Cerré la puerta de mi casillero. Con la guitarra en mi hombro me dirigí al salón de música. Rodé los ojos al ver a las malditas perras que se hacian llamar las populares. No soy una marginada ni nada por el estilo, pertenecía a ellas un año atrás pero me di cuenta de lo estúpida que era al juntarme con semejantes putas. Aún seguía teniendo popularidad solo que no me conocian como plastica o braga suelta, eso lo agradecía. Dejé el estuche de mi guitarra a un lado y empecé a afinarla. Las plásticas-como tipicamente llamarian a las "mean girls" de cualquier instituto-estaban hablando sobre un tal Richard Dworsky, según ellas todo un perdedor que había sido colgado de sus calzoncillos por los bailarines principales de Hip-Hop.
-Pobre chico, sucumbido al maldito poder de los abusivos.-pensé.
Tomé el cable de amplificador y lo conecte a mi guitarra. Empecé a mover mis dedos de acorde en acorde al ritmo de "Jet Lag", la canción de Simple Plan y Natasha Bedingfield. La lider de las plásticas me dio una mirada asesina. Luego en la mitad de mi solo Summer Hayes, una de las aspirantes a Miss Deserebrada 2014, desonecto el amplificador.
-¿Te importa?-dijo malaciosamente tratando de provocarme.
-No, la verdad me vale mierda.-le dije enfadada.-Me vale, lo que tú tienes por cerebro, estúpida rubia. Este es un lugar donde se practica para mejorar el talento y no la vanidad que no te ayudará en nada nunca.
-Al menos yo tengo talento para algo y no estoy gorda.-se defendió. En ese momento me imagine a mí misma dándole golpes en la cara y sarandeandola en el piso. Luego pensé en que a la larga me perjudicaría más a mí que a ella.-Y no fui despreciada por mi madre.
-A nadie le interesas.-le dije en un susurro casi inaudible.
-¿Que vas a hacer si no me callo? ¿Llamar a tu papá? ¡Oh cierto! Él esta muerto. ¿O disfrutando de una vida sin ti en una playa de Costa Rica?
Me ablancé sobre ella tomandola de los brazos y jalándole el cabello recien alisado mientras le decía cosas groseras. La derribé y en el suelo comenzé a darle puñetazos en la cara. Ella solo se cubría la cara y trataba de quitarme de encima suyo. No hacía nada más que gritar y decir que era una animal. Una profesora entró con dos chicos al salón donde había más estúpidos mirandonos sin impedir nada.
-¿Qué demonios...? ¡Señoritas, calmense las dos!-gritó ella, pero aún seguiamos forcejeando.-¡Sepárense! Dworsky, Colleman ayudenme a separarlas.-les ordenó a los chicos.
Inmediatamente uno de ellos que para mí era desconocido me tomó de la cintura mientras que yo aún quería pegarle. Cuando eramos arrastradas hacia atrás ella se dedicaba a decirle a la señorita White que yo era una animal.
-Calmate, esto no vale la pena.-Me susurraba el chico.-Déjalo, calmate.
Después me rendí y me calmé.
-¡Ustedes dos a la oficina del director!-nos dijo a mí y a Summer.-Y ustedes ayudenme a que no se maten en el camino.-les dijo a los dos chicos.
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En el camino ambas ibamos a los lados exteriores con los chicos de por medio. Cuando llegamos a la oficina del director, Summer me decía animal y yo-como siempre despreocupada-solo miraba mis uñas con esmalte negro.
-¿Por qué te abalansaste sobre ella sin razón Georgia?-me preguntó la señorita White.
-¿Perdón?-dije desconsertada.-¿Ella les dijo lo que hizo antes? Ya sabes Summer, como te burlaste de mí diciendo que no tenía talento y que tampoco tenía padres.-dije con la voz llena de furia dirigiendome a Summer.
-¡Ya me cansé de los problemas entre ustedes!-bramó el director.-Ambas castigadas durante dos semanas.
Yo me conformé pero Summer chilló:
-¡No es justo! ¡No hice nada! ¡Es culpa de esta salvaje!
-¿Prefiere una suspención señorita Hayes?-preguntó el director,
Ella solo se quedó callada y se marchó con el resto de las plásticas. Yo estaba a punto de irme cuando el director me pidió que me quedara.
-Georgia... estoy preocupado por estas riñas entre tú y varios alumnos.-dijo en tono paternal, después de todo él era el mejor amigo de mi padre.-Si sigues así no podras graduarte. Esto afecta tu nota en conducta y tu expediente. Por favor no dejes que te provoquen...
-Sí, sí, sí.-lo interrumpí.-No valen la pena, ya lo sé tío George.
No sé si lo notaron pero Georgia me lo pusieron gracias a una idea de mi padre. Además de ser el mejor amigo de mi padre es mi padrino. Después de que mis padres murieron el tío George y nana Mary se hicieron cargo de mí y mis dos hermanos. Los cinco eramos una familia solo que George no vivía con nosotros, vivía con su esposa y su hija, una chica de mi edad. Eran muy amables y simpáticas.
-Te veo en la cena Georgia.-dijo él.
-¿Hoy es martes?-pregunté.
-Así es.
Todos los martes el tío Geoge hacia la cena y nana, mis hermanos y yo estabamos invitados. Era como una cena familiar. Era la única vez que usaba vestido en toda la semana. Usualmente me vestia bien para ir a estas cenas porque no podía ir a una lujosa mansión con unas botas, unos jeans y una cazadora. Seria extraño.
-Entonces nos vemos en la cena, director Mcfly.-dije con tono gracioso antes de salir de la oficina.
Cuando salí mire a la banca de espera junto a la secretaria para mirar cuál imbécil seria el siguiente en obtener un aburrido sermón, propinado por el director. Un chico gotico, con el labio partido; Dave Norton, el chico del casillero a mi lado; unas chicas con el cabello tenido de verde, revuelto y tieso; un pelirrojo con cadenas en los pantalones, comiendose las uñas y un chico castaño, muy guapo debo decir. Me volteo a ver y yo solo le di una media sonrisa que él no alcanzó a ver.
-Hasta luego Darcy.
-Hasta luego Georgia.-respondió alegremente la secretaria.
Decidi ir a buscar a Molly, mi única y mejor amiga en el instituto. Molly era una chica muy dulce, algo rara pero en el sentido agradable. Al estar cerca de la cafeteria logre divisarla mientras esperaba con su falda purpura, Converse gastados y camiseta negra. Sonreí al verla.
-¡Y esta viva!-exclamó poniendo su brazo alrededor de mis hombros.
-Muy graciosa, pequeña.-Era una chiste, la chica era gigante.
-Eres muy problemática, un día me cansaré de esperarte y voy a conseguirme una nueva amiga.
Me reí.
-Sabes que no lo lograrías.
-Tienes razón.-íbamos saliendo por la puerta principal y todos los chicos se quedaban viendo a Molly mover sus caderas de un lado a otro. -¿Me puedes llevar de comprar?
Ugh. No de nuevo.
-Ugh, ¿de nuevo? Pero si andas en falda y yo tengo una motocicleta.
-Por favor.-Puso sus mejores ojos de perrito y me tomó la mano.
Siempre me rogaba para que la llevara. Rodé los ojos y me solté.
-Bien, pero solo si nos fugamos de clase para que nadie me vea comprando faldas en el centro comercial.
-Trato hecho.
Sonrió y nos sentamos en las mesas del patio de almuerzo.
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Little Things
FanfictionLes parecía a todos que jamás podrían ser una pareja. Todos pensaban que ella lo rechazaría y si lo aceptaba lo haría para humillarlo pero paso lo más inesperado. Una pareja disfuncional se hizo la perfecta.