Y bien, aquí estamos a sólo unos cuantos kilómetros para llegar a nuestra próxima parada: Gravity Falls, Oregón.
Ver todos estos arboles, el paisaje, la gran mansión de los Northwest en la cima de aquella montaña y un pequeño pueblo ahí a lo lejos, nuestro destino.
Todo ha cambiado bastante en el año que estuvimos fuera Mabel y yo, Soos se había vuelto "El señor Misterio", el dueño de "La Cabaña del Misterio" junto a Melody,y Wendy... bueno, ella y yo hemos hablado lo suficiente, he de imaginarlo así. ¡Y como olvidarlo! el tío Ford se fue a recorrer el Océano Atlántico buscando anomalías junto con el tío Stan.
Recorrer todos estos bosques me traen tantos recuerdos, que alguna vez deteriorados por el tiempo, ahora están siendo alimentados para ser vividos otra vez, tantas cosas que pasamos Mabel y yo en un solo verano, en el cual pensamos que seria de los mas aburrido termino siendo la mejor experiencia de nuestras vidas, y ahora estamos aquí para crear nuevos recuerdos junto a nuestros amigos.
Según Wendy me había contado, siguen sucediendo muchas cosas extrañas que parecen estar relacionadas aun con Bill, lo que puede significar que esto apenas era el comienzo, y es raro porque me ha dicho que aveces desaparece la estatua en medio de la noche y varios días después vuelve a aparecer mágicamente ahí, aquellos curiosos o turistas avariciosos desentierran la estatua pero no esta mucho tiempo fuera de Falls, siempre regresa en manos de gente que se ha vuelto loca o incluso las personas mueren antes de poder llevarse la estatua. Y en este año que hemos estado fuera, han hecho hasta lo imposible por destruirla, dinamita, piedras, golpes con los puños pero incluso aquel insignificante y delgado brazo parece ser irrompible.
Mabel y yo habíamos sido bien recibidos, todos en el pueblo asistieron a nuestra llegada, inclusive los Northwest pero desde que llegamos al pueblo no pude evitar sentirme raro, algo, por alguna razón me inquieta y es aquella estatua, tal vez solo sea mi imaginación pero... ¿Bill no decía que era tan poderoso? ¿Que podría destruir dimensiones si el mismo así lo quisiera? y eso nos lo dejo claro con el Raromagedon que vivimos, pero siento que algo esta mal aquí, algo no encaja.
A cada día que pasaba sufría mas pesadillas, que aumentaban gradualmente con el paso de la noche, mientras mis ojos estaban cerrados podía sentir a alguien viviendo en mi, a alguien que posiblemente ya se quien es ¿Es posible que exista alguna conexión conmigo?¿Tal vez deberíamos ser otra vez Bill Dipper? lo que sea que quiera aquel demonio tramposo, no es bueno, eso es obvio pero algo esta mal y debo saber lo que es...
[...]
—¡Tyrone, no te alejes mucho!— . Exclamo a lo lejos la voz de Wendy —Recuerda que aun tenemos que visitar a los ancianos mientras siguen vivos—
—¡Claro que no mama!— . Le contesto con su aguda voz, idéntica a la de Dipper cuando solía ser un niño, al final no en vano es su hijo.
Seguía caminando tranquilamente por aquellos espesos y frondosos bosques, paseaba por aquí y por allá inspeccionando y tocando cuantas cosas podía, al parecer había heredado la costumbre de Dipper de ser curioso e interesarse por las anomalías que sucedían en Falls, lo que no sabia era que estaba cerca de aquel profano lugar donde había sido presenciada la batalla final para derrocar a aquel demonio de esta dimensión, nunca le habían hablado de Cipher, pues era mejor que no supiera la oscura historia que oculta el pueblo de Oregón y todo el dolor y sufrimiento que el les había ocasionado, nunca pensaron que Tyrone estaría frente a frente con aquella estatua de piedra.
El objeto en si no llamaba mucho la atención, lo que lo hacia era aquella visión que se formaba en la misma piedra, algo como un "holograma" que dejaba ver como era la criatura por escasos segundos, acudió a ella, por un llamado enviado por los vientos del bosque que le decían que se debía acercar a ayudar a la criatura.
Vio como la estatua parecía darle la mano para saludarlo, observaba delicadamente aquel delgado brazo que mientras mas lo observaba mas sus manos se acercaban, tenia una extraña necesidad de estrechar su mano
—Hay una estatua y mantiene su brazo alzado.—
—Nadie le ha intentado estrechar la mano.—
O al menos eso era lo que por mucho tiempo había pasado, aquel trato que por fin, después de tantos años, hoy había finalizado.
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Después de Bill Cipher
Short StoryTodas las antigüedades conocidas por el hombre tienen una historia ¿Te he contado esta?...