Scarlet Heart

Capítulo 1

El viento frio amenazaba aquella mañana, el invierno llegaria pronto y era por esa misma razon que llevaba su abrigo, guantes y bufanda cubriendole. Caminaba rumbo al colegio, con especial cuidado de no tropezar al ir leyendo, en ocasiones debia bajar un poco la bufanda para evitar que sus lentes se empañasen, dejando que una pequeña corriente de aire se colase y le provocara escalofrios. Se detuvo en una interseccion, debia cruzar la calle para subir por una pendiente que lo llevaria hasta el colegio, cabe mecionar que aquel instituto era bastante peculiar pues solo tenian acceso a el un numero limitado de familias reconocidas entre ellas los Shiraoka, a la cual pertenecia. Lo que hacia especial a los integrantes eran su pasado, con esto hay que señalar que nos referimos especificamente a como se iniciaron las familias, antes clanes. Algunas provenian de cazadores reconocidos, otras mas de la union de un Angel y un cazador, las mezclas eran muy grandes teniendo en cuenta que cazadores, angeles, demonios, magos y cambia formas, humanos convivian en mutuo acuerdo hace muchos años, y todo esto termino por romperse ante la rebelion de una joven que habia descubierto la traicion dentro de esta aliamza, todos señalaron a las siguientes generaciones que tenian alguna relacion sanguinea con ella. Los Shiraoka eran una pequeña parte y la ultima que aun seguia en pie despues de multiples enfrentamientos, aunque los supuestos rencores en estas epocas ya se habian olvidado lo cierto es que muchos les temian y guardaban cierta distancia con ellos, los herederos de la princesa.

Yuuto era un chico comun, si es que podia considerarsele asi, estaba mas interesado en los libros que en los estilos de pelea, el veia algo prometedor en aquellas paginas amarillentas que muchos se rehusaban a mirar, era mas sobresaliente que cualquiera en cuanto al arte de conjurar, pues su abuelo materno tenia sangre de mago y se habia dedicado a instruirle durante su juventud. No era malo en la defensa cuerpo a cuerpo, sabia bien lo necesario aunque todos lo tomaran por idiota, a eso se dedicaban cada dia al verle en la biblioteca, sufria de abusos sin duda pero les tomaba la minima importancia, estupidos ellos pensaba cada dia, al final el leer todos esos libros y perder mi tiempo me ayudara mas a mi, se repetia cada dia hasta el cansancio, no se equivocaba del todo, ya que muchos antiguos cazadores siempre decian que, el conocimiento no se adquiria siempre en una espada. Yuuto no buscaba el poder en realidad, estaba sediento de conocimiento, queria leer todos los libros que habia en la biblioteca incluso si debia aprender un lenguaje nuevo lo haria, de ahi su largo estudio sobre runas y lenguas antiguas, queria descifrar algo que muchos años atras encontro, y que para desgracia suya nadie le daba razon sobre que contenia. Esa semana seria larga y tediosa como no se imaginaba empezando por que habria un nuevo integrante en el colegio.

Al llegar y cruzar la puerta de entrada no pudo evitar escuchar el alboroto que se hacia presente en el patio principal, cerro su libro y se acerco a la multitud que se encontraba en media luna alrededor de algo o alguien, logro llegar hasta la parte delantera entre empujones y maldiciones tan solo para encontrarse con un chico alto, un par de centimetros por encima suyo, de cabello negro y mirada penetrante, suspiro, no encontraba lo interesante ante un chico que parecia nuevo, dio media vuelta para estamparse con alguien bastante conocido y al cual detestaba lo suficiente.

— Miren quien salio de su guarida, el cobarde ratón de biblioteca, Yuuto Shiraoka.- el aludido puso los ojos en blanco dispuesto a irse de aquel lugar, no tenia por que soportar las palabras de aquel rubio estupido y creido, — ¿A donde vas Shiraoka?.

— A donde no vea tu feo rostro Natsume.- dijo acidamente mientras le empujaba con el hombro

— No tan rapido, ¿donde estan tus modales Shiraoka?.- le tomo por el antebrazo con fuerza y tiro de el, terminando el pelinegro de espalda contra el suelo. — Presentate como es debido con el nuevo integrante de mi grupo.

El chico nuevo miro la escena en silencio, mas sin embargo cuando vio aquel trato tan sadico con el otro cerro las manos en puño casi dispuesto a romperle la cara al agresor, algo en el se lo impidio, quiza queria saber hasta donde dejaba el otro que le humillasen.