El reino de Lucies, un lugar mitologico donde la familia real tenia poderes y sus subditos no, donde sobrevivian por el poder un gran y magico cristal concedido por los dioses, el rey sabio y prudente que habia perdido a su amada esposa, enseñaba co...
Eran las 6 a.m. y aun no podía dormir tranquilamente, despertaba cada 30 minutos e incluso en sus sueños veía su futuro trono y a su padre serio, su hermana junto a su padre sin expresión pero luego aparecía su madre quien lo consolaba y daba amor después de haber dejado en vergüenza a su familia y luego despertaba, este sueño se le presentaba cada vez que intentaba dormir. Se sentía nervioso, faltaban horas para su coronación y lo último que quería era hacer el ridículo, esta vez no tendría a su madre para consolarlo pues ya había fallecido hace 17 años luego de dar a luz a su pequeña hermanita, Rinna.
Dejaría de ser un príncipe para convertirse en el rey de los cristales. Su padre estaba orgulloso de él pues siempre fue un gran guerrero aunque algo solitario, no porque no tuviera amigos, de hecho si tenía 3 fieles y geniales amigos pero realmente era reservado, serio y sereno, aunque en su interior era noble divertido y aventurero, es por eso que solo sus amigos sabían cómo hacer que esa armadura de seriedad se desplomara, ellos y su hermanita claro, cuando no estaba de viaje o con sus amigas, ella le llenaba de amor y ternura su corazón y a la vez llenaba el vacío que dejo su madre al morir.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al morir su madre, el padre de Noctis el rey Sefhiroth, jamás les abandono ni a él ni a su hermanita recién nacida y a la vez el fruto de la muerte de su adorada madre pero, Noctis sabía que en el fondo su padre estaba roto y es por eso que no quería ni podía defraudarlo, siempre trato de llenarlo de alegrías y orgullo para que la muerte de Airmen, su madre, no amenazara con decaer ante el dolor.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No quería defraudarlo... No eso sería lo último que haría, pensaba mientras intentaba dormir. Una vuelta... nada, otra vuelta... tampoco, "Joder ¿¡porque rayos no puedo dormir!?", exclamo en un susurro en la soledad de su cuarto. "Vamos Noctis no puedes seguir sin dormir, solo será una coronación, la tuya, en 6 horas más serás el rey de los cristales, tu padre se sentirá orgulloso de ti y Rinna explotara de felicidad, a menos que llegues tarde, sudes como un puerco ,tropieces con un peldaño antes de subir al trono o peor aún digas mal tu juramento y votos gubernamentales, si me equivocara seria el hazme reír de todo el pueblo y entonces Rinna ya no chillaría de felicidad y mi querido padre se avergonzara de mi..." eso se repetía una y otra vez para supuestamente calmarse pero solo conseguía asustarse más... ¿Qué cosa... miedo? ¿Yo? "El gran príncipe Noctis, guerrero feroz y temido por todos sus contrincantes, de gran astucia y valentía en el campo de batalla con sus grandes tácticas de combate, etc." con... ¿miedo...? -Joder ¡NO! No puedo tener miedo de un trono de oro y una corona que me marcara por siempre, pero será un gran cargo en mis hombros, Oh por Hundrox!! Debo hacerme cargo de mi puesto, pero temo por hacerlo mal y decepcionar a mi pueblo y seres amados- se susurraba implorando al más poderoso Dios que le de fuerza para afrontar lo que vendrá. Cuando habían pasado 2 horas de por fin poder dormir en paz, un chillido cerca de su oído logró hacer que se despertara exaltado y cansado. Era Rinna emocionada porque su hermano mayor está a unas horas de ser el rey. La mujer en que se había convertido su hermanita pequeña, había cambiado mucho desde que se fue de viaje por un año a la casa de su tía abuela Kaint- la pequeña niñita que era a sus ojos, se había transformado en una hermosa mujer de cabellos oscuros como la noche y ojos cafes oscuros como la mirada de una pequeña ardillita tierna e indefensa rasgos muy finos y delicados y extrañamente nunca había notado que sus curvas se habían acentuado un poco más bueno es verdad ella tiene 17 años pero seguiría siendo su hermanita bebe toda la vida, el hombre que sea su esposo será muy afortunado- pensaba el príncipe con una sonrisa de lado observándola.