Capitulo 2

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El domingo no tuvo nada interesante que contar y de nuevo era lunes, me levante mas cansada de lo normal, note que las sabanas me atrapaban, pero a pesar de todo me levante. Cogí una camiseta y un pantalón, no me fije en que era, pero eso tampoco me preocupo.

Dela siempre se despierta después que yo , y por consiguiente su alarma suena también después. Eran ya las 07:05 y este no había sonado así que le tome el relevo y lo hice yo misma.

-Dela, despierta tu alarma no ha sonado- Dije con una voz dulce, mas de lo que ambas hubiéramos esperado.

Esta vez Dela y yo fuimos juntas al baño, pero como de costumbre nuestro dúo no se prolongo mucho, ya que las demás vinieron con nosotras. En el rato que precede a las clases tomamos nuestro café diario y del mismo modo nos separamos hacia las diferentes clases.

El día se me hizo eterno. Era ya la ultima hora cuando pensé que todo había acabado, con el reloj marcando las 13:55 (las clases terminan a las 14:00), y con casi todo el mundo recogiendo disimuladamente las cosas menos significantes, la profesora espeto un sonoro:

-!Ah, se me olvidaba¡- El aire prepotente con el que lo dijo se afirmaba en su mirada -El viernes examen para repasar lo aprendido en el semestre- Se me cayo el alma al suelo.

Tras quedarme sin alma en clase de mates, volví a la cafetería, en la puerta estaban Mairel, Tatiana y Alma, y decidimos sentarnos y esperar allí a Dela, que sin razón aparente todavía no estaba con nosotras. Tras unos minutos de charla amenizadora, Dela entro en el local, acompañada de un chico, por las miradas que nos brindamos las unas a las otras no nos sonaba a ninguna.

El chico era moreno, con los ojos color miel, pero mas oscuros cuando este tocaba su negra pupila, tenia el pelo como la mayoría de chicos, rapado por los lados y largo en el centro, nada fuera de lo común, la verdad, parecía bastante normal. 

-¡Hola!- exclamo Dela, y le respondimos con diferentes saludos.

 El, era bastante tímido y le costo articular un sutil, casi inapreciable "Buenas tardes". Dela nos lo presento y a medida que fuimos entablando conversación fue siendo mas abierto con nosotras. Era bastante majo, y parecía un buen chico, estudioso y educado. Nos fuimos transmitiendo información y datos de nuestras vidas, contándonos historias y riéndonos, fue bastante divertido. 

Por la tarde, después de estar un rato charlando, Dela decidió poner la atención en Aron, empezó ha hablarnos de su pasado, y sorprendentemente fue muy confiado con nosotras. En un momento de la conversación, notamos que se le atragantaban las palabras y que lo que estaba a punto de decir, no era nada agradable para el; no me extraña que le costase tanto, nos contó que de donde venia, no era muy querido, vivió con sus abuelos toda su infancia, por razones que al no querer contar tampoco quisimos saber, cuando era pequeño le fue bien en el colegio pero al llegar a la adolescencia, no le ocurrió todo como el esperaba, sus notas seguían siendo excelentes, a pesar de que las personas de su entorno no ayudaban, sufría insultos e incluso golpes desde su adolescencia hasta ahora. 

Al escuchar esta historia, y la forma y la entereza de la que se ayudaba para contarnos su pasado, me pareció que tenia mucho merito estar aquí, ahora, contándonos esto a nosotras que apenas nos conoce, pero solo por esto ya es uno mas, y creo que las chicas opinan lo mismo.

-Bueno pero ahora ya no debes de preocuparte por eso, por que nosotras te apoyaremos en lo que necesites-Dijo Mairel, con animo de poner contento a nuestro nuevo 'amigo'.

-¿Aun no nos has dicho de donde eres?-Pregunto sin demasiada certeza ya que no se si habré desconectado en algún punto de la charla y me lo he perdido.

-Bueno... Yo nací en Australia y estuve viviendo allí hasta los 3 años, pero como ya os he contado, viví con mis abuelos, así que pase desde esa edad hasta los 16 años en Canada, y entonces me volví solo a Australia con mi novia Jenny, que... Bueno...-Le costaba respirar, sus ojos te tornaron tristes y vidriosos, no se por que razón.

-Si no quieres contarlo no...-Intente animarlo pero el quiso continuar.

-Al volver a Australia todo fue bien, pero un día, como muchos otros, fuimos a hacer surf y ella tuvo un accidente y la verdad, es que es un recuerdo borroso que no quiero tener claro, pero lo que importa es que ella murió.-Mi alma se izo añicos en ese instante y las de las demás también, lo podía ver en su mirada de compasión.

Parece ser que la vida se ha cebado con este pobre chico con tan solo buenas intenciones, espero que aquí y a partir de ahora le vaya mejor.

Sin poder olvidar todo lo que nos a contado nos dirigimos a nuestras habitaciones a las que el para mi sorpresa también viene. Hacemos lo que solemos hacer ya que el se ha abierto tanto con nosotras que no nos importa que sepa algo de lo que normalmente nos contamos a estas horas del día. Como es obvio el no tiene el pijama a juego, y como si estuviéramos conectados dice:

-Veo que si voy a ser vuestro amigo me tendré que comprar un pijama como esos tan bonitos que tenéis vosotras.-Al instante todos nos reímos, y a mi me parece admirable como bromea tras todo lo que ha pasado, ojala volviera a encontrar a alguien.

La velada se hace corta, al menos a mi, y Aron se va a su cuarto a dormir y Dela y yo hacemos lo mismo, dejando de usurpar por un rato el cuarto de nuestras amigas.

-¿Que te parece Aron?-Pregunta Dela, sin mirarme.

-Es un luchador y por lo que he estado con el me cae bastante bien.-Respondo y el bostezo casi inunda mis palabras, pero consigo aplazarlo.

Ambas nos metemos en la cama y yo me duermo muy rápido, cosa que Dela no hace ya que puedo sentir la luz de su lamparita y las cientos de veces que se levanta durante la noche.

Y si...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora