Ojala.

Ojala y él hombre del NISSAN TIDA color vino, no hubiese estado tan ebrio. Y ojala su esposa a quien amaba tanto, no lo hubiera engañado con su primer amor. Así ese sujeto no hubiese tomado las llaves del auto y la primera botella de brandy y de Vodka que encontro. Él hombre tan ebrio para pensar que la muerte seria mejor que él abandono y él engaño, pisaba con furia él acelerador, llego a un crucero. Tan cegado por él alcohol que no vio al joven de la motocicleta.

Eran las 4 a.m, una buena hora para la muerte, sin preocupación de matar a alguien mas que a tu propia alma, pero él destino los cruzó. Un hombre desgastado por los años y el engaño. Y un joven con ojos llenos de vida y miel .

¿Que paso? Lo último que él joven vio fue él juego de luces a su alrededor. Lo ultimo que él joven sintió fue un choque. Que le provocaría un dolor terrible en su cuerpo. Su vista se nublaba, todo a su alrededor parecía un fantasma.
La primer chica a la que beso, sus padres, su hermana, la tormenta que cubría sus ojos, y ella bailando esta tarde como si no hubiese un mañana. Efectivamente, no había un mañana al menos para él.