Se derrumban las paredes

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Mi mamá siempre me decía: "Hijo, no hay dolor más intenso que la soledad y la pérdida, pero recuerda, aunque por muy difícil que se vea, siempre habrá un arco iris al final de la tormenta". Es más fácil decirlo que vivirlo.

Antes de que esto ocurriera, yo era una persona feliz. Estaba en uno de los mejores trabajos de Manhattan, unos padres maravillosos y unos amigos asombrosos. Mi vida empezó a ser mas feliz cuando conocí a Katherine. Empezamos a charlar, nos hicimos amigos, y bueno llevamos 6 años juntos y tenemos dos hermosas hijas. Kathy es y será la mujer de mi vida.

Todo esto pasó un día. Entré al trabajo, luego de ir a dejar a mis hijas al colegio y a mi esposa al trabajo. Empecé a cansarme, me pesaban los ojos, y caí dormido. Desperté, en una cabaña muy humilde, pero cómoda. Me parecía conocida.Entró una señora, de edad mayor. Venía con un desayuno:

-Al fin despiertas- me dijo ella

-¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde estoy?

-Come, que se enfría- la señora se va.

Me levanto, algo desconcertado, pero sin dificultades físicas. Lo primero que pude ver fue el paisaje, un campo sin pistas de civilización cercana. Bajé, ya que esta cabaña tenía dos pisos, llegué al garaje, saqué unas llaves, abrí el portón y sin apuros saqué el auto y conducí rápidamente. Iba por un camino de tierra que no sabía donde llegaba. A unos kilómetros encontré una carretera, me dirijí a ella y empecé a manejar sin mísera idea de donde iba.

La carretera iba vacía, creo que yo era la unica persona que conducía por ahí. Luego de largas horas de manejo encontré un letrero que decía "Bienvenidos a SilysBroke".

Entré. Como era de imaginar era un pueblo, no había tanta gente ni grandes edificios.Parecia Manhattan, pero en miniatura.Me estacioné en un pequeño mercado, no había gente, además del vendedor y yo.

-Buenas tardes- Le dije al caballero

-Buenas tardes, ¿qué necesita?

-Señor, ¿usted sabe dónde está Manhattan?

-¿Qué es Manhattan?

-Una ciudad

-No hay civilizaciones a kilómetros a la redonda.

-Al menos me puede decir dónde me encuentro, tengo familia e hijas, por favor.

-Una persona entra a Sylisbroke voluntariamente o nace aquí. Nadie sabe donde estamos, no hay civilizaciones alrededor. Se dice que las personas que intentar salir se quedan sin vehículos y luego vuelven o mueren por falta de comida.

-Debe haber una manera- golpeo fuertemente y empiezo a gritar tristemente- ¡Maldita sea! ¡Debe haber una manera!

-Ya, - susurra- a lo mejor si hablas con el alcalde. Él te pueda dar alguna información.

-¿El alcalde?, ¿Cómo?

-Se dice que él sabe más que cualquier persona, se piensa que sabe cosas que nadie más.

-¿Cómo lo puedo encontrar?

-Tienes que llegar al edificio mas grande, dos calles más al norte.

-Vale, muchas gracias.

-De nada, pero no vayas ahora, se hace tarde. La alcaldía debió haber cerrado ya.

-¿Sabes dónde puedo quedarme a dormir?

-Tres calles más abajo hay un departamento gratis llamado "Mary's home".

-Muchas gracias hombre- le doy un apretón de manos

-Suerte, ojalá encuentres lo que buscas- me voy.

Llego al Mary's home, era bonito y cómodo. Dormí.

-Papi...-escucho la voz de mis hijas.

Me levanto, me dejo guíar por las voces, veía los rostros por las paredes.

-Mark...-la voz de mi esposa.

Ahí estaban. Las tres.

-Te extrañamos tanto- dice mi mujer.

-¡Papito!- vienen mis hijas corriendo a abrazarme.

-Mi amor, ¿qué esta pasando?

-Eso no importa ahora,- se acerca a abrazarme- Estamos juntos ahora- Me besa.

Desperté,empecé a llorar desconsoladamente, no entiendo lo que pasa, las extraño tanto.Necesito su amor. No sé lo que pasa pero estoy decidido a volver a encontrarme con ellas. Yo tenía mi vida, no estoy dispuesto a dejarla atrás por algo que ni siquiera se que es...

Amnesia, vida perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora