Recogió su pelo en una rápida coleta y se vistió con la simple ropa negra que tenía preparada de ayer. Tenía tiempo, pero no quería arriesgarse a llegar tarde. Como de costumbre,terminó diez minutos antes de tiempo. Cogió su abrigo y un pequeño bolso con la cartera y sus elementos más importantes, y bajó las escaleras de su antiguo edificio, que desde luego no contaba con nada parecido a un ascensor. Al salir, el viento gélido golpeó a Sky en la cara, por lo que se subió la cremallera hasta el cuello y procuró mantener las manos en los bolsillos hasta llegar a su destino.
Se detuvo ante una cafetería de aspecto moderno tocó la puerta. Desde adentro le abrió Geri, una nueva trabajadora del local, que era la encargada de abrirlo por las mañanas. Por lo general, era una chica muy habladora. Sky escuchaba cada una de las llamadas de atención que le dirigía el jefe por su constante parloteo. Mas no cruzaron palabras, y Geri se limitó a desaparecer por las cocinas.
Eso era normal en su vida. Nadie quería tener relación con ella, ella no quería tener relación con nadie. Mutuo acuerdo entre el mundo y ella. Quien no lo sabía, lo acababa aprendiendo. No es que ella fuera repartiendo collejas por el mundo, pero era muy seca en el trato, por lo que nadie intentaba ya hacer el mínimo esfuerzo en socializar con ella.
Sky se dirigió hacia la cocina y esperó sentada. Acababan de abrir, por lo que aún no entrarían muchos clientes. Los hornos y sartenes aún estaban calentando, preparándose para empezar a preparar por la gente unos jugosos desayunos. Estos momentos tan poco concurridos, ella apenas tenía que hacer nada. Su trabajo era coordinar los pedidos, transmitirlos de los papeles que los camareros dejaban hacia los cocineros, y luego ser una especie de medio-camarera entregando los platos a los camareros para que éstos, a su vez, los repartieran entre los clientes y sus respectivas mesas.
Como era obvio, ni una pizca de trato con el público. No es que lo pidiera. Dios sabe que si fuera ella la ocupada de soportar las exigencias de aquellos caprichosos señores, una de las dos partes saldría muy perjudicada. Por eso le molestó tanto el comunicado que, con ojos dubidativos, le trago Geri unos minutos después.
-Yo, ahm... A ver... Es que... Unacamarerahafaltadoytienesquesustituirla - soltó la joven sin respirar.Sky se pregutaba cómo no se había quedado sin aire.
-¿Qué? - preguntó, tratando de entender algo.
-Megan se ha tomado un día libre y bueno, eres la única que puede sustituirla. - dijo ella, esta vez más tranquila.
-Está bien... - contestó, tras un silencio tenso. Vio desaparecer a la menuda rubia de nuevo.
Resopló para sí misma. Le hacía muy poca gracia, sinceramente. Ahora mismo tenía unas ganas locas de simplemente retirarse a su apartamento a descansar. Ayer apenas había dormido y sabía que aquellas irritadas personas, algunas seguramente por la misma razón, no contribuirían a mejorar su humor. Aún así, se dirigió a coger un oscuro delantal y se lo colocó, junto con una falsa sonrisa. Vio a sus compañeros ocupados con los primeros clientes del día, y cuando entró uno nuevo, se decidió a empezar su jornada de trabajo.
No resultó ser, al fin y al cabo, un día especialmente fatídico. No hubo mucho flujo de personas y las que pasaban por las manos de Sky parecían ser las más educadas y amables. Si todas fuesen de esa calaña, la joven no tendría problema alguno en atender a uno y a los que vinieran.
Todo transcurrió con normalidad hasta que vio entrar a un hombre con una sudadera negra y la capucha echada. Le cubría la cara, de manera que lo único que se intuía en ella eran unos mechones de pelo rubio. Una vez dentro del local, se sentó en una mesa alejada de los amplios ventanales y se quitó la tela. Para estupor de Sky, Geri y sus amigas comenzaron a soltar grititos ahogados, lo que provocó una mueca del huésped. A ella se le hacía vagamente familiar, como si ya lo hubiese visto, pero sin saber muy bien dónde. No le sorprendió ver que las camareras estaban enzarzadas en una pelea por ver quién sería la afortunada que lo atendiera.
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Inefable
FanfictionSky es una chica llena de rencor y que tan sólo piensa en su oscuro pasado. Ella es fria y su vida nunca ha sido facil, lo cual le ha obligado a levantar una muralla anti-personas en su interior. Como única familia, solo están su abuela y su hermana...