total autorización para lo que ellos quisieran, ya que estaban capacitados para ello. Haganeno me hace señas con su brazo metálico para que volvamos y los dejemos hacer su trabajo. Estos hombres entraron a la habitación de 003-A, no se que hicieron, pero estuvieron como cinco minutos dentro y luego se fueron. 
La noche se acerca cada vez mas rápido, así que para no cansarnos nos turnamos para hacer guardia durante el día y durante la noche. 
Ya pasó mi turno de hacer guardia. 

Experimento 4-ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora