Capítulo 1

8.1K 215 25
                                    

Es una mañana cualquiera en Dimmsdale. Me levanto aún con sueño para ir al instituto.
- Buenos días, Timmy -dice Wanda saliendo de la pecera.
- Buenos días, Wanda -digo bostezando.
- ¿Listo para otro día de diversión en el instituto?
- No sé que tiene de divertido el instituto para ti.
- Que puedes hacer amigos, ¿no? -responde Wanda intentando animarme.
Ignoro el comentario de Wanda y bajo al comedor para desayunar.
- Hola, cielo, te he preparado el almuerzo -dice mi madre.
- No me esperes luego porque me voy con los chicos -comento.
- De acuerdo, cuando vuelvas no te olvides de llamar a Vicky.
Un escalofrío me recorre la espalda.
- ¿Te acordarás? -insiste mi madre.
- Por supuesto -miento.
Cojo mi fiambrera y subo al autobús escolar.

Una vez allí, entro a la clase del señor Crocker.
Otra aburrida clase del chiflado de Crocker y un montón de suspensos de su parte.
Pft, será mejor que pida algún deseo para hacer más llevadera la clase.
- Cosmo, Wanda.
- ¿Qué te pasa, Timmy? -pregunta Cosmo convertido en lápiz.
- Deseo que cada vez que Crocker diga la palabra "hadas", aparezca escrito en su cuerpo un suspenso.
Esto se va a poner interesante.

Ahí viene...
- ¡Hadas! -grita Crocker seguido de sus raros espamos- ¡Ay!, ¿qué fue ese pinchazo? -dice Crocker remangándose la camisa- ¿¡Por qué tengo un suspenso en el brazo!?, esto solo puede ser cosa de ¡hadas! -vuelve a gritar Crocker seguido de la aparición de otro suspenso en el otro brazo.
La locura de Crocker sirve de alimento para las risas de la clase.
Jajajajaaaaa, míralo es tronchante.
Entre todas esas risas se escucha el timbre que llama al comedor. Me levanto de la silla y salgo de la clase en dirección al comedor.
- ¡Hey, enano dame tu almuerzo! -dice una voz a mis espaldas.
- ¡Ay, no! -digo girándome- ¡Francis!
- Dame tu almuerzo, maldito enano -insiste Francis crujiéndose los nudillos.
Sin pensarlo echo a correr por los pasillos para huir de Francis. Aterrado me escondo tras una esquina.
- ¡Cosmo, Wanda! -grito.
- ¿Qué necesitas, chico? -pregunta Wanda.
- Deseo ser una niña -digo algo inseguro.
- Pero dijiste que no te volviéramos a convertir en niña -me recuerda Cosmo.
- ¡Ya sé lo que dije, sólo hacedlo! -miro el pasillo y veo a Francis correr hacia mí- ¡Deseo ser una niña! -pido esta vez con más ganas.

Me siento raro. Espero que esto sirva para que Francis me deje.
- Oye niña, ¿has visto a un enano con una gorra rosa? -me pregunta Francis.
Niego con la cabeza y acto seguido Francis se marcha.
Que poco ha faltado. Me quedaré así de momento por si acaso.
Entro al comedor y veo a Tootie sentada sola en una mesa. Me acerco a ella para sentarme a su lado.
Dios, no me creo que esté haciendo esto.
- Hola, ¿puedo sentarme contigo?
- Claro, ¿cómo te llamas? -me pregunta Tootie.
- Timantha -respondo.
O al menos ese fue el nombre que usé la otra vez que fui niña.
- Mucho gusto, Timantha.
- ¿Por qué te sientas sola? -pregunto.
¿Por qué pregunté eso? ¡Odio a Tootie!
- Nadie quiere que me siente a su lado -dice Tootie un poco triste.
- Ya no -digo sonriendo.
Tootie sonríe al escuchar eso y me abraza muy fuerte.
- Tootie, no puedo... respirar
- Ups, lo siento -dice y empezamos a reir.
No sé que me pasa pero creo que empiezo a comprender un poco a Tootie.
Tras un rato, miro la mesa en la que están Chester y Aj.
¿Por qué me miran tanto Chester y AJ? Da igual, será alguna de sus historias raras.
- Dime, Timantha, ¿cómo es que no te he visto antes por aquí? -pregunta Tootie.
- Eh... Es que estoy aquí de intercambio con Timmy Turner -miento-, se ha tenido que ir hace poco a coger el avión.

El timbre suena y espero a que todos se vayan para volver a transformarme en niño.
- Cosmo, Wanda, deseo volver a ser un niño -digo con decisión pero sus varitas fallan.
- Oh oh, creo que hay algo que nos impide concederte el deseo -advierte Cosmo preocupado.
- ¿El qué? -pregunto nervioso.
- A juzgar por el fallo, creo que alguien se ha enamorado de Timantha -comenta Wanda.
- ¡No puede ser! -grito.

No me lo puedo creer, ¿quién se habrá enamorado de mí? Espero poder revertir los efectos del deseo pronto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No me lo puedo creer, ¿quién se habrá enamorado de mí? Espero poder revertir los efectos del deseo pronto.
Entro a clase del señor Crocker sin saber muy bien que hacer.
Crocker y mis compañeros me miran de forma extraña.
- ¿Y tú quién eres? -me pregunta Crocker.
- Soy Timantha Turner y estoy aquí de intercambio -digo para no levantar sospechas.
- ¿Turner? ¿Eres familia de Timmy Turner? -pregunta Crocker sospechando un poco.
- Sí, soy su prima -me invento.
- Mmmmm... Siéntate allí, en el pupitre de tu primo.
¿Cómo he acabado así? Inventándome toda una historia para que nadie sospeche de mí.
- ¿Sabes por casualidad dónde se ha metido tu primo? -pregunta Crocker de una manera que me empieza a asustar.
- Sí, se fue a la hora del almuerzo al aeropuerto para tomar un avión a mi colegio -miento.
Que deje de sospechar, por favor.
- ¿Estás segura, Turner? -dice acercándose mucho a mi cara.
- Segurísima -respondo empujándolo no muy fuerte para alejarlo de mí.
Crocker se gira y empieza a pasar lista.
Esta vez he metido la pata hasta el fondo.
Me pasan una nota con una caligrafía muy esmerada.

Espérame a la salida de clase
- Trixie Tang

¿Qué querrá Trixie de mí? Espero que sea algo bueno, porque necesito algo que mejore esta catástrofe.

Terminan las clases y espero en la puerta del instituto para saber que quiere Trixie de mí.
Trixie sale y se acerca a mí.
- Hola, Trixie, cuanto tiem-
Trixie me interrumpe dándome una bofetada.
- Veo que tienes problemas de memoria, Timantha -dice Trixie bastante enfadada.
- ¿De qué me hablas, Trixie? -pregunto con la mano en la mejilla.
- ¿No te acuerdas? Te invité a mi fiesta de cumpleaños y ¡no viniste! -dice Trixie con lágrimas en los ojos- Pensaba que éramos amigas, Timantha, pero veo que me equivoqué -dice Trixie marchándose.
- No es lo que crees, Trixie -digo agarrándola de la muñeca-, no pude ir porque tuve que volver a mi casa y no tenía tu número para decírtelo.
- Olvídame, ya no eres mi amiga -sentencia Trixie soltando mi mano y marchándose.
Esta vez no la detengo.
Soy un estúpido, debí haber ido como niña, no como niño.
Sin darme cuenta unas lágrimas resbalan por mis mejillas.
- ¡Cosmo, Wanda! -gritó con la voz quebrada.
- ¿Qué te ha pasado para estar llorando? -pregunta Wanda apartando un mechón de mi cabello de mi cara.
- Que fui un estúpido al asistir a la fiesta de Trixie como niño -digo llevándome las manos a la cara.
- No estés triste, ya se le pasará -dice Cosmo.
- Cosmo, eres idiota -digo intentando pegarle pero me esquiva.
Sin decir nada más empiezo a caminar en dirección a mi casa.
Tengo que pensar como deshacer este embrollo, no puedo quedarme así siempre.

Los padrinos mágicos: Un deseo no muy deseado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora