- entonces... ahora vives como niñata... ¿Qué haces en estas tierras miserables? – pregunta Scott
- estas "tierras miserables" son mi cultura, y creo que voy a venir más seguido – vuelvo a perder mi mirada en la bebida que he comprado
- no te ves muy alegre, ¿Qué tienes?... creo que me estoy metiendo en algo que no me importa – suelta una pequeña risa
- no, bueno, un poco... simplemente pienso que he perdido mi identidad – me encojo de hombros – vine a recordarme quien soy y de dónde vengo – bebo un poco más de mi malteada para calmar mi angustia
- ¿vamos a dar un paseo? – pregunta
(...)
- ¡amo la velocidad! – grito cuando acelera, lo escucho reírse y baja la velocidad frente al parque
- este es el "parque" normalmente es usado como hotel para parejas y centro de reunión para drogadictos – señala
- oh, vaya – me digo divertida
- sí, pero cuenta la leyenda que antes las personas venían únicamente de 8:00 A.M. a 6:40 P.M. máximo, antes de que tocara el toque de queda y todas las actividades ilegales salieran... ahora todos se quedan hasta altas horas gracias a una hermosa rubia que nos ha salva... y estamos agradecidos – imita una película infantil
- las rubias son lo máximo – le guiño el ojo - ¿siguiente parada? – pregunto
- ya verás – acelero de nuevo, me rio ante el viento que golpea mi cara, cierro los ojos encantada por volver a sentirme de algún modo libre de hacer lo que quiera de nuevo – este es un lugar para pensar en tus errores y desahogarte un rato – dice causando que abra los ojos
Cuando subimos la colina, me encuentro con un hermoso paisaje de mi infierno... ahora parece un paraíso.
Él empieza hablarme de su familia y su vida, escucho atenta todo lo que tiene que decir y me siento casi identificada con su situación, si no hubiera sido por Drew... quizá yo sería la que estuviera hablando ahora
(…)
- Salgamos esta noche – sugiere
- te he dicho que tengo novio, lo siento – le doy una mirada de disculpas
- como amigos, una película, yo invito las palomitas... no pienses que te quiero como novio... ¡novia! – Se corrige, yo solo lo miro expectante atorarse con sus palabras – quiero decir... ¿le haces las cosas complicadas a todos? Tu gesto de Póker es demasiado... no puedo – ahora comienzo a reírme
- lo siento, se supone que no te debería afectar mi gesto de póker – sacudo la cabeza
- no me afecta, solo es un poco... no sé, parece que piensas mal de mí y que vas a matarme...
- ¿me tienes miedo? – frunzo el ceño
- ¡No! No temo por una chica pero...
- ¿piensas que soy débil? – levanto una ceja
- increíble... - expresa Scott cuando llegamos al edificio – no te pierdas – dice
- tranquilo, tienes mi numero – me encojo de hombros – cuando pueda te contesto – me doy vuelta
- ¿eso qué significa?
- significa que voy a la universidad, bobo, las drogas te comen las neuronas – le doy un golpe leve en la cabeza
- ya me lo han dicho – saca un cigarro de marihuana - ¿no quieres? – pregunta mientras lo enciende
- ya deje eso – me masajeo el puente de la nariz estresada
- toma, para cuando necesites calmarte un poco – me tiende un porro, lo agarro rápidamente y me saco su gorra – puedes quedártela, te sienta – su moto comienza a ronronear
- nos vemos – me despido, asiente y acelera
Saludo al portero, camino lento hacia el elevador, recuesto mi cabeza en la pared. Cuando llego a mi piso, Drew ya tiene la puerta vierta mirándome expectante
- ¿Quién era? – Pregunta - ¿Qué te ha dado? ¿Por qué tienes su gorra? – insiste
- es un amigo, lo conocí en aquella cafetería contigo y Tyler... me regaló la gorra y ha sido amable... asi que por favor... - le hago señas
- claro, seguro que ha sido bueno... - rueda los ojos – y luego soy yo el que se va de putas... oye, yo no me he acostado con nadie que no seas tú, Jessica – replica
- lo sé, y lamento haber dicho eso, me he pasado – digo
- ¿y que con que no seas Ángela? No quiero que seas ella...
- estupideces mías, también lo siento, me he portado mal contigo – me mira impresionado
- ¿bebiste? ¿Fumaste algo? – pregunta
- no, solo sé que he metido la pata – me encojo de hombros - ¿Qué hay de tareas? – pregunto
- pintura a caballete – carraspea – puedes ir al estudio si quieres, ¿tienes hambre? – pregunta
- ya he comido, S... - me callo
- ibas a llamarme por otro nombre – me muerdo la lengua - ¡Jessica! – gruñe
- ¡Basta! ¡Lo siento! Solo no sé qué nos está pasando, no quiero pelear contigo, y parece que es lo único que sabemos hacer – reclamo antes de irme al estudio a dibujar
Luego de un momento escucho la puerta abrirse, y lo veo ahí parado mirándome con una pequeña sonrisa triste
- no he dejado de pensar en ti – se acerca – tampoco sé que nos sucede – me abraza desde atrás – y también odio discutir contigo – acaricia mi cuello
- al menos rompimos nuestro record, no hemos tenido sexo durante 12 horas – digo causando una risa de su parte
- creo que tan solo llegaremos a las 12 horas – comienza a besar mi cuello
— debo terminar la pintura…
- yo te ayudo luego – me besa desesperado
(...)
- Drew, cariño... ya es tarde – hago un recorrido de besos para despertarlo, murmura algo inentendible y frunzo el ceño – no entendí...
- no hay clases – repite – ven – tira de mi sacándome una sonrisa – lanzaron gasolina por las tuberías, le prendieron fuego y lanzaron unos explosivos, así que tienen que romper en algunos lugares para reparar las tuberías dañadas... pensé que eras tú tratando de matarme, pero luego recordé que amas demasiado la universidad...
- también te amo a ti – le doy un casto beso - ¿yo? ¿Qué vamos a hacer por ese tiempo? – acaricio su cabello
- se me han ocurrido varias cosas, pero decidí que debes agarrar tu traje de baño, porque ya casi es hora de irnos – señala, el timbre de la casa suena, lo cual nos hace fruncir el ceño
- yo voy – me levanto
Camino mientras me amarro la bata de dormir ¿Qué habrá preparado Drew? Siempre es tan romántico...
Al abrir la puerta me encuentro una caja con una carta encima. "Jessica Hood" escrito con recortes de revistas y periódicos... oh, vaya... no tiene remitente... ¿ahora revivimos una historia cliché? genial
