Fantasmas del pasado

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Salí de la habitación algo asustado, Me asomé a la habitación de mi madre para comprobar si estaba allí y no estaba, (No pasó la noche allí) Alberto seguía dormido la cocina estaba vacía y el baño también así que pensé que fue mi imaginación jugándome una mala pasada, pero cuando iba a la cama otra vez volví a oír un ruido y este último despertó a Alberto y me dije a mí mismo que el ruido que había oído era real, Alberto me preguntó si lo había oído también y le asentí sin decir palabra, salimos fuera de la parcela sin hacer ruido ya que mi madre no se había despertado, nos asomamos a las parcelas contiguas a la nuestra para ver si había luces o algo que nos pudiese dar pistas y la de los vecinos de enfrente estaba encendida al menos la de una habitación de el niño pequeño que estaba jugando a su videoconsola y tenía el volumen demasiado alto y despertó a varios vecinos pero fuimos nosotros los que fuimos a ver que había pasado por suerte sólo fue eso...

Volvimos a la cama pero no pude conciliar el sueño...

Pasaban las horas y seguía sin poder dormir, Alberto ya se había dormido y cuando le miraba mi corazón se aceleraba, y cuando quise darme cuenta me dormí mientras le miraba.

A la mañana siguiente me desperté rodeado por sus brazos y para mi sorpresa el estaba ya despierto y dándome besos en el cuello justo como a mi me gusta que me haga, pero en cierto momento empezó a hacerme cosquillas y entre risas y miradas surgió un beso, un beso apasionado y lleno de amor, amor puro en estado pasional y dando a notar nuestra inevitable atracción tanto sexual como en lo que al amor se refiere.

Después de ese beso tierno y muy pasional fuimos a desayunar y después de eso salimos a dar un paseo por las instalaciones del camping, fuimos a un parque de mini-golf y allí estuvimos jugando y de camino a nuestra parcela para hacer la comida escuché una voz que me resultaba familiar y desearía no haberla oído...

A toda prisa cogí la mano de Alberto y le dije que echasemos una carrera para ver quien llegaba antes aunque mi verdadera intención era alejarme de esa persona a la que no quería ver ni que me viese allí y menos aún estando con Alberto porque sé de que es capaz de hacer por separarnos ya que él iba a hacer todo lo posible por separarme de Alberto...

Después de comer, mientras dormiamos la siesta abrazados escuché como alguien abría la verja exterior y llamaba a la puerta, Me levanté con sigilo para no despertar a Alberto, abrí la puerta y lo que quería evitar a toda costa apareció ante mi... mi ex-novio Nathan con cara de enfadado y pretendía entrar y yo le detuve para buscar si había alguien y aún intentado darme empujones no le dejé entrar pero el último empujón me derribó y consiguió entrar, el ruido que provocó mi caída despertó a Alberto y salió en mi busca, cuando me vio en el suelo fue a levantarme y se encaró con Nathan y él le dijo que tuviese cuidado conmigo porque no era lo que aparentaba ser...

Cuando Nathan se fue Alberto me preguntó por las palabras de Nathan y también que de que le conocía.

Le expliqué que Nathan fue novio mío hace unos meses y le conté que le dejé porque no me hacía sentir bien conmigo mismo pero que al dejarle le dije que estaba enamorado de otro que no conocía y que realmente me había inventado.

También le expliqué que posiblemente se puso gallito porque imaginó que él era aquel chico del que me había enamorado.

Alberto reaccionó rápido y salió de la casa posiblemente quisiese salir para asumir lo que había pasado en esos 10 minutos, yo me quedé en la cama tumbado sin hacer nada y esperando que Alberto volviese pronto y no estuviese enfadado ni nada por el estilo.

Pasó una hora y ya iba siendo hora de cenar pero Alberto aún no había vuelto así que empecé a hacer la comida, cuando la acabé aún no había vuelto ni me había mandado ningún WhatsApp para decirme nada por lo que salí en su busca.

Encontré a Alberto sentado en un columpio me acerqué a él despacio y le agarré la mano y le dije que Nathan ya no es nada para mi, que ni siquiera me cae bien, y que al que quiero es a él, eso pareció alegrarle después de estar allí hablando fuimos a cenar y ver una película juntos como llevábamos haciendo todas las noches allí.

Se empezó a hacer tarde y cuando fuimos a dormir Alberto me hizo una pregunta sobre Nathan, me preguntó si llegué a quererle como le he demostrado a él, yo sin pensarlo dos veces le dije que no, que a Nathan le quise pero que a él le quiero muchísimo más de lo que ha podido ver en este tiempo, la respuesta pareció agradarle nuevamente y se acostó en la cama, acto seguido lo hice yo y en ese momento noté su mano agarrando mis nalgas, después empecé a notar sus labios en el cuello y un susurro diciéndome que me quería más que a nada, después de esas tiernas palabras le besé y poco a poco fue aumentando mi temperatura corporal, mi mano empezó a bajar por su cuerpo hasta llegar a los calzoncillos y notar el miembro de Alberto mientas él palpaba mis nalgas con sus manos apretando y apretando, en un determinado momento me senté encima suyo y el me cogió de la cintura, nuestros labios seguian unidos en un apasionado beso que desembocó en la unión de ambos cuerpos en uno sólo, cada beso, cada vaivén, cada gemido y cada jadeo... Pasaba el tiempo y nuestros cuerpos seguían unidos hasta que el cansancio pudo con nosotros y nos separamos aunque nos quedamos abrazados.

Fue en ese instante cuando Alberto me susurró al oído que me había preparado una sorpresa para el día siguiente y con esas palabras se durmió y yo con la intriga casi no pegué ojo, aunque al final conseguí dormir algo.

A la mañana siguiente me desperté y salí al salón como cada mañana, cuando fui a la cocina encontré una nota de mi madre que había venido esa mañana para dejar el dinero y me puso en la nota que se había cruzado con Nathan y que éste le había contado lo que pasó en la parcela el dia anterior, también dijo que si eso era verdad que tuviesemos cuidado que ya sabemos lo que Nathan es capaz de hacer para hacerme sufrir de alguna manera.

Alberto se despertó poco después de haber leído yo la nota de mi madre y se la oculté para que no hiciese ninguna locura como ir a buscarle para pegarle o algo así, después del desayuno fuimos ambos a hacer compra, yo iba muy cauteloso por las calles del camping porque no quería encontrarme con Nathan en ningún momento.

Una vez hicimos la compra la dejamos en la parcela y nos fuimos a un chiringuito en el que trabajaba un amigo mío y allí nos tomamos un aperitivo y nos dimos un baño en la playa para despejarnos y refrescarnos.

Antes del medio día subimos a la parcela para hacer de comer y para nuestra sorpresa Nathan estaba esperando en la puerta y antes de que Alberto se lanzase a pegarle le dije que esperase que iba yo a hablar con él, Alberto aceptó a regañadientes, Me adelanté y cuando llegué a donde él estaba hizo un movimiento muy rápido y me agarró del culo, se dispuso a besarme pero yo fui más rápido alejándole de mi con un empujón.

Nathan salió corriendo y después de haberse ido vino Alberto a ver si estaba bien, con rapidez me abracé a él y nos quedamos ahí abrazados hasta que el sonido de nuestras tripas rompió el silencio.

Después de la comida me senté en el sofá y Alberto se tumbó con la cabeza sobre mis piernas, ambos nos mirábamos sin decir ni una palabra.

Pasaban los minutos y nuestras miradas seguían cruzadas pero ningún sonido salvo el del aire acondicionado inundaba la habitación hasta que se oyó el ruido de la verja exterior, me asomé por la ventana y era el hijo de la vecina, Alex entró en nuestra parcela muy tembloroso y sin decir una palabra rompió a llorar en nuestros brazos, algo grave le había pasado.

Cuando se hubo calmado le pregunté el porqué de su tristeza y en ese momento antes de que el pobre Alex hablase Nathan irrumpió en la sala, empujó a Alberto y a Alex y los dejó en el suelo, mientras que a mi me cogió de la mano y entre focegeos e intentos de escapar me llevó con él.

Está es mi historia con mi gran amor GAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora