El primer beso

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Hola, me llamo Samuel, tengo 17 años y quiero contaros mi historia con Alberto, mi actual novio con el que llevo 2 años de pareja.

Todo empezó en 2014 un verano que jamás olvidaré...

Empecemos, yo conocí a Alberto hace mucho tiempo, es el hermano de una de mis mejores amigas, pero el dia que me di cuenta de que estaba enamorado de él fue el dia de mi graduación de 4° E.S.O un dia que ya de por si fue muy especial para mi, toda mi familia venía a verme y venían de lejos, mi familia mayoritariamente es de Valencia.

La ceremonia fue muy emotiva, los profesores dieron un discurso sobre que los sueños siempre se hacen realidad si los perseguimos sin dar marcha atrás. La velada era muy agradable y el mero echo de que mi hermana subiese al escenario a cantar su canción favorita delante de todos fue la guinda del pastel.

Terminada la ceremonia, los alumnos fuimos al restaurante para la cena que habíamos organizado, y la posterior fiesta con amigos que invitamos a que viniesen.

Mi móvil empezó a sonar, era mi mejor amiga, la hermana de Alberto, me llamó para decirme que ella y Alberto venían de camino.

Cuando al fin llegaron al recinto de fiestas la música y el ambiente eran increíbles, me costó bastante encontrarles entre tanta gente...

Cuando al fin nos encontramos, Alberto y su hermana me dieron dos besos y un abrazo felicitándome por la graduación, mi amiga se perdió entre la gente pero Alberto y yo seguíamos juntos y por fin encontramos un sitio para bailar cerca del DJ.
Pasado un rato Alberto me preguntó si quería bailar con él, y yo le dije que sí, por qué no.

Alberto se acercó al DJ y le pidió una canción lenta, cuando la puso se acercó a mi y de la mano me llevó a la pista para bailar, bailamos juntos, abrazados y sincronizados, como si hubiésemos estado toda la vida juntos.

Cuando la canción acabó, Alberto me cogió la mano nuevamente y me llevó fuera, la luz de la luna y algunos focos que teníamos encima hicieron más romántico el beso que me dio bajo la atenta mirada de mis amigos y compañeros.

El beso duró alrededor de un minuto y medio, cuando se separó de mis labios me dijo que si quería volver dentro a bailar, y con una sonrisa de oreja a oreja y un color rojizo en la cara y le dije que si.
Llevábamos bailando una hora y poco más, cuando me dijo que si podíamos sentarnos un rato porque estaba agotado, y nos sentamos en una mesa junto a mi amiga Nuria y su novio Alex, mientras hablábamos noté como una mano me recorría la pierna y se detenía en mi muslo, me giré y al cruzar una mirada me acerqué a él y me abrazó mientras seguíamos hablando con ellos, Alberto me daba algún que otro beso en la cabeza y me volvía a abrazar cada vez con más fuerza evitando que me alejase de él.

Al rato me llegó un mensaje de la hermana de Alberto diciéndome que ya se había ido y que mañana nos veríamos en la piscina tal como habíamos acordado, yo le pregunté por qué hacer con su hermano puesto que seguía conmigo y me dijo que si podía dormir en mi casa, le dije que tenía que llamar a mi madre para preguntar y eso hice.

Cuando llamé a mi madre me dijo que no había habitación libre porque mi hermano mayor había venido a pasar unos días allí pero me dijo que si a Alberto no le importaba dormir conmigo no había problema en que viniese.

Alberto al oír las palabras de mi madre se puso rojo y me dijo que si, que dormía conmigo, después de eso llamé a su hermana para decirle que se quedaba conmigo y dijo que gracias por poder quedarme con Alberto y que mañana nos veíamos.

A las 03:30 vino mi madre a por nosotros y fuimos a mi casa para acostarnos ya, cuando llegamos subimos directamente a mi cuarto a dormir porque estábamos agotados, cuando estábamos arriba ya, le pregunté a Alberto si no le importaba si dormía en ropa interior y me dijo que me iba a hacer la misma pregunta, ambos reímos y acto seguido nos metimos en la cama, cada uno en un extremo.

Con el paso de la noche no conseguía dormir, pero hubo un momento de la noche en el que no pegué ojo, y fue cuando Alberto me comenzó a besar la espalda y el cuello, en ese momento me giré y nuestras miradas se cruzaron de nuevo y nuestros labios volvieron a entrelazarse en un apasionado beso que me hizo ver que Alberto quería ir más lejos y yo le dije que no podía hacer eso, menos estando mi madre en la habitación de enfrente, y me dijo que estaba de acuerdo, pero en ese momento me volvió a besar y me dijo que quería que durmiesemos abrazados y a eso le dije que sí, me volví a dar la vuelta y Alberto me abrazó y se acurrucó junto a mi.

Cuando al fin parecía que iba a poder conciliar el sueño oí el susurro de la voz de Alberto diciéndome... Te quiero...

Me puse rojo y me quedé dormido cuando Alberto me dio un último beso en el cuello.

Cuando a la mañana siguiente me levanté Alberto seguía dormido asi que decidí bajar a hacerle el desayuno y subirselo a la cama.

Bajé a la cocina y sin hacer mucho ruido le preparé un café con unas tostadas en forma de corazón y cubiertas de mermelada de fresa, para mi hice un zumo de naranja natural y otras tostadas iguales a las suyas.

Al llegar a mi habitación aprecié que ya se había despertado y cuando se dio cuenta de que le había subido el desayuno esbozó una sonrisa y me dio las gracias por el desayuno, lo puse en mi escritorio y cuando lo coloqué me besó y me dio así los buenos días de una forma que me alegró el dia.

Desayunamos los dos juntos y después nos preparamos para bajar a la casa de mi abuela a bañarnos en la piscina con María, la hermana de Alberto, le cogí uno de mis bañadores a Alberto porque él obviamente no tenía ninguno en mi casa.

Salimos a la calle y le pregunté si quería ir andando o en tranvía, me dijo que prefería andar, y asi fuimos.

A mitad de camino Alberto se detuvo y me detuve yo también cuando me di cuenta de que se había parado.

Le pregunté el por qué de haberse detenido, y me dijo algo que a dia de hoy aún me extraña, me respondió diciendo que quería verme bien para jamás olvidarse de mi.

Luego de esa pausa momentánea seguimos nuestro camino hacia casa de mi abuela.

Cuando al fin llegamos ví a María esperando en la puerta y justo en el momento que ella apreció nuestra llegada Alberto volvió a detenerse pero esta vez me cogió del brazo antes, su hermana miró confusa, pero Alberto sin dudarlo un segundo volvió a besarme pero fue un beso lleno de pasión, de pasión y algo que aún no se seguro si fue amor, pero yo sentía una sensación cálida en mi pecho una sensación que nunca olvidaré.

María se acercó corriendo y dijo que no se hubiese imaginado que fuésemos a acabar como pareja, ambos nos miramos y sonreímos.

Entramos a casa de mi abuela y nos cambiamos para ponernos el bañador, pero, al ver a Alberto en bañador se me aceleró el corazón, la noche anterior no me había fijado en que Alberto tiene un cuerpo muy bien esculpido, ese abdomen y esos pectorales que hacían que cada paso que daba hasta acercarse a mi me latiera más fuerte el corazón, después de él vino María que muchas veces han dicho que tiene muy buen cuerpo, yo como gay opino que tiene un cuerpo perfecto.

Nos metimos a la piscina los tres a la vez, el agua cristalina estaba muy fría, pero Alberto y yo entramos más rápido y cuando me sumergí para refrescar mi cabeza Alberto hizo lo propio, pero también hizo algo que me volvió a sorprender, me besó bajo el agua, fue un beso extraño, nos entraba agua en la boca y no duró mucho, pero al salir del agua ambos reíamos, María extrañada nos preguntó qué había pasado y cuando acabo de formular la pregunta ambos nos volvimos a mirar y él me dijo que eso sería algo solo nuestro, algo que íbamos a recordar siempre.

Después del baño nos secamos todos y yo entré a la cocina para hacer algo de aperitivo mientras se hacía la comida que mi madre preparaba, cuando mi madre me vio entrar a la cocina me preguntó por Alberto y por mi.

Está es mi historia con mi gran amor GAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora