Huesos y Escarcha

llegan las lluvias

Mis hombros no resisten ese peso y amortajado caigo resignado.

Los vidrios de la eterna vida hieren mis venas dejando de ellas sólo lo grisáceo de la sangre.

Que alguna vez acompañó al plantel de la felicidad inmediata
Pero hoy ha crecido
Llevándose consigo sus penas.

Siento como estar golpeando las puertas del cielo ,cerradas.
Y que conmigo han dejado sus fugaces palabras.

Me siento desposeído, acompañado con un libro eterno
Donde se guarda mi aliento .

Quemando mi sangre cae la estrella de mi ocaso que he vertido.

Llevo las insignias de mi legión
De astros, oscuros.
Que no iluminan el cielo pero están presente.

Estoy adormecido y espero paciente.

Mis lágrimas sellan el pacto
Caen al suelo estremeciendo la tierra.

Me alejo en una barca lúgubre .

Lo soleado de mi día fueron segundos.
Mas las nubes lo abrazan.

Sobre el nicho helado, escrito está el designio de su encuentro.
En la mitad de mi día lo he dejado.

Lo he llamado ocaso, y es solo el comienzo de mi día.
Yo he sido el propio mártir de de una vida.

Tu que me juzgaras , lo comprendes? , tu que has sido mártir.

Si estoy en el medio me quedo vagando.

Ha sido el designio, y no espero ser el comprendido.

Ustedes que una ves me juzgaron?
Lo comprenden ?.