Mi Lugar.

Rutina.

Desperté como todos los días, sí... Algo predecible.
Me duché, lave mis dientes, me vestí, y luego me dirigí a la cocina para desayunar. Tenía que hacerlo rápido, ya que mi horario laboral esperaba.
Ya había terminando mis estudios, gracias a Dios, terminé una etapa más en mi vida... Pero, sólo para darme cuenta que gasté cuatro años de mi vida en algo que de verdad no me llenaba, no me complacía, pero lo más absurdo es, mi poca valentía... La que no tuve para decirle a mis padres que no quería estudiar esa carrera, pero que acepté.

Fui directo a mi trabajo, lo grandioso es que queda cerca de casa, lo fastidioso es que no me gustaba ese trabajo, en lo absoluto. Pero debido a mi carrera es lo que me quedaba.
Es difícil ponerle empeño a algo que de verdad no te gusta, buscarle la motivación para seguir en ese trabajo era un dolor de cabeza todos los días de mi vida.
Pero bueno, ahí estaba yo, soportando como siempre.

Luego de que mi horario laboral había culminado, regresé a casa, a mi hogar, a mi cuarto, el único santuario que existía para mí donde no tenía que fingir sonrisas, mi pedazito de paz, de tranquilidad, mis cuatro paredes de calma.

Me hundí en mi cama, coloqué mis audífonos en mis orejas, y me perdí en la bulla. Necesitaba olvidarme de lo mismo de siempre. Del trabajo, de mi vida, de mis padres.

A eso de las 8pm él estómago rugía como un león hambriento, así que fui a la cocina y me preparé un emparedado cargado con bastante lechuga. Me dirigí a mi computador a revisar mis redes sociales, mientras comía mi sándwich.

Justamente revisando mi Twitter, veo una mención de un tal Luigi, no le di importancia, ya que mencionaba también a mi hermana/gemela, así que sólo supuse que trataba sólo de ella.

Para aclarar sus dudas, sí... Tengo una hermana, y soy gemela. Somos iguales, pero muy diferentes. En físico sólo un poco, pero en personalidad bastante. Somos agua, y aceite. Pero aclaro que es una de las mejores pocas cosas que me ha pasado en la vida. Y me alegra tenerla.

Siguiendo con mi vida, mi día terminó como todos, encerrar al perro, cerrar la casa, apagar las luces, encerrarme en mi cuarto, y leer una novela, hasta que morfeo me absorbiera, y me llevara lejos por unas cuantas horas.