Naiko.
Mis días nunca habían sido muy entretenidos, me levantaba, me bañaba e iba a grabar con los cabros. Pero después de un tiempo en el GOTH mi aporte no era mucho, cuando hacía algún tipo de comentario, no me pescaban, solo seguían hablando entre ellos sobre su tema en común. Pero de parte del Edgar y el Jaime no me molestaba mucho, pero de parte del Nico, eso si me dolía, teniendo en cuenta que nos conocíamos desde chicos.
Claro, él siempre se ponía a hablar sobre el Jaime como si de un Dios se tratara, y me molestaba, porque él nunca hablaba así de mí.
Por las noches me ponía a llorar pensando en las miles de formas de confesarle mis sentimientos, y las miles de formas en que me rechazaría. Y eso me hacía mal, porque sabía que pasaría toda mi vida sin confesarle nada, sin declararme.
Pero también sabía que eso no podía durar por siempre, que mi agonía duraría un tiempo y luego me haría hombre y le confesaría, pero en ese momento, las palabras que me dijo el Jaime siempre rondaban mi cabeza.
"No importa cuanto luchí' por él, sabes que a la única persona que ama es a mí"
Y en parte tenía razón, pero también sabía que sin importar sus sentimientos por otra persona, lucharía hasta que termine en el punto de querer acabar con todo, solo espero que eso no pase.
****
Ahora estaba caminando hacía la casa del Nico, ya que me había llamao' pa' que conversemo' y weas. Me dijo que íbamos a estar solos.
Golpeé la puerta y a los pocos segundos apareció el Nico en el marco de la puerta, vestido con una chaqueta azul y unos shore' negro, iba descalso y puta, el culiao tenía la chaqueta abierta y no tenía puesto na' abajo de esta. Mi vista no se podía despegar de su torso casi desnudo, la gente pensaría que es un poco gordito, pero igual tiene lo suyo el culiao.
Deja de mirarlo aweonao.
Chucha, no me había dado cuenta que lo miré más de la cuenta. Ahora él me miraba con una expresión divertida, alzando una ceja y sonriendo de lado. Porque chucha sonríe tan perfectamente weón.
-¿Qué wea Naiko? ¿Te gusta mi cuerpo sabroso?- y si antes pensaba que estaba rojo, ahora lo estaba aún más.
-N-nada weón, entremo' no ma'.- al parecer, mi intento por evadir el tema funcionó, ya que se dio media vuelta y entró sin más.
Yo, obviamente, lo seguí por detrás, pensando en cada palabra que le diría.
Te amo.
No, muy directo.
Siento cosas por tí.
Muy maraco.
Te quiero puro comer el manguaco.
Demaciado directo.
Puta la wea, voy a tener que improvisar no ma'.
-¿Naiko?, ¿Estay bien?
-Ah, si Nico, no te preocupí, estoy bien.- mis esfuerzos por no sonrojarme de nuevo funcionaron, pues el calor en mis mejillas nunca llegó.
-Te preguntaba si querí' una chela.- y de nuevo esa sonrisa culia. Para Nico culiao.
-Ya, gracias.
En ese instante, el sonido de las escaleras me distrajo. La mamá de Nico.
-Nicolás, que bueno tenerte aquí de nuevo.- y los brazos de la señora Muller me abrazaron en un gesto de cariño.
-Gracias, a mi también me alegra.- el Nico nos miraba con una expresión divertida, pero no dijo nada.
-Ya, los dejo solos, tengo que ir a la feria a hacer unas compras.- dijo la mamá del Nico, para luego irse.
-¿Querí' jugar LoL?
********
Llevabamos 2 horas jugando, y ya me estaba doliendo la rajueli.
-Nico, de duele la raja.- la cara del Nico se transformó en una pervertida. Puta la wea.
-Si querí' yo te hago pasar el dolor.- dijo acercandose peligrosamente a mí.
-¿N-nico?
-Naiko.- se puso MUY cerca de mi oído y me susurró.- Hablame coshino.
Y en ese instante, estalló en carcajadas, dejándome bastante confundido, y con un dolor en mi entrepierna. ¿¿¡¡CÓMO CHUCHA ME PONGO ASÍ!!??, ahora el culiao sabrá que, ademas de amarlo, me lo quiero ponchar.
El Nico, al ver mi increible sonrojo, bajo la vista a mis pantalones, para luego mirarme fijamente, sin ningún tipo de emoción.
-Naiko, ¿Te caliento?- al parecer, la pregunta iba en serio, ya que no movió ni un músculo.
-C-como me vai' a calentar weón.- su expresión cambió a una más dura.- E-encerio, no me calentai, somo' hombre weón.
Y lo que menos me imaginé, fue que se tirara a mis brazos para besarme.
No se ni como explicar este momento, pero debo aceptar, que me encanta. Sus labios son más suaves de lo que imaginé, y sus manos recorrieron rápidamente debajo de mi polera, como si estuviera buscando algo.
Y ese algo lo encontró, mis malditos pezones. Si no paraba esto, el Nico me iba a estar partiendo la raja en menos de 5 minutos.
Con toda la fuerza de voluntad que me quedaba, que era bastante poca, empujé levemente al Nico, lo suficiente como para que deje de besarme.
Él me miró con una expresión entre sorpresa y enojo.
-Nico, yo vine porque, tenía que decirte algo.- el carmesí se apoderó de mis mejillas y mi lengua comenzó a dar indicios de que se trabaría.
-¿Qué pasa?- su voz sonó profunda, a pesar de prácticamente haberlo rechazado.
-Nico tú, sabí que nos conocemos de hace tiempo, y yo..... empecé a tener sentimientos por tí, sentimientos que me ahogaban, porque yo sabía que en el fondo, a tí te gustaba otra persona.- hize una pausa y luego continué.- Me gustai, y se que no es algo pasajero, de hecho, podria decirte que te amo, pero...... puta, vo' sabi', el Jaime habló conmigo y-
-¿Qué te dijo el maricón de a peso?- sabía que al nombrar al Jaime, su respuesta sería inminente.
-¿Esa fué la única wea que escuchaste?, ándate a la chucha.- me pare de la silla en la que estaba sentado y me fui lo más rápido posible, ¿Por qué siempre tiene que pensar en el Jaime?
Nunca lo he escuchado decir: Siempre que necesito al Naiko, esta ahí.
Quizás la vida del Nico y los demás esta mejor sin mí. Quizás solo tengo que desaparecer. Quedé mirando mis manos, para convencerme de que sería capaz de aquello. Si sería capas de tirar por un maldito puente y acabar con todo, con mis amigos, con mi familia, con todo.
Mis pies se encaminaron solos hacia el metro, sería una muerte más rápida, en un puente puede que quede agonizando. Cuando llegué a esa estación cualquiera, me dispuse a cruzar la línea amarilla y quedar mirando los rieles. Quizás sea lo mejor, eso me dijo el Jaime, quizás él tenga razón.
Cuando estaba por despedirme de toda la mierda, unos brazos me lanzaron hacia atrás, haciendo de mi inminente suicidio un fallo.
-Naiko, que wea te pasa, no podí' hacer esa wea, piensa en tu familia, en tus amigos, en mí.- los ojos de mi captor estaban llenos de lágrimas, tenía razón. No podía hacer eso sin pensarlo antes. Y los brazos de mi "salvador" me rodearon en un cálido abrazo.
Mi mente se puso a analizar todo, si él no hubiera llegado, la decisión más estúpida de mi vida se hubiera vuelto realidad.
Si no hubiera sido por él. Mi ángel de la guarda. El Edgar.
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Más Que Amigos. (One-Shot) // Naiko X Nico.
FanfictionÉl me quiere como amigo, pero yo como otra cosa.