Nos Encontraremos de Nuevo, 2000 Años Después {Ereri/Riren}

A ti, 2010 años después.

A ti, 2010 años después

Estaba cubierto en sangre.
Sangre viscosa y caliente.

Él sabía perfectamente que no era suya.

Estaba buscando algo, o mejor dicho a alguien... Pero, ¿a quién?

Estaba tan aturdido que no sabía a quién buscaba, pero que tenía que encontrarle.
Y rápido.

Seguía corriendo por aquél bosque de enormes árboles cubiertos en la misma sangre.

El camino, también manchado de carmesí, se tornaba cada vez más difícil de recorrer.

Piedras y cadáveres hacían que se tropezara cada pocos pasos.

"¿Dónde estás...? No puedes haber muerto, no... ¿Dónde estás?"

Tenía que encontrarlo.
Tenía que encontrar a esa persona.

Corrió como nunca antes lo había hecho, y cuando creía que ya no podría más, tropezó una última vez.

¿Qué demonios era eso...?
Una pierna.

Por más que en muchas ocasiones ya hubiera visto miembros desperdigados por ahí, el haber tropezado con uno le provocó arcadas.

Malditos seres asesinos...

Levantó la vista y en seguida adivinó de quién era aquella pierna derecha.

De aquella persona a la que había estado buscando.
¿De verdad tenía que encontrarle así?

Uno de esos malditos titanes tenía a su adorado Levi en la boca.

El capitán, indefenso, solo podía contorsionar el rostro en una pálida máscara de agonía sin fin.

Y Eren no se quedaba atrás:

Entró en estado de shock.
Las piernas no le respondían.
No podía hablar.
Sus ojos, atemorizados, eran los únicos que denotaban alguna señal de vida, pero estaban llenos de miedo.
Su corazón, cargado de ira y del más puro terror se estremeció al verse paralizado.

¿Qué podía hacer?

Levi estaba muriéndose enfrente de él.

¿Acaso se habría quedado sin cuchillas?

¿Dónde carajo estaban Hanji y Erwin?

¿Por qué Levi estaba en la boca del titán?

Joder, joder, joder, todo iba mal.

Cuando al fin empezó a poder moverse, supo que era tarde:
Su equipo de maniobras tridimensionales estaba roto, venían titanes por atrás y solo le quedaba una cuchilla.

-¡Levi!

El capitán volteó a verle, aliviado y sorprendido.

-Eren... -susurró-

-¡Levi! ¡Espera, voy a...!