Damön Blaire

Introduccion

La sala de activación estaba repleta. Filas y más filas de jóvenes de menos de 20 años las formaban. Yo era del mínimo porcentaje que tenía menos de 15 años y que había decidido tomar aquella alternativa para, salir de donde me encontraba.

Había poca luz, la zona más iluminada era el pequeño foro donde, un extraño hombre con una especie de protector para los ojos nos observaba. Hablaba de aquella historia que todos conocíamos: aquel principio del fin el...Apocalipsis.

Todos en la sala éramos demasiado (exageradamente) jóvenes como para haber vivido dicho evento aunque, todos lo conocían como si fuera ayer. Los humanos aun habitaban la tierra, los animales y plantas se reproducían naturalmente y el agua era dulce o salada dependiendo de donde naciera...El cielo era azul, afirmaban muchos y que, incluso, podíamos atravesar los cielos sin saber volar. Podían salir a la superficie sin tener que recurrir a los tan conocidos vehículos de transporte superficial y que había casas en aquella superficie seca y semi toxica. Existían países, estados, colonias, distritos y muchas divisiones de población. Las familias normales tenían hijos, reían con normalidad y había más tiempo para el ocio y la diversión. Los niños podían jugar todo el tiempo y, se podía tener mascotas (animales domesticados y que, Vivian en las casas con los humanos). El internet apenas era utilizado (y su uso se limitaba en mayor parte, a la comunicación y el ocio) y tantas cosas alegres y comunes en aquella época....

Fantasía, dirían muchos. Pero, fue una realidad hace más de mil años. Antes que, los demonios nos hicieran huir debajo de la tierra donde, sobrevivimos gracias a los filtros de oxigeno y agua. Donde, criamos animales en centros especiales que solo a cierta parte de la población podría comer y la cual, cada vez era más pequeña. Muchos incluso comenzaron a recurrir a la clonación o inseminación artificial para producir nuevos seres humanos...

Así, como buenos parásitos que somos, pensamos en recuperar el control. Lucharíamos contra aquellas criaturas sobrenaturales con armas y posteriormente, con Neo-Humanos.

Y ahí estaba recordando sobre fantasías, escuchando aquella historia que todos conocíamos y con la cual, me había perdido durante algunos instantes solo para explicárselas.

Cuando, finalmente la conocida narración se había terminado, comenzó a explicarnos sobre lo que nos pasaría durante la "Activación". Parecía un proceso simple, seriamos colocados sobre sillas especiales, completamente inmóviles. Se nos asignaría un numero serial y nos inyectarían una sustancia que activaría una antigua línea genética que, según los experimentos y resultados de hace 500 años, provocaría una mutación progresiva. En algunos casos aquel cambio seria rápido o extremadamente lento...

—Una advertencia—dijo con seriedad aquel "presentador"—Muy pocos aceptan de manera correcta la activación. Algunos de ustedes incluso, nunca desarrollaran una mutación adecuada o, simplemente, morirán debido a las mutaciones mortales en ciertas zonas del cuerpo— el silencio recorrió la sala, así como algunos suspiros de miedo luego que aquel hombre mencionaba las consecuencias—Pero,—decía tratando de cortar aquella tensión— Algunos de ustedes podrían ser los especímenes de alta calidad. Podrían recibir una habilidad extra que, se les sumaria su mutación original. Siéntanse orgullosos y con confianza ¡ustedes podrían protegernos de los demonios algún día!—

Algunas filas se deshicieron en cuanto se dio la orden. Solo los que estaban completamente seguros acerca del proceso se quedarían a excepción, de los que habían firmado un acuerdo con el gobierno o, fueran parte de algún proceso legal.

En mi caso, era huérfano y al ser mayor de 8 años, solo tenía pocas opciones para salir del hoyo donde me encontraba: volverme un criminal o, aceptar la activación de manera voluntaria. Ya imaginaran lo que hice.

Dos o tres chicos(no recuerdo bien),estaban en la fila delante de mí. Claramente, vi como eran inmovilizados en aquellas sillas de material resistente y se les era inyectada aquella sustancia en varias zonas del cuerpo. Aquellos cuerpos se retorcían, lloraban, gritaban en cuanto la solución comenzaba a tomar fuerza. Algunos desarrollaban miembros extras, les crecían orejas de animal, cola...los ojos cambiaban o su cuerpo se hinchaba y simplemente estallaban como si fueran simples globos repletos de agua rojiza. Muchas mutaciones no se podían ver a simple vista y, estas personas eran llevadas a salas de estudio.

Cuando mi turno llego, me tomaron medidas, muestras sanguíneas, de saliva y capilares. Me senté con tranquilidad en aquella silla que recién había sido abandonada, las correas se me fueron colocando con cuidado mientras, me seguían preguntando sobre mis datos y anotándolo todo en una tableta electrónica. Un láser marcaba mi brazo izquierdo con un simple código numérico: 827.

Luego de ahí, aun yo teniendo 13 años, no podían cancelar el proceso. Fueron en total 5 jeringas, las que vi bajar lentamente junto con la maquina que las aplicaba. Era intimidante ver aquella araña mecánica moverse lentamente, decir algunas cosas en código y cuando menos me lo esperaba...crack.

Las cinco jeringas se clavaron en mi piel al mismo tiempo. Una en la yugular, las demás en cada brazo y cada pierna. Por un pequeño instante, no sentí nada...solo era la sensación de hormigueo bajo la piel hasta que: mis huesos crujieron ligeramente, mi cuerpo comenzó a temblar con desesperación y yo grite. La desesperación comenzó a invadirme luego que, al terminar el dolor y los espasmos no podía ver nada. Aquel proceso me había dejado ciego o al menos, eso pensaba. Fui sacado de aquel lugar cargado. Había terminado perdiendo la consciencia durante el proceso y eso podía ser peligroso.

No recuerdo cuanto tiempo paso para que, yo pudiera despertar, con vendajes en los ojos y en una habitación blanca....la luz que, aun atravesaba aquella tela, me escocía. Los doctores entraron al cuarto donde me tenían. Revisaron mis signos vitales, temperatura y, apagando las luces revisaron mis ojos. Me sorprendí al notar que podía ver en total oscuridad; notaba los rostros de los médicos y como ellos se alegraron de mi proceso. Luego de aquella revisión se marcharon.

Dos días más pasaron antes que enviaran a un científico de ojos robóticos y dos enfermeras con rasgos animales. Me llevaron a una sala donde me "pidieron de favor" aceptara una segunda activación a la cual, no me pude negar...siquiera recordaba correctamente lo que era el miedo o...lo mejor para mi...