Inocente.

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No recuerdo como fue que pasó. La ciudad estaba tan desolada, veía a cientos de personas pasar y nadie se detuvo ni un segundo a observarnos. Mientras las vidas de los demás se detenían por un instante, empezaba a sentirme miserable por ser tan feliz en un mundo que sufría por causa de una tragedia.

Pero al mismo tiempo, creo que eso es lo que nos hacía especiales. Por un momento podíamos ser libres, olvidarnos de todas esas personas que tantos nos han criticado y ser felices, darle las gracias a la vida de expresarnos tan abiertamente sin que el miedo nos paralice.

—Quiero seguir probando tus labios por el resto de la eternidad.

—¿Así o más chamuyero?

Ambos nos reímos al unisono. Luego siguió besándome. Una extraña sensación se apodero de mi cuerpo. Creo que estaba realmente nervioso. Nunca alguien me había besado de esta forma. Tan dulcemente y a la vez tan apasionado, como si no quisiera detenerse. Rogaba que no se detuviera, lo anhelaba con todas mis fuerzas. Sus labios eran como la fruta prohibida del árbol de mis sueños. Eso que tanto quise y ahora era parte de mí.

—Sos especial, Pablo. Trataría de explicártelo pero creo que ninguna palabra te haría justicia, ninguna palabra podría definirte...

—¿De dónde te salen todas esas frases? —pregunté, intrigado— ¿Realmente salen de tu interior o las sacaste de alguna novela? ¿O son simplemente las frases que inventaste para seducir a las chicas?

—No hablemos de chicas, no hablemos de nada —me dijo, besándome una vez más—. Quiero recordar este día para siempre como un momento crucial en mi vida, cuando al fin me animé a besar al chico que me tiene loco desde la primera vez que lo conocí, una loca tarde de verano en la que nos quedamos a contemplar el atardecer más hermoso que vi, mientras nuestros amigos se reían de la felicidad y esperaban que nos besáramos en frente de todas esas personas que nos observaban casi furiosos, como si estuviesen esperando que lo hagamos para venir a darnos un sermón sobre porque dos chicos no pueden besarse. 

—Fue el momento más feliz de mi vida... hasta ahora. Y espero que no sea el último.

—Vamos a tener muchos, mi amor.

Desde ese momento, la palabra ''amor'' tuvo otro significado. Otras particularidades. Otras alternativas. Todo era diferente, todo se sentía diferente. A través de sus ojos pude percibir que algo en mí había cambiado tan rápidamente que no tenía tiempo de procesarlo. Como si todo este tiempo hubiese estado cargando con el peso de una mochila que realmente no era tan pesada. Yo me estuve engañando, yo decidí ignorar la realidad que estaba escrita en las paredes de mi propia conciencia. 

—Te amo.

Lo dije tan inconscientemente que tuve miedo por un momento. Como si una voz en mi cabeza me estuviese gritando que no fuera tan impulsivo, como si me pidiese que sea un poco más reservado. Porque tal vez era demasiado pronto para...

—Te amo más.

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Hola :3

Espero que les haya gustado este primer capítulo. ¿Qué creen que pase ahora? ¿Estarán juntos? 

Continuará...



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