Capítulo 4. Sospechas, dudas

240 22 0
                                    

POV. SUNGGYU

Definitivamente, aquello era demasiado irreal incluso para mí.

Digo, alguien tenía que haberme cambiado a mi novio o, de lo contrario, estaba soñando de una forma bastante extraña y cruel.

Nam WooHyun nunca se iba a portar así conmigo, ¿verdad?

No pensé que me lo estuviese diciendo de verdad cuando me sentó en el sofá y se acercó a mí con esa bandeja, acomodándola sobre mí para poder sentarse a mi lado.

Sentí perfectamente como su cuerpo se acomodaba junto el mío, como su muslo rozaba el mío por debajo de aquella bandeja demasiado grande.

¿Eso estaba en nuestro apartamento antes?

Me sentí incluso fuera de lugar por su actitud linda, por esa sonrisa radiante y aparentemente inocente que me mandó cuando me dijo que me había preparado el desayuno.

No podía más que mostrarme sorprendido, así de simple.

Me sonrojé cuando intentó alimentarme como si fuese un niño pequeño, molestándome, alejando el cubierto de mi mano, solo para rozarlo con mis labios hasta que accedí a separarlos para comer aquella fruta. Fresa.

No estaba nada mal, pero su sonrisa me incomodaba todavía más. Se veía satisfecho, y yo solamente avergonzado por hacer aquello.

Quise alejarme un poco, igualmente sorprendido, cuando acercó su mano a mi rostro, su pulgar acariciando muy suavemente la comisura de mis labios, retirando un poco de líquido que había caído de la fresa, tendiéndome el tenedor por si quería más.

¿Debería decir que mi corazón latió algo acelerado ante aquel pequeño contacto?

- ¿Está rico hyung? – preguntó, su tono de voz empalagoso al extremo, pero muy suave, mis ojos dirigiéndose sin pensarlo a sus labios, los cuales se hallaban cerca del borde de ese vaso con zumo.

Bien, definitivamente, no podía estar pensando que quería besarle, ¿verdad? Era demasiado temprano en la mañana como para pensar ese tipo de cosas.

Bajé la cabeza al contestar, reprochándome un poco mis pensamientos altamente desviados, probablemente por la falta de sueño, picando la fruta solo para distraerme un poco del menor.

Intenté relajarme los segundos posteriores a aquel pequeño desliz mental, pretendiendo dejar de imaginar cosas que claramente no eran, relajado al ver que no trataba nada nuevamente.

¿Cómo podía seguir poniéndome nervioso el contacto del pequeño?

Tal vez porque hacía demasiado tiempo que no estábamos juntos, relativamente solos y que apenas había algo más que un pequeño saludo y un roce de labios.

Echaba de menos monopolizar el tiempo de WooHyun, o más bien, que él monopolizase el mío con sus caprichos.

Mordí sin dudar esa rebanada de pan que me ofreció, aún cuando la mermelada no era algo que me apasionase, pensando entonces que, compartida, tampoco estaba tan mal.

Estaba cómodamente apoyado en el sofá, relajado casi completamente, cuando le vi sonreír, de esa forma encantadora que siempre me anunciaba que se acercaba algo que quién sabía si me gustaría.

Se me cortó la respiración cuando su rostro se acercó al mío, cuando su lengua tanteó mi labio inferior de era forma incitante, casi pecaminosa, dejando que mis labios fuesen atrapados por los suyos, confundido al principio, pero sin querer alejarme.

Sus labios se sentían esponjosos contra los míos, su respiración tranquila contra la mía, levemente agitada, aunque no lo suficiente en comparación al martilleo de mi corazón, mis ojos cerrados por inercia, disfrutando de ese pequeño contacto.

[Woogyu] Reconquistando a mi hyung [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora