Capítulo 34: Noche especial.

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  - Lucy ¿podrías planchar mi cabello?, trato de llevar algo diferente- pedí
- ¿y porque plancharlo a esta hora si saldrás con Harry a las 7 de la noche?- me pegunto mi prima mordiendo una manzana
- ¿haz visto la cantidad de cabello que tengo?- pregunte divertida- además intento distraerme
- Vale, esta bien.
Y así mi prima comenzó a planchar mi cabello mientras me contaba lo mucho que estaban cambiando sus sentimientos hacia Niall, llegando a la conclusión de que él irlandés le gustaba, y mucho.
Ahora eran las seis de la tarde y yo comenzaba a vestirme, había escogido un vestido de tirantes finos de color rojo, con corte de corazón en el pecho, ajustado hasta los costados de mi cuerpo y cayendo en volantes a partir de mi cintura, llegaba hasta cuatro dedos sobre mis rodillas, tenia un listón grueso debajo de los pecho, listón que Lucy me ayudo a amarrar.
Cubrí mis piernas con crema para luego introducir mis pies en aquellas zapatillas cerradas de tacón fino de color negras, que me hacían lucir aun más alta, si antes media 1.71 ahora etaria con estos tacones estaría sobre los 1.75.
Mi cabello, el cual Lucy había alisado con la plancha iba recogido en una cola alta dejando unos cuantos cabellos suelto, logrando resaltar las facciones de mi rostro, no era una chica de maquillarme mucho, por lo que me dedique a trazar una línea negra debajo y arriba de mis ojos, para hacerlos lucir mas grandes y mis labios los pinte de color carmesí.
Para cuando estuve totalmente lista me vi al espejo y sonreí algo asustada, asustada por que no sabia que me esperaba de aquí en adelante.
Me dirigí al espejo y sonreí a mi reflejo, el cual reflejaba a una chica con grandes expectativas y con una alegría infinita impregnada en sus ojos, tome mi pequeña cartera de color negra y Salí a la sala encontrándome con la mirada de mi tía, quien sonrió al veme y me hiso dar una vuelta.
- Luces hermosa, definitivamente tu no te pareces a tu madre, ni a tu padre, tienes mas los rasgo de tu abuela paterna, eres igual a ella, elegante a su manera y con belleza única, como un diamante en bruto- me elogio mi tía
- Gracias tía- dije dándole un corto abrazo
El timbre sonó y yo sonreí sabiendo que se trataba de Harry, saludo brevemente a mi tía y luego con nuestras manos entrelazadas subimos al ascensor.
- Luces hermosa- me informo haciéndome sonrojar
- Gracias- susurre- tu luces muy Harry Styles
- ¿Qué significa Harry Styles?- pregunto riendo
- ¿no lo recuerdas?, Sexy y atractivo- recordé viendo a un lado escuchándolo reír
Me uní a su risa, recordando que justo esa conversación la habíamos tenido en nuestra primera cita.
Subí a su auto con una sonrisa en mi rostro, su mano atrapo la mía y en mis nudillos deposito un suave beso.
- ¿A dónde me llevas?- pregunte
- A un lugar donde las estrellas sean nuestra acompañante- fue lo que el respondió, haciéndome sonreír
Nuevamente aquellas palabras volvían a relucir, era como si nuestra primera cita estuviera saliendo de los recuerdos, de unos muy lindos y especiales recuerdos.

Luego de conducir entre conversaciones, Llegamos a nuestro destino, el bajo del auto para abrirme la puerta sonreí al ver nuestro destino, ese lugar nunca podría olvidarlo, aquella colina en la que se observaba parte de la ciudad de una manera perfecta y original, nunca la olvidaría, el lugar donde se dio, nuestra primera cita. Saco un mantel de cuadros rojos y blancos –el mismo de aquella vez- y la coloco sobre el capote del auto palmeo indicándome que me sentara, reí sintiendo ese deja vü, subí al capote del auto mientras el sacaba una cesta y la ubicaba para luego sentarse a mi lado.
- ¿te gusta?- me pregunto sonriendo sabiendo que aquel lugar era especial para ambos
- Me encanta- respondí asombrada por su mirada
- Harry- lo llame
- ¿dime?- respondió
- Gracias, gracias por ser tan lindo conmigo todo este tiempo- le sonreí
- Gracias a ti por darme la oportunidad de estar cerca de ti, por darme parte de tu corazón
- No te di solo una parte, te di todo mi corazón
El sonrió con dulzura mientras sacaba una cesta repleta de dulces y la situaba a mi lado, para luego el también subir al capote del auto.
El viento danzaba a nuestro alrededor, causando estremecimiento en mi cuerpo debido al frio, como todo un caballero me cubrió con su abrigo, regalándome una encantadora sonrisa.
- Dicen que si le pides un deseo a la estrella mas brillante se te cumple- me conto el como aquella vez
- Yo no deseo pedir nada, me gusta tal cual como están las cosas- dije sonriendo- aunque si deseo pedirte algo a ti
- ¿Qué?- pregunto viéndome fijamente
- Ámame por esta noche- murmure
Me vio intensamente mientras dirigía una de sus manos a mi cuello en donde la fue subiendo suavemente hasta llegar a mi mejillas, de manera lenta sus labios se fuero acercando a los míos, comenzó un suave roce...
- Eso no debes pedírmelo, te amo y de eso no hay duda- dicho esto me beso
El primer beso de la noche, mis manos se adentraron a su cabellera, mientras mis labios seguían el compas que los suyos marcaban, lentamente nuestras lenguas danzaban, con una manos hiso que los bocadillos cayeran del auto, para luego poco a poco posicionarse sobre mi, en aquel lugar solo estábamos el y yo.
Sus labios descendieron por mi cuello mientras mis manos acariciaban su cuerpo, dejamos que nuestros instintos y sentimientos actuaran por si solos, por lo que cuando nos encontramos totalmente desnudos, nos volvimos unos, entregándonos de manera dulce y arrebatadora, demostrando ese amor que solo nosotros podríamos comprender, haciendo nuestra despedida una noche especial.

Y ahí íbamos, de regreso a casa, luego de entregarnos y compartir una noche especial, una sonrisa descansaba en nuestros rostros, quizás era una sonrisa que cubría lo que en este momento ambos sentíamos, miedo de no vernos mas, no de la manera en la que deseábamos.
Suspiramos al mismo tiempo cuando aparco el auto, su mano atrapo la mía y entrelazo nuestros dedos, para luego soltar mi mano y bajar del auto.
Luego de abrirme la puerta subimos hasta el apartamento, y ahí estábamos, frente a frente, conectando nuestras miradas, una sonrisa temblorosa se curveo en mi rostro.
- Me gusto este día, como cada uno de los que paso junto a ti- rompí el silencio
- Yo no quiero que te....
- Las despedidas dejémosla para mañana ¿si?, no arruinemos este día- pedí envolviendo su cintura con mis brazos, dándole un abrazo
- Tienes razón, debes ir a dormir- dijo besando mi frente- que tengas una linda noche
- Igual tu Harry
Bajo un poco su rostro para presionar sus labios sobre los míos, un pequeño beso que aun así no dejo de ser especial.
Sonrió y se alejo hacia el ascensor, ya una vez las puertas del ascensor se cerraran lleve uno de mis dedos a mis labios mientras una sonrisa parecía acompañada de una lagrima, aceptando que la realidad se acercaba, que mañana quizás todo parecería un sueño  

TELL ME A LIE ϟ H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora