Prologo

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Abrí los ojos pero no recordaba en qué momento los había cerrado, ni siquiera recordaba en donde me encontraba, todo a mi alrededor estaba oscuro, mire a la derecha y vi unas cortinas que cubrían completamente la pared, al otro lado vi una puerta, vieja, de madera y muy familiar y que en cada lado de esta colgaban unos cuadros en los cuales había unas fotografías y en cada una de estas podía distinguir a una pareja... abrazados y con sus rostros llenos de felicidad, aunque no pude distinguir los rostros ya que aparentemente eran rostros de gente mayor.

Alguien rió detrás de mí, giré la cabeza sin miedo y me encontré a Kari, pero su rostro era algo diferente, también estaba con alguien... TK.

Ambos estaban tomados de las manos y miraban al frente, hice lo mismo.

Había un televisor que era más grande que yo, pero lo único que podía ver en la pantalla era la estática, era lo único iluminaba la habitación.

-Kari, ¿qué película veremos? -Pregunte

Pero ella solo puso su dedo en forma vertical frente a su boca y escuche un "shh". Era claro que no deseaban ser interrumpida, seguí mirando la TV en busca de algo familiar. Pero era inútil no había nada, solo líneas borrosas que no formaban ninguna imagen.

-Kari, esto no me...

Mire hacia atrás mientras hablaba pero me quede callada al ver que Kari besaba apasionadamente a TK, era algo normal en mi vida, ambos eran muy felices juntos y los había visto muchas veces en la misma situación. Entonces comprendí.

"Yo no debo estar aquí". Fue lo primero que se me vino en mente.

Me levanté sin hacer el menor ruido y camine hacia la puerta, esta se abrió cuando estuve lo suficientemente cerca, pensé que alguien iba a entrar, pero del otro lado no había nadie, solo una oscuridad total, pero no me importo y salí de la habitación dejando sola a Kari con su amado TK.

Todo estaba muy oscuro, demasiado... quise decirle algo a Kari pero al voltear, solo encontré un Sofá vació y la TV se apagó, antes de que pudiera hacer o decir algo la puerta se cerró en silencio.

Al hacerlo me encontré en otro lugar, un largo pasillo... el suelo era de madera y las paredes igual, solo que pintadas de color blanco... comencé a caminar y pronto me encontré con tres puertas a mi derecha y a la izquierda una escalera...

Reconocí el lugar, era la casa de Gennai, pero todo estaba muy silencioso, demasiado...

-¿Patamon?

Llame a mi mejor amigo, aquel que siempre me hacía sentir mejor en momentos como este, cuando la oscuridad me rodeaba de esta forma.

Pero nadie respondió...

-¿Veemon?

Volví a llamar en el siguiente digimon que me infundía valor y me animaba a continuar.

Pero tampoco respondió, estaba sola...

No quería ver detrás de las puertas y comencé a bajar lentamente las escaleras, colocando mis manos en el piso y caminando como toda gata en el mundo real, me sentía bien caminar de esa forma.

Me encontraba en el recibidor, donde dos mesas grandes y varios cojines a su alrededor, es donde normalmente yo y el resto de los elegidos junto con sus digimons comíamos, todo el lugar estaba muy oscuro... la escalera también desapareció en la oscuridad.

¿Cómo es que aun podía ver? ¿Había alguna fuente de luz?

-¿Hay alguien?

Volví a preguntar y de nuevo nadie me respondió. No me gustaba esa sensación de soledad, tenía que salir.

Cerca de la mesa había una puerta corrediza que lleva al jardín de Gennai, sin dudar camine hacia ahí, jale la puerta y para mi sorpresa.

Había luz... la luz de unas cuantas luciérnagas, logre contar 14 en un instante, todas volando sobre el estanque del Sr. Gennai.

Me sentí un poco mejor, pero aun estaba muy sola. Escuche algo detrás de mí y al voltear el recibidor empezaba a ser devorado por la oscuridad que poco a poco se expandía y aun así no tuve miedo. De hecho, no era la oscuridad lo que me daba miedo, sino más bien... estar sola.

Mire hacia arriba, esperando encontrar la luz de la luna y las estrellas que se distorsionaba en el falso lago que ocultaba la casa, pero... solo vi una oscuridad que aplastaba todo mi mundo.

Camine hacia el estanque, donde al menos la luz de las luciérnagas me haría sentir mucho mejor, pero... cuando volví a contarlas eran solo 12...

No le di importancia en ese momento, pero... cada segundo que pasaba alguna dejaba de brillar para siempre.

6...

5...

4...

3...

2...

Espere que desapareciera la siguiente, pero no desaparecieron, de hecho... ese par eran las luciérnagas más interesantes del estanque, mientras las demás volaban rítmicamente, estas estaban volando fijamente sin moverse ni un centímetro en el aire... a un poco más sobre mi altura.

Quise ver qué había detrás de mí y no había nada, solo una oscuridad total, mire a ambos lados y tampoco había nada. Solo una oscuridad que se extendía sin control.

Frente a mí el lago también desapareció... solo quedaban aquellas 2 luciérnagas brillando con un tono amarillo intenso.

Quise acercarme pero estas retrocedieron al mismo tiempo que di un paso y su luz desapareció por un instante, intenté acercarme de nuevo, pero de igual forma volvieron a alejarse y su luz nuevamente desapareció por unos instantes, pero... note algo diferente, volví a caminar eh hicieron lo mismo.

Entonces comprendí, aquello no eran luciérnagas.

Eran unos ojos... unos ojos de un amarillo intenso que no dejaban de mirarme, algo me miraba dentro de la oscuridad.

-¿Quien es?

Exigí saber, pero este solo parpadeo nuevamente y desapareció...

Digimon RevelationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora