El hermano de mi mejor amiga |Karan Brar|

Capítulo 1

La alarma suena 7:30, como todos los días. Tengo que levantarme para ir al colegio, pero hoy es un día diferente a todos los otros, no sólo por el hecho de ser viernes y de que mañana es sábado y no tengo que ir al colegio, sino porque todos los viernes a la noche nos juntamos con Sabreena a ver películas y a comer helado en mi casa.
Ella es mi mejor amiga, la primera vez que hablamos fue en la clase de gimnasia hace dos años. A pesar de que no nos conocemos hace una vida, ella se convirtió en la mejor del mundo. Sabreena siempre estuvo conmigo en las buenas y en las malas y, creo que de todas las amigas que tuve ella fue la única que se quedó conmigo a pesar de todo y por eso la adoro.
Mi madre me grita que baje a desayunar, odia que vaya a clases con el estómago vacío.
Tomó mi café y salgo rápido hacia el auto.
Al llegar al colegio, veo a Sabreena venir rápidamente hacia mi. Tenia una sonrisa de oreja a oreja.
-Hoy es viernes al fin-dijo con una gran sonrisa.
Por un momento creí que lo decía por nuestros viernes de películas, pero no era así.
-Hoy a la noche vuelve mi padre y mi hermano, luego de tanto tiempo.
-Eso es genial.
Recordé el día que hablamos por primera vez. Fue lunes, la vi algo triste y sola y, por esa razón me acerqué a ella. Me hablo de que su padre y su hermano habían salido del país por asuntos personales y que los extrañaba. Ahora, luego de un largo tiempo volvían a casa. Solo espero que eso no cambie nada.
Entramos a la clase de matemáticas, sabreena se sentó junto a mí, como todos los días.
La aburrida clase del profesor Morgan pasaba lentamente. Me puse a pensar que hoy no sería como los otros viernes. Apoye mis brazos en la mesa y mi cabeza sobre ellos.
-Evans!- el profesor grito mi apellido.
-Qué pasa?
-Pase al frente a resolver la ecuación.
¡Maldición! Lo único que veía en la pizarra eran números y letras en chino.
En eso, toco la campana. Creo que me salve, otra vez.
-La salvo la campana Evans.-Dijo algo molesto.
Mire a Sabreena y sonreí, tome mis cosas y salí del salón.