Dicen que la mejor forma
de encontrarse a uno mismo,
es perdiéndose.
Pero ella ya no cree en nada de eso.
Lleva tanto tiempo perdida,
siguiendo cada una de las metáforas
sin llegar a ningún camino con sentido,
que no sabe ni donde se encuentra su norte.
Vive en una falsa historia,
llena de fingidas impresiones,
la mayor de ellas es que,
aun que por fuera se le ve viva,
por dentro lleva siglos muerta.
Vive en la constante rutina
de llevar una pequeña sonrisa
y aguantar hasta la noche para
hundirse en la almohada con sus lágrimas.
Ella seguirá perdida,
con el cuerpo aquí,
pero la mente en un lugar muy lejano.