The heirs

CAPITULO 1 1/7

Pov. Kim Tan

En California.

Cafetería-

~El día que vine a Estados Unidos, mi hermano me dio una despedida sencilla, breve y al grano.

/FlashBack/

-¿Estudiar? No tienes que preocuparte por eso. ¿Ingles? No aprendas si no quieres. Simplemente diviértete. No te preocupes por nada, ni pienses. Es lo que haces cuando naces en una familia rica, en lugar de tener un sueño. Y si puedes... No vuelvas.

Comento su hermano mayor. 

/Fin FlashBack/

Fue entonces cuando me di cuenta que no fui enviado a Estados Unidos para estudiar... Me exiliaron (Expulsaron). Mi hermano ya estaba tomando mis cosas cuando yo estaba saliendo.

—¿Quieres mas café?- pregunto la mesera acercándose con la cafetera.

—Por favor, Gracias.

Entonces mi amigo Jay habló.

—¿No los culpas? Tu hermano que te odia, tu madre que te dio a luz o tu padre que nunca estuvo de tu lado.

La verdad, esque soy demasiado perezoso para culpar a alguien.

*Por otro lado en Corea*

La pelota de béisbol rebotó hacia el de nuevo, se inclinó de su asiento para recogerla y volverla a lanzar al chico que estaba en la pared.

—Amigo, ¿Que harás estas vacaciones de verano?

Pregunto Young Do, ganando un silencio del chico.

—Ohh, creo que voy a extrañarte, ¿No te parece?

Obtuvo la misma respuesta, un silencio con un ligero sollozo.

—¿Que? ¿No me vas a extrañar?... Eres demaciado malo conmigo.

Comento volviendo a lanzar la pelota, esta vez dando un golpe en el brazo del chico, dando un grito de dolor. Los otros dos chicos rieron ligeramente.

—Lo siento, ¿Te lastime?

Pregunto fingiendo preocupación junto con una risa. Uno de los chicos hizo un vago comentario.

—¡Eres pésimo lanzando! ¡Ten cuidado! O alguien podría pensar que estamos abusando de el.

Comento el chico de brazos cruzados riendo un poco, ganándose una cara seria de Young Do.

—¿Si? ¿Quieres pararte ahí entonces?

Preguntó alzando una ceja, el chico de inmediato boro su sonrisa de la cara por una sin entender.

—¿Eh?

Pregunto atónito el chico.

—Párate junto a la pared.

Ordenó un Young Do con semblante serio.

—Oye, ¿Que pasa?

Pregunto el otro chico parado en el otro extremo de la habitación.

—¿Quieres pararte tu mejor?

Dijo entre dientes Young Do volteandose al otro chico. Sin contestar nada miro a su amigo y después al suelo.

—Voy a pararme aquí. Me pararé aquí.

Comento riendo el primer chico moviéndose de su lugar alado del chico del cual abusaban.

—Tiralo.

Comento lanzando la pelota a Young Do.

—No dije que la tiraría yo. Tenemos que jugar limpio. ¡Amigo!