Bruja

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" Los caminos que nos unen son brillantes ...."
¿Quién diría que después de tantos años , los magos seguirían  usando la vieja plataforma 9 3/4?
Nadie , absolutamente ningún muggle lo diría. Qué lástima que Jessamine fuera un mago y no pudiera sorprenderse. Y aún más lastimoso, no era ella la que abordaría.
Sería su hermana pequeña.
Quien por cierto daba pequeños saltitos a su lado. La pequeña Grace tenía las mejillas sonrojadas, la melena pelirroja amarrada en dos trenzas mal hechas y una enorme sonrisa. Sería ese su primer año en el prestigioso colegio. Llevaba a rastras su enorme equipaje , sus baúles y la caja del asqueroso sapo que había elegido. Grande como su libro de herbologia , gordo como un cojín y verde brillante.
¿Cómo es que una chica elegía un sapo sobre un esponjoso y tierno gato?
Eso Jessie no lo sabía , y tampoco tenía mucho interés en saberlo. Al fin y al cabo no sería ella la que lo cuidaría. Aún que sospechaba que el color tenía bastante que ver.
Recordó sus años en colegio , ella había elegido un bonito gato negro. Que la abandonaría a la primera oportunidad que tuvo el desgraciado. Jimmy, ese había sido el nombre del traidor gato.
Tal vez el sapo sería buena elección.
Miro con preocupación  a su hermanita.
¿Serían las cosas fáciles para su pequeña ?
Para Jessie las cosas siempre habían sido de la peor manera posible, sus años en ilvorni eran algo oscuro en el fondo de su mente. Con la pérdida de sus padres, el miedo a cuidar a su hermana , que por aquel entonces era un bebé, regordete y con apenas unos cuantos rizos pelirrojos, Jessie había tenido que madurar muy pronto.
"... Rodeados de un brillo mortal para ocultar las sombras"
Pero lo que más le preocupaba era la belleza con la que su hermana contaba a sus cortos 11 años, las personas podían llegar a ser muy crueles con aquellos que destacaban de manera innata.
La pequeña Grace dejó de saltar emocionada cuando escucho el suspiro preocupado de su hermana. Vaya que tenía un talento a la hora de suspirar. Podías saber si estaba furiosa , feliz o triste. Para Grace su hermana era más que solo eso, era lo que ella llamaba su sol, siempre había iluminado los lugares oscuros con su sonrisa, le había mostrado siempre la mejor parte del mundo y absolutamente nunca la había dejado sola. Este momento debía de ser especialmente duro para ella, podía ver reflejada su preocupación en sus ojos azules, los ojos de su padre le habían comentado, tan claros que podrían pasar por acero, pero para Grace siempre habían sido ojos amorosos. Aquellos que habían estado ahí toda su vida.
En secreto siempre que hablaba de Jessie con sus amigos se refería a ella como su madre, pero le avergonzaba decírselo a ella, podría pensar que su verdadera madre no era importante, o que le estaba faltando al respeto.
Despejando aquellas ideas de su cabeza, sonrió, no había nada de que preocuparse.
- Estoy segura que todo irá bien , y si no , ya me las arreglaré-expresó con fiereza la pequeña. Sacudiendo sus manos en el aire.
Jessie no pudo menos que sonreír ante el acto inocente de su hermana, con su esponjoso cabello apenas contenido en dos despreocupadas trenzas que Grace había insistido en hacerse por su cuenta esta mañana, sus dulces ojos miel brillando de emoción y su tierna sonrisa. Tal vez solo tal vez debería relajarse un poco.
- De eso estoy segura, mi pequeño dragón-dijo Jessie arrodillándose a la altura de Grace-pero prométeme que cualquier problema que tengas me lo contarás-y tomo sus manitas entre las suyas, no había más que amor en este acto, y un deje de preocupación.
La pequeña asintió con efusividad, moviendo sus trenzas.
- promesa de hermana, ahora apresuremos  , lo último que quiero es llegar tarde- Y tomo la mano de su hermana para apurarla- muévete Jessie-le apuro y río al ver como su hermana le reñía con la mirada.
Jessie sonrió con dulzura y ayudó a su hermana a cruzar el anden.
Ambas frente al gran pilar de la estación tomaron aire y desaparecieron.
Del otro lado había tantos chicos emocionados y felices como su hermana. Pequeños y mayores, todos parecían emocionados por volver. Corriendo de un lado al otro con baúles llenos, encontrándose y riendo como si la vida se detuviera.
La estación tenía un aire mucho más cálido y acogedor que la de los muggles, repleto de familias por doquier.
Las dos hermanas se encogieron un poco ante el impacto. Pero Grace rápidamente se recuperó y soltó la mano de su hermana, apresurándose a hacer amigos.
- ¡Ahora vuelvo!- le grito despreocupadamente Grace al reconocer un rostro amigable entre la multitud y desaparecer.
Jessie no pudo evitar hacer una mueca ante esto. Dicen que los viejos traumas nunca se van.
La ponía paranoica no tenerla en su campo de visión.
Ella tenía que estar bien, Grace era mucho más fuerte y segura de lo que ella fue a su edad.
Recuerdos nebulosos la inundaron por un segundo. Justamente hoy estaba muy distraída con cosas innecesarias.
Dio un largo suspiro y se encaminó a una columna desocupada para esperar a su hermana.
Observo con diversión como los alumnos se saludaban entre sí. Algunos aún traían túnicas tradicionales , pero ya no era tan común, hoy en día los chicos utilizaban ropa muggle , era más sencillo conseguirla y en algunos casos mucho más barata, los galeones eran una moneda cara. Y al menos para extranjeros era más fácil comprar en el mundo muggle.
"... Algunas veces alcanzamos a vislumbrar los destellos de aquellos a quienes un día amaremos"
Un destello rojizo atrajo su atención, pero era una cara completamente desconocida, de un pelirrojo fresa y liso, era bonita a decir verdad, probablemente debía de estar en su último año, con pequeños ojos chocolate, nariz pequeña y gran sonrisa, sus pecas parecían un rubor sobre su blanco rostro, al observarla mejor se notaba que era una atleta, su cuerpo delgado y ágil.
Jessie desvío la vista, siempre había deseado ser una joven así, su figura nunca había sido ágil, siempre había sido un poco rolliza, y nunca había tomado interés en las pociones para perder peso, aún asi en los últimos años se había esforzado tanto en sacar adelante a su pequeña que había perdido gran parte de su figura , pero nunca sería delgada, para empezar no era tan alta como esa chica , tenía caderas y pecho que nunca podría rebajar , su rostro a pesar de tener los rasgos afilados y fuertes de su madre, pómulos altos, cejas arqueadas , labios delgados y una barbilla pequeña , seguía teniendo aquella redondez y suavidad de la infancia, que en muchas ocasiones le había servido para que dudaran de su experiencia y carácter, ni siquiera en el tono de cabello se parecían , mientras que a aquella muchacha el pelirrojo claro le caía de maravilla , a ella siempre le había acarreado burlas de parte de sus compañeras, de un rojo tan oscuro que dependiendo de la iluminación podría parecer sangre derramada sobre su cabeza , Bloody Mary y apodos parecidos le habían acompañado en su juventud.
Eran como el sol y la luna , donde aquella era delgada a Jessie le sobraba un poco, donde había liso ella tenía pesados rizos hasta la cadera, donde aquella tenía pecas esta tenía la piel tan blanca que desde hace años parecía que tenía pequeños moretones debajo de los ojos, eran todo lo contrario.
Pero ahora eso no le pesaba tanto como le llego a pesar en el pasado, ahora solo tenía ojos para Grace, que tenía mayor parecido con la chica pelirroja de hace un momento , ambas brillaban como margaritas en medio del campo, hermosas y salvajes, sobre todo salvajes podía afirmar al recoger la habitación de Grace los últimos 11 años.
Una sonrisa se le escapó al recordar al pequeño bebé botando pañales por doquier y a una desesperada Jessie de 16 años intentando mantener el orden.
Amaba tanto a su hermana, más que a nadie y nada, más que a ella misma.
Pero había que dejar al pequeño dragón elegir su propio camino, Jessie se aseguraría de que este fuera cálido y amable, hasta donde pudiera.
Un incremento de murmullos le sacó de su nueva fantasía, la mayoría de los presentes bajo la voz para hablar animadamente, con curiosidad presto atención a la familia de magos a su derecha.
-... Mira ese es Harry Potter, el y sus compañeros...-así que eso era , escucho a seguramente la madre de los dos pequeños con capas tradicionales de color oscuro.
El famoso Potter, bien que recordaba sus lecciones de historia. Recordaba como todas sus compañeras suspiraban y hablaban de lo mucho que les hubiera gustado ser la señora Potter. Todas las revistas hablaban de vez en cuando de la familia de algunos de los más destacados personajes de la guerra oscura, pero en general no había tantas, les gustaba mantenerse al margen del foco de atención de la comunidad mágica. Ella los comprendía , había una libertad en ser común que nadie reconocía.
La madre de los niños señaló disimuladamente a una familia a tres pilares de distancia. Jessie siguió la acción hasta dar con un hombre de espaldas , todo mundo le sonreía y saludaba, debía de ser incómodo.
Alejó la vista de la familia heroica para buscar a su hermana.
"... Sin darnos cuenta que ya caminamos en la misma dirección"
Grace se acercaba con una sonrisa más tranquila. Los chicos habían sido muy amables con ella. La mayoría estaban emocionados por la elección de su casa, y algunos otros le preguntaron por su hermana , tal vez Jessie lo negara , pero siempre era muy dulce con todos los niños, y la mayoría la tenían en gran estima , ya sea por lo bien que los trataba o por los deliciosos pasteles que hacía cada semana y repartía entre sus vecinos.
La encontró mirando fijamente a un punto de la estación.
Entre la multitud su hermana destacaba , ya sea por su oscura belleza , por su postura aristocrática o por su fuerte carácter. Parecía una reina , o tal vez Grace estaba exagerando todo.
Si, lo exageraba todo.
-es hora , mi honorable hermana, despidámonos ahora que el tiempo lo permite...-bromeaba la pequeña, pero los brazos de su hermana la detuvieron en su oda. La apretaba en ellos con cariño y seguridad. Ella envolvió los suyos al rededor de su hermana.
El cuadro mostraba a una madre despidiéndose de su hija.
Una mujer de piel porcelana, tan blanca que sus ojeras resaltaban como dos pequeños pétalos púrpura, labios delgados y de un tono durazno, con una cabellera escarlata , y a una pequeña delicada, de piel blanca y rosada , pequeñas pecas , y dos trenzas color zanahoria.
Un cuadro de color y vida , lleno de matices oscuros y tristes , pero hermoso en su unión, un cuadro que no todos se detuvieron a observar, solo una persona se sintió irremediablemente atraída a la imagen.
Jessie dejo caer los brazos y solo observo a su pequeña sonreírle y prometerle volver en vacaciones, una carta cada semana y vídeo llamadas serían su única conexión, pues en Hogwarts no se permitía el uso de aparatos electrónicos más que en fines de semana.
Sería un largo tiempo sin verse.
Con una expresión preocupada y una sonrisa , Jessamine agitó su mano para decir adiós a Grace.
"... Y aún que algunas hebras se alejen, nunca dejarán de brillar en nuestro propio tapiz"
Cuando la pequeña Grace subió al andén , Jessie volvió a suspirar, le deseo la suerte del mundo.
Podría quedarse viendo como su corazón se va , pero sabía que eso sería demasiado duro.
Cuando el tren comenzó a moverse ella se detuvo a mirar por inercia , a pesar de lo que acaban de afirmar. Su pequeña Grace se iría muy lejos.
Mientras el ruido de las familias disminuía, la calidez en su pecho desaparecía.
Volvía a estar sola, y solo ella tendría que hacer frente a sus oscuros pensamientos. Su rayo de luz tenía que vivir su propia vida.
Apretó sus manos en puños , y dejó salir un largo suspiro, de pronto un grito de advertencia la sorprendió.
"... Cuando llega el momento de crear un nuevo diseño no siempre podemos estra preparados para ello"
Jessamine estaba totalmente segura que había sido una lechuza la causante de su catastrófica caída a las vías del tren.
O está mañana no había despertado y esto era solo un horripilante sueño.
Deseaba que fuera la opción numero dos.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2018 ⏰

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