¡Hola chicas! ¿Como están? Honestamente no creí que nadie comentaría mi historia y al final me di la sorpresa que una de ustedes lo hizo y dios. ¡Me hizo muy feliz! Es por eso que decidí continuar con esta historia. Cambiará un poco el contexto pero será igual de asombrosa y espero que sea del agrado de todas las personas que decidan leerla. Bueno, eso era todo y es momento de comenzar. ¡Les quiero mucho!


Su mente estaba en blanco. Aquellas palabras retumbaban con fuerza sobre sus oídos. ¿Había escuchado claro? ¿Era correcto? Sentía rabia. Lagrimas caían sobre sus ojos, se sentía en ahogada, acorralada en ese sentimiento de querer huir pero sus piernas no se movían. Le miraba a los ojos y estos respondían de forma amenazadora.

"Tengo que salir de aquí" pensó. Su corazón latía con mas intensidad que nunca. Jeon Jungkook se acercó tal cual un cazador a punto de devorar a su presa. Era aquella sonrisa, o tal vez la risa burlona que escapaba de sus labios , punto exacto para que el temor de la diminuta muchacha lograse huir de aquella intimidación.

No podía más. Era más de lo que suplicio que la atenuaba en aquel instante. Era joven y no entendía el porqué. ¿Porque aquel muchacho se deleitaba con su tristeza? ¿Porque aquel hombre reía de forma tan regocijante mientras que ella entre lagrimas deseaba acabar con su miseria? Eunbyul era frágil. Eunbyul odiaba todo lo que la describía como tal. Una simple estúpida que no era capaz de enfrentarse a sus problemas. Armándose de un valor poco reconocible en ella, entorno la mirada sobre el. Sus humedecidos ojos lentamente eran limpiados por sus nudillos. Tragó una bocanada de aire entretanto retrocedió un paso.

-Dejame ir esta vez, solo esta vez. Por favor...

Jeon Jungkook volvía a reír. Se notaba en su mirada el deleite que le producía toda esta situación. Negó con la cabeza, sus pasos fueron más rápidos. Sus manos le tomaron por la cintura y sus labios se estrellaron contra los de Eunbyul. Sus dientes mordisquearon el labio inferior de la diminuta muchacha con fuerza irreconocible. Ella intentó empujarlo, sus gritos ahogados le impedían. La sangre comenzó a brotar de su labio. Dolía, de forma inagotable. Jeon Jungkook repentinamente la empujó sobre el suelo.

-Mírate a ti misma. Eres patética. ¿Tienes miedo? ¿Me odias? ¿Porque no intentas golpearme?

Musitó el muchacho, realizando al final de su oración una pausa. 

-Lo olvide. ¿No puedes verdad? Lo adiviné, nunca podrás. Eres cobarde. Es por eso que nadie se acerca a ti. 

Concluyó para finalmente abandonar la habitación. 

Min Eunbyul yacía sobre el suelo. En el mismo lugar donde había caído luego de que aquel muchacho la hubiese lanzado. Su mente se encontraba en blanco. Las agrias palabras de Jungkook habían resultado más venenosas de lo que ella pudiese imaginar. A pesar del odio que recorría por su cuerpo, sabía que en el fondo eran ciertas. No le quedaba más que llorar y llorar. Era una maldita llorona. Ahogarse en sus lagrimas y reír de su miseria era mejor que enfrentar algo que ella misma sabía que no podía. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 28, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Over my blood, I will write your name. (Jungkook | BTS )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora